5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

La operación política en 2024

Hora de cierre/ Alfonso García Rodríguez

Termina la primera parte del año y comienza el proceso de sucesión aceleradamente en todo el territorio nacional,

La movilización de las «corcholatas» va por delante de los calendarios preestablecidos y detonó con la renuncia anticipada de Marcelo Ebrard a la cancillería, y con su reclamo de «piso parejo» y de claridad en en las reglas que utilizará Morena para elegir a su candidato.

Como siempre ha sido en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su partido, las normas estipuladas por el INE importaron poco menos que un comino y adelantaron todo el proceso, a pesar de reclamos de supuestas violaciones a la ley pero por lo que se ve, esto ya nadie lo para,

Sin embargo, ni esta decisión precipitada de la 4T despertó de su modorra crónica a las fuerzas de oposición, más preocupados en replicar con denuestos cada uno de los señalamientos del presidente contra las “fuerzas conservadoras”, que en usar la lámpara de Diógenes para buscar figuras populares e inteligentes que puedan dar la batalla a las «corcholatas», ya adueñadas de la agenda pública.

En Tamaulipas, el movimiento de las «corcholatas» ha desatado la ambición de los grupos políticos morenistas locales. Desde ahora, sin pudor alguno, madrugan para disputar y arrebatar las candidaturas a alcaldes y diputados locales.

Pero, por mucho que se obsesionen en apropiarse de las candidaturas para cubrir los escaños y curules que quedarán vacantes en el Congreso de la Unión, no se han percatado de que el reparto se hará directamente desde la CDMX. Será una prerrogativa que acapararán los grupos más cercanos al Presidente que buscan trascender al sexenio y seguir influyendo en las grandes decisiones del próximo sexenio.

La pretensión de los grupos «chilangos» es decidir el rumbo de las campañas en todo el territorio nacional. En el estado, solo existen dos grupos con verdadera fuerza para influir en la corcholata designada en el reparto de candidaturas.

El principal y más potente es el grupo del gobernador Américo Villarreal, vinculado directamente con Palacio Nacional, y con la pre-candidata Claudia Sheibaum.

La jefa de gobierno, por su parte, ha depositado la coordinación de su campaña en profesionales todoterreno como Cuitláhuac Bardan Esquível y Alfonso Brito.

A pesar de los pesos pesados que tendrá Sheimbaum dentro de su campaña, y debido a su cercanía con el presidente, los puestos de elección popular federales (y algunos locales también) aterrizarían en Palacio Nacional para tener el visto bueno del presidente.

En el caso del ex secretario de gobernación Adán Augusto López, se trata del político con un gran margen de maniobra en el estado, debido a sus simpatías (y negocios) con grupos morenistas que se apropiaron de una gran red de operadores y presupuesto.

El grupo de Erasmo González y José Ramón Gómez Leal cuentan con capital político y están empeñados en atravesarse para ofrecer en bandeja de plata, triunfos electorales a AMLO.

Dada su relación cercana de amistad, sería indiscutible la influencia directa del presidente en el reparto de candidaturas.

Los grupos de Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal cuentan con una presencia menor en el estado y prácticamente llevarían a cabo sus campañas sin grandes posibilidades de éxito.

A Ebrard sólo lo salvaría su relación cercana con Carlos Cantú Rosas, una de las figuras políticas con gran poder e influencia estatal, y Monreal tal vez dispondría de la experiencia de su viejo amigo Rodolfo González Valderrama.

En los casos de las cuatro corcholatas principales sería indiscutible la influencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los grupos morenistas que, desde CDMX, meterán mano directamente, incluso más que algunos grupos locales.

El futuro del estado se decidirá en varias etapas. En primer lugar, hay que esperar a que se defina quién será el o la candidata de Morena.

Después vendrá, a nivel local, la elección de alcaldes, diputados locales, diputados federales y senadores.

Es fundamental obtener la mayoría en el congreso y ganar más del 50% de los ayuntamientos para emprender reformas constitucionales que resuelvan las trampas que dejó el gobierno panista.

Lo ideal sería que el futuro de Tamaulipas se decidiera entre los tamaulipecos, pero hay intereses externos e internos al morenismo que tratarán de complicar las cosas.

Sería iluso pensar que el futuro será color de rosa. En una democracia siempre hay sus claroscuros, pero esperemos que las cosas se resuelvan para bien de los tamaulipecos.

@pedroalfonso88

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS