En muchas ocasiones, nos encontramos con la intención inicial de comprar un artículo específico porque lo necesitamos o porque queremos aprovechar alguna oferta. Sin embargo, después de adquirir ese primer producto, nos vemos tentados a realizar otra compra adicional para tener productos que combinen o complementen con el artículo inicial; y esto nos impulsa a seguir comprando y puede llevarnos a gastar más de lo planeado, generando un impacto negativo en nuestras finanzas familiares. Es así que caemos en el llamado Efecto Diderot, fenómeno psicológico que explica esta situación desde la perspectiva económica.
Tal como mencionaba el Efecto Diderot es un fenómeno psicológico que ocurre cuando la adquisición de un nuevo objeto provoca una espiral de compras adicionales, lo que resulta en un aumento del gasto total y un posible deterioro de la salud financiera. Este efecto toma su nombre del escritor y filósofo francés Denis Diderot, quien describió por primera vez esta situación en un ensayo en el siglo XVIII.
El Efecto Diderot se hace especialmente evidente durante períodos de descuentos y promociones, como las rebajas de temporada, Buen Fin, Hot Sale o Baratas departamentales. En estas ocasiones, los consumidores nos sentimos atraídos por los precios bajos y las ofertas tentadoras, lo que puede llevar a compras impulsivas y la adquisición de productos que no se necesitan realmente.
El impacto del Efecto Diderot nuestras finanzas familiares puede ser muy significativo, ya que implica que se realizan compras innecesarias, que es el principal impulso de este fenómeno. Por ejemplo, cuando compramos un artículo en oferta, pensemos en una cama, se generar el deseo de “completar el conjunto” o adquirir otros productos relacionados, así que decidimos comprar una nueva base, cambiar la cabecera e incluso pintar y cambiar la habitación. Esto lleva a compras innecesarias que pueden comprometer el presupuesto familiar.
Adicional, a que puede conducir a un espiral de decisiones que nos lleven inevitablemente a aumentar nuestro nivel de endeudamiento y comprometer nuestra estabilidad económica. También puede verse deteriorada nuestra capacidad de ahorro, y generar desorden y acumulación, ya que se propicia una adquisición excesiva de productos durante períodos de descuentos no se utilizan o no se necesitan. Esto puede afectar la organización del espacio, generar estrés y dificultar la gestión de los recursos familiares.
Así que, para evitar los efectos negativos del Efecto Diderot durante períodos de descuentos y promociones, es importante tener una buena planificación financiera, de este modo se puede realizar cualquier compra, pero considerando el presupuesto. Aprovechar los periodos de descuentos siempre es válido, pero recuerda comprar precios y no dejarse llevar por el descuento anunciado. Otro aspecto fundamental es controlar las emociones, ya que este efecto se basa en gran medida en este aspecto y el impulso de sentirse bien.
Recuerda que lo más importante es priorizar los gastos, diferenciar realmente entre lo que necesitas y lo que quieres. De ese modo se pueden limitar comprar impulsivas y garantizar gastos alineado a nuestras prioridades financieras.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ LÓPEZ