Me imagino que has escuchado hablar del “superpeso mexicano”, has notado que el precio del peso mexicano vs el dólar ha llegado a valores que no veíamos desde hace 8 años. Vemos como los políticos hablan de este tema e intentan polarizar para sus propios fines y no con el motivo de informar adecuadamente. Pero, ¿A qué se debe esta situación realmente?
En primer lugar, los fundamentos económicos de un país son determinantes en la valoración de su divisa. Factores como la estabilidad macroeconómica, el crecimiento del PIB, el nivel de deuda pública y la balanza comercial influyen directamente en la percepción de los inversores sobre la solidez de una economía y, por ende, en la demanda de su divisa.
Otra variable importante es la política monetaria del banco central. Las decisiones sobre tasas de interés y medidas de flexibilización cuantitativa impactan en la oferta monetaria y, por consiguiente, en el valor de la divisa. Un aumento de tasas puede fortalecer una divisa, alentando a inversores a buscar rendimientos más altos, mientras que una política monetaria expansiva puede debilitarla al aumentar la oferta de la moneda.
El contexto político también juega un papel significativo en la valoración de una divisa. La estabilidad política y la previsibilidad en las políticas económicas generan confianza en los inversores, lo que puede fortalecer la divisa. Por otro lado, eventos políticos inesperados o la incertidumbre política pueden causar volatilidad y debilitamiento de la moneda.
Además, los factores externos son relevantes para entender las fluctuaciones de una divisa. La evolución económica y política de otros países, especialmente aquellos con los que se mantienen relaciones comerciales estrechas, puede afectar la demanda de una divisa en los mercados internacionales.
Las situaciones de crisis o eventos extraordinarios, como desastres naturales o pandemias, también influyen en la valoración de una divisa. Estos eventos pueden generar una aversión al riesgo en los mercados financieros, llevando a los inversores a buscar refugio en divisas consideradas más seguras, lo que fortalece estas monedas y debilita otras.
Por último, el comportamiento del mercado y la percepción de los inversores en sí mismos son variables clave. Los mercados son impulsados por la oferta y la demanda, y las expectativas y la confianza de los inversores pueden desencadenar cambios bruscos en la valoración de las divisas.
En conclusión, múltiples factores afectan la valoración de una divisa. Los fundamentos económicos, la política monetaria, el contexto político, los factores externos, las situaciones de crisis y el comportamiento del mercado son variables interconectadas que influyen en la percepción y la demanda de una divisa. La comprensión de estas variables es esencial para los analistas y los inversores, ya que les permite anticipar tendencias y tomar decisiones informadas en un entorno financiero cada vez más interconectado y cambiante.
Por Mario Flores Pedraza