Los migrantes en tránsito no deben ser tratados como criminales, exigió la Arquidiócesis Primada de México, a propósito de la muerte de 40 centroamericanos perpetrado en Ciudad Juárez, Chihuahua hace una semana en el interior de una estación provisional del Instituto Nacional de Migración (INM).
Al criticar las políticas migratorias aplicadas en el país, las cuales sólo “se dedican a contener pero no a proteger los derechos humanos”, la iglesia católica convocó este domingo a los tres órdenes de gobierno a dejar de ver a los migrantes en tránsito como criminales, invasores o destructores, ya que se trata de seres humanos que como única alternativa de vida encuentran la de abandonar su país de origen y sus familias en busca de un futuro mejor.
“La solución a la crisis humanitaria que se vive en materia de migración debe tomar en cuenta el factor humanitario, a partir del hecho real de que los migrantes son personas vulnerables, con historias dramáticas que, en la mayoría de los casos, la única opción que tienen para alimentar a sus familias es emigrar a otro país. En este sentido, hacemos un llamado a los tres órdenes de gobierno a sumar esfuerzos para que, por medio del diálogo y la cooperación, junto con la sociedad civil, se establezcan las acciones enfocadas en el bienestar de los migrantes. Es necesario dejar de verlos como criminales y garantizarles un trato digno y humano”, expresó la arquidiócesis desde el editorial del semanario Desde la Fe.
Al fijar su postura, la arquidiócesis primada de México recalcó que lo sucedido en Ciudad JUárez “no debe quedar impune”, pues si bien se han librado las primeras órdenes de captura en contra de quienes no hicieron nada para salvar la vida de las cuarenta personas fallecidas y más de una veintena de heridos, ” la deuda social con los migrantes no termina ahí. El dolor de dejar su país y su hogar en busca de mejores oportunidades ya es demasiado como para ser tratados como criminales durante su trayecto” indicó el editorial.
Agregó que “como aseguró la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), lo ocurrido en Ciudad Juárez pone en evidencia que las políticas migratorias implementadas se enfocan en la contención y no en la protección de los derechos humanos de las personas migrantes”.
En la publicación dominical, la arquidiócesis primada de México recordó a las personas en tránsito que la iglesia católica siempre les brindará acompañamiento pastoral sin ningún tipo de discriminación; además de que se cuenta con albergues en los que se les proporciona alimentación, apoyo médico y psicológico, así como asistencia espiritual además de, en lo posible, ver la manera en que puedan integrarse socialmente.
Por último, el semanario recordó cuál es la postura del papa Francisco frente a los migrantes: no se trata de destructores ni usurpadores; su trabajo, su capacidad de sacrificio y juventud “enriquecen a las comunidades que los acogen”.