8 diciembre, 2025

8 diciembre, 2025

Viaje al mundo en coche imaginario 

Me levanté con el pie izquierdo, dicen que no es bueno para el cuerpo, los brujos dicen que es mala suerte. Vi la almohada que amaneció en mis pies y no como cuando me acosté. 

Creo que el piso se parecía mucho al techo, así que al encender la luz me complací en que todo fuese normal, que camino de pie y no de cabeza. 

Hace rato pasó Juan por la calle y le pregunté para dónde iba. Me dijo que a trabajar. No quise preguntar cuál es su trabajo, o dónde se ubica, qué le tocaría hacer, pues Juan es un hombre viejo. Puedo asegurar que caminaba hacia adelante y no hacia atrás, que llevaba puesta la ropa al derecho, no al revés. 

Pude iniciar una conversación con él , lleno de curiosidad, para saber más y sin embargo no lo hice. Sería además lo más común si en realidad tengo curiosidad o quisiera llevarle en mi coche que no uso.

Fue algo muy común, aunque pudo ser distinto. Por alguna razón trato de hacer cosas diferentes al mundo, como un experimento. 

Juan iba al trabajo y era todo. Junto a él pasaba la vida en sentido contrario, volviéndose irremediablemente pasado. Yo estaba ahí y de pronto él estaría a  distancia suficiente para perderse de vista y yo lo habré olvidado al comenzar a pensar y ver otras cosas, quizás caminando, sentado o viajando con una idea vaga.

¿Pero qué era entonces la vida y el momento? , ¿por qué me negué a realizar las preguntas comunes? , ¿quién me las impondría, para que Juan y yo en aras de la sana convivencia quedaramos conformes siguiendo el guión del mundo? 

¿Qué pasaría si vivo desarrollando cosas distintas en contra o a diferencia de las costumbres cotidianas? En lugar de repetir muchas veces lo mismo. Acaso el mundo está cansado de ello. 

Me tacharian de loco, pero por ejemplo: podría decir cosas diferentes, usar las palabras de otra forma, caminar de reversa, o parado de manos hasta que aprendiera, hacer productos que yo consumiera, mirar otros paisajes quizás nunca vistos, elaborar mi ropa. Andar descalzo. 

Debería dedicarme a ser yo, hasta mi muerte prematura o morir asesinado, atropellado por un carro fantasma.

Los objetos más interesantes no tienen derecho ni revés, como el astro rey. No se cuestiona la sombra ni lo que hay detrás de él. Una pelota puede ser lanzada y rodar sin que se observe un lado, igual a una taza sin asa, una llanta que lleva a un carro. Un cubo no tiene un anverso. 

Una hoja tiene dos lados pero forman un cuerpo, no es en función de lo que queremos sino de los que ocupamos. Los sueños son parte de la memoria y la usa al derecho, ¿acaso podría cambiar eso? 

Todo va en función de un consumo. Todo nos lleva a un producto, todo trabajo es para lo propio, dicen que para seguir viviendo. Ignoro si al hacer lo contrario sobreviva al menos para publicar lo que pienso. 

Ocupamos a otros y los llevamos por donde deseamos, si no no son amigos, no los ocuparía nadie, serían seres desahuciados en el mundo contemporáneo. Lo que hace la mano hace la tras y es involución. 

Matamos a los inventores de lo extraño, de lo exagerado, hacemos bullying a los introvertidos, pero es aceptable si nos lo venden , si hay un rostro bonito, con eso que nos dijeron es bonito. . 

No aceptamos lo nuevo, nos causa temor y con eso abandonamos otros caminos, somos ciegos seguidores, y vamos a la meta que nos cubra de gloria sin tantos precipicios, como el éxito de otros. 

Veo a Juan que se aleja y olvidé las formas y las costumbres, debí despedirme de mano. Es de mala educación esto y  lo otro. Estoy lleno de paradigmas, me acabo de levantar, ha de ser por eso. No estoy loco.

 Al rato tendré que obedecer las reglas de tránsito, o moriré aplastado por un tráiler, cargado de aguacate, que lleva mi almuerzo puntual a la mesa de otros. 

HASTA PRONTO 

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