Tamaulipas fue tema en “la mañanera” de este jueves. AMLO de nuevo refirió la heroicidad de la paisanada que a pesar de amenazas y todo tipo de presiones, optó por el cambio en la elección estatal. Ponderó asimismo a Américo Villarreal Anaya y desde luego criticó a la anterior administración por los excesos y la opacidad de sus acciones. Aprovechó para anunciar próxima visita, tal vez a Nuevo Laredo donde está pendiente la instalación de la dirección de aduanas, y también reiteró el apoyo a nuestra entidad para superar cuanto antes la crisis heredada.
Mientras tanto arrecia la guerra sucia contra el gobierno local, sobre todo en las redes sociales donde son frecuentes los ataques contra AVA, varios de sus familiares y algunos de los principales colaboradores. En este aspecto no se requiere mucha ciencia para suponer que se trata de distractores para desviar la atención sobre denuncias e investigaciones relacionadas con el manejo del presupuesto durante el régimen encabezado por Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Son muchos los pendientes y aunque al parecer cierta documentación se esfumó, existen sobradas sospechas de que el erario no fue utilizado precisamente en beneficio de la comunidad sino para colmar ambiciones de personajes que deben responder ante la ley si es que la justicia se impone. De otro modo estaríamos asistiendo a un ejemplo más de impunidad no merecida para los tamaulipecos que hemos visto transcurrir sexenios de corrupción e inmoralidad extrema.
Usted dirá que las presuntas irregularidades tendrán que ser probadas y tiene razón, de manera que toca al régimen actual aportar las evidencias necesarias y actuar con suficiente voluntad para cumplir con la exigencia pública de sancionar a los culpables, no hay de otra.
En este sentido existe la confianza de que AVA asuma el papel histórico que le corresponde teniendo a bien llegar hasta las últimas consecuencias. Esto incluye no dejarse influir por los desplantes publicitarios de su antecesor quien es capaz de utilizar cualquier medio para evadir no solo el juicio popular sino el judicial que tarde o temprano llegará debido a la inercia de las circunstancias. Por esto no es fortuita la contratación de los mejores despachos de abogados y la cara defensa de conocidos panistas por lo general ajenos al estado.
Cabeza de Vaca previó el futuro inmerso en una burbuja de soberbia creando escenarios que permitieran cumplir sus objetivos. Sin embargo, ahora tiene que enfrentar la realidad en un ambiente donde muchos que fueron sus partidarios, prefieren echar tierra al pasado para sobrevivir en el presente así sea con alta dosis de hipocresía.
El asunto es que en Tamaulipas sigue siendo tema de la agenda presidencial, lo cual es bueno de toda bondad porque permitirá salir más rápido de la desgracia que acumulada varios sexenios convirtió al estado en paraíso de impunidad. Y ni modo que sea invento. Es tiempo pues de que, fuera de retórica o demagogia, aquellos que se apoderaron del patrimonio social sean llamados a cuentas sin importar el grado de influencia que presuman contar. Urge entonces, superar primero los obstáculos dejados por CdeV perfectamente identificados y señalados por la voz popular.
EL NEGOCIO DE ROBAR
El gobierno federal anunció la devolución de casi 5 mil millones de pesos decomisados por los gringos a un ex funcionario de Coahuila. Se trata de Héctor Javier Villarreal Hernández quien fuera titular de finanzas durante el régimen de Humberto Moreira, detenido por diversos delitos en el vecino país. Podría ser antecedente para lograr que lo obtenido por la venta de los bienes de Genaro García Luna en Florida y otras partes, también regrese a México, posibilidad señalada en más de una ocasión por AMLO.
El caso de Villarreal es “pequeña” muestra de la corrupción durante la época neoliberal. ¿Cuánto robaría su jefe?. No lo sabemos, aunque sí imaginamos que Moreira y otros políticos de su clase “no tenían llenadera” como es fácil comprobar con la dulce vida que llevan algunos que pasaron por el gobierno de Tamaulipas. Y deje que todavía anda uno que otro por ahí disfrazado de “progresista” que sin escrúpulos hace honor a sus orígenes de ladrón por convicción.
Respecto de García Luna lo reclamado por México es mucho más, tanto que bien serviría “pa’ echar un buen parche” a la república con dinero que al fin de cuentas provino de los contribuyentes.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA
