Definitivamente Héctor Joel D Villegas González, a quien sus amigos y él mismo gustan de identificar como “El Calabazo”, no es César Augusto Verástegui Ostos, a quien por su parte también le agradaba y compartía el mote que le endilgaron desde niño: “Truco”.
La coincidencia entre ambos personajes es que estuvieron al frente de la Secretaría General de Gobierno, con todo el poder y la responsabilidad que ello implica. Con toda la exposición pública, con el riesgo personal y político y con la posibilidad de cumplir o no las expectativas puestas en ellos.
Y sí, Villegas no es Verástegui. Ni los tiempos actuales son iguales a los que tocó enfrentar al segundo. Tamaulipas venía de una espiral incontrolable de violencia que inició con Yarrington, siguió imparable con Eugenio y alcanzó su punto máximo con Egidio Torre, cuando el gobierno se desdibujó y el gobernador era un mero monigote ante la fuerza incontenible delincuencial.
Pero eso es tiempo pasado y ahora las cosas son diferentes. El Tamaulipas de finales de 2022 y lo que va de 2023 no es el de 2016 y “El Calabazo” no es “Truco”. Son escenarios, personajes y visiones distintos, por eso los criterios de evaluación del desempeño de ambos tendrá que se diferente, aunque eso sí, igualmente estrictos.
El tema viene a colación porque esta semana Villegas González acudió al Congreso a comparecer con motivo de la glosa del primer informe de gobierno de Américo Villarreal y ahí, Villegas afirmó que la nueva administración tiene una idea distinta de la relación entre las instituciones y los Poderes.
“Ahora está al servicio del pueblo, respeta y hace respetar la ley, no da línea, no impone, no corrompe, no amenaza y no persigue a nadie”, les dijo el funcionario a los diputados durante la comparecencia, e donde dijo que los de ahora no son iguales a lo que se fueron. Eso es claro.
Villegas no es Verástegui. O para quienes los conocen por sus motes, “El Calabazo” no es “Truco” ni el Tamaulipas de 2023 no es el de 2016. Hay que entender el contexto, hay que diferenciar las condiciones, el carácter de los funcionarios y su propia habilidad política.
El secretario General de Gobierno aprovechó la participación en la reducida Comisión de Gobernación, para deslizar nuevamente su queja de que cuando llegó, encontró un tiradero, un desorden y numerosas anomalías que pueden dar pie a acciones penales.
Claro, “El Calabazo” no es “Truco”.
La percepción que ahora se tiene de la más importante dependencia estatal en materia de gobernabilidad es muy diferente a la de antes. Pero son estilos personales, visiones institucionales y prioridades diferentes entre un gobierno y otro. A veces, entenderlo no es fácil para los que añoran el pasado.
EL RECLAMO AL SECRETARIO DE SEGURIDAD
Prácticamente la mayoría de los funcionarios estatales no ha tenido problemas para enfrentar a los diputados locales durante la glosa del primer informe de gobierno de Américo Villarreal, en la semana que terminó sí pudo verse un esbozo de la estrategia que seguirá el PAN para confrontar a algunos secretarios de la administración tamaulipeca.
Durante la participación del secretario de Seguridad Pública, Sergio Hernando Chávez García, el legislador tampiqueño Edmundo “Mon” Marón hizo un recuento de lo que llamó logros del gobierno estatal panista anterior en esa materia.
También, a tono con la narrativa de la bancada azul en el Congreso, hizo referencia a lo que considera es motivo de preocupación para sus integrantes: La disputa verbal entre los que llegaron y los que se fueron, motivo principal de que no se reconozca lo avanzado antes. Y de igual manera, que desde la percepción de los panistas no haya resultados tangibles.
El mensaje al secretario de Seguridad se inscribe en la estrategia que los diputados panistas han puesto en marcha desde hace meses, con el fin de generar un contraste en la forma de gobernar que ejercía Francisco García Cabeza de Vaca y Américo Villarreal.
En cuanto a la postura de “Mon” Marón, la hizo en un tono respetuoso e institucional, aunque enfatizó en lo que llamó “logros” de la administración de García Cabeza de Vaca y le pidió al secretario de Seguridad actual retomar las cosas que se hicieron bien.
ESCOTILLA
En lo que parece la tónica de lo que será la contienda interna de Morena por la candidatura a la Alcaldía de Madero, el diputado Erasmo González Robledo afianza su posición en el primer sitio, al reforzar su presencia territorial y cercanía con los ciudadanos.
Este sábado, Erasmo encabezará el inicio de tres jornadas que de manera simultánea ofrecerán acciones asistenciales y servicios en forma gratuita, en tres sectores diferentes de Madero: Miramápolis, Los Pinos y el sector Benito Juárez.
En la competencia nadie afloja el paso y conforme se acerca el tiempo para la primera encuesta del partido en Madero, las cosas se van definiendo. Finalmente, la presencia territorial, la experiencia legislativa y los contactos al más alto nivel van a ser decisivos en el rumbo de la carrera morenista.
POR TOMÁS BRIONES
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