20 abril, 2025

20 abril, 2025

Flautas Don Fito, historia de éxito

Las flautas de Don Fito, un platillo emblemático de la capital de Tamaulipas, Victoria, fue fundado hace casi 40 años y desde entonces son el antojo favorito de cientos de victorenses

CD. VICTORIA, TAM.- Don Rodolfo Parra, nacido en Tula, Tamaulipas en 1958, profundizó en la historia detrás de la creación de las famosas Flautas de Don Fito. En 1985, después de un accidente que lo dejó incapacitado para trabajar como chofer, una vecina que vendía gorditas lo motivó a vender sus propias creaciones.

El primer día llevó solo harina y masa para hacer las flautas en su casa y comenzó a llevarlas a la venta con hieleras y un termo de café.

Inicialmente, la oferta era limitada a tres tipos de guisos: bistec, picadillo y salsa verde. Sin embargo, la popularidad del mercado comenzó a crecer a medida que se extendía la noticia sobre el sabor excepcional de las flautas. Hasta el día de hoy, estas tres opciones permanecen en el menú.

Don Rodolfo no pudo haber tenido éxito sin la ayuda de su esposa, a quien reconoce como su mayor apoyo y sostén. A medida que la popularidad de las Flautas de Don Fito creció, los clientes fieles comenzaron a formar largas filas de automóviles, e incluso invadieron la carretera a El Mante para probar este platillo icónico de Victoria, Tamaulipas.

Un terrible accidente de tráfico que involucró a un joven estudiante de veterinaria que dañó varios vehículos se convirtió en un desafío con el que Don Fito tuvo que lidiar en su negocio.

Esto llevó a que la gente de la Pepsi, el lugar en el que Don Fito había vendido sus deliciosas flautas durante 20 años, le informara que ya no podía vender sus flautas en su espacio de venta.

Sin embargo, Don Fito es un hombre de perseverancia y encontró otro lugar para mover su negocio: Lomas de Guadalupe.

Después de acondicionar un pequeño espacio, abrió las puertas a su nueva clientela y desde entonces ha seguido perfeccionando su arte culinario, utilizando solo ingredientes de calidad y preparando todo desde cero, lo que hizo que sus flautas sean una delicia que siempre mantiene a los clientes felices.

La fama de sus flautas se extendió rápidamente y, como resultado, comenzaron a surgir nuevos clientes. La forma única que los clientes han inventado para pedir flautas y otras delicias en el lugar se ha convertido en una tradición. Los nombres incluyen opciones como Pikachú (picadillo) y Bisturí (bistec).

Los clientes pueden pedir sus flautas “con todo menos con miedo”, lo que a su vez ha contribuido a la popularidad del lugar.

El apodo de “Don Fito” también se debe a los esfuerzos incansables de su esposa, quien ha sido fundamental en el mantenimiento y consolidación del negocio. Después de 38 años de vender sus deliciosas flautas, Don Rodolfo Parra ha experimentado muchos acontecimientos.

Pero lo que más valora de su negocio es poder ayudar a jóvenes que vienen de fuera de la ciudad y que a veces no tienen recursos para comer.

Don Fito les asegura que les dará su comida para que puedan satisfacer su hambre y que después le pagarán cuando tengan la oportunidad. No solo se preocupa por ellos, sino que también apoya a una señora que vende tamales, avena, pan y café en su local para ayudarla a seguir adelante. Don Fito considera que es importante ayudar a las personas y a su comunidad en general.

POR DANIEL RÍOS

Facebook
Twitter
WhatsApp