Durante el 2011 el índice de calor del Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua advertía una sequía extraordinaria en el país provocada por las altas temperaturas y la ausencia de lluvias.
Las estadísticas recabadas por el organismo revelan que el 30 de abril del 2011 un 95.12 por ciento del territorio nacional presentaba afectaciones por sequía extrema.
Durante los siguientes 12 años, las fluctuaciones marcaron máximas del 66.66 el 31 de agosto del 2019 y no fue sino hasta el 31 de julio del 2023 cuando se alcanzaron afectaciones para el 87.27 por ciento del país sin lluvias.
Las especificaciones advierten que durante los siguientes años, la temperatura se “normalizó” y no fue hasta 2021 cuando nuevamente mostró una tendencia a la alza y se extendió hasta 2023.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el mes de julio fue el más caluroso de la historia reciente , desde que se tiene registro y estadísticas. Pero fue el 3 de julio, cuando las alarmas se encendieron con 17 grados arriba del promedio nacional. “¿Estamos en una emergencia climática?” ,-se pregunta el oceanólogo e investigador, Marcelo René García.
La respuesta simple, agrega: “Es una emergencia climática la que ya se vive” Las acciones que se tomen a partir de los próximos siete años, hasta 2030, van a definir las condiciones climatológicas a las que se va a enfrentar Tamaulipas y el país en el futuro.
“Debe empezarse a tomarse como tal, como una emergencia climática. En este momento se tienen que buscar los mecanismos para revertir en las próximas décadas lo que hoy ya enfrentamos. No es nuevo, se advirtió desde los años 80s y ya estamos viviendo”.
En Tamaulipas, dijo, se tuvieron o se tienen incendios forestales de grandes dimensiones, periodos extensos de sequía, temperaturas atípicas, agotamiento de las reservas de agua dulce.
CALORES INTENSOS Y ATÍPICOS
El reflejo de ello es que las olas de calor en las zonas tropicales alrededor del mundo no deben sobrepasar los 3 a 4 días, sin embargo en el caso de la entidad, las últimas 4 registradas por el SMN sumaron entre 6 y hasta 10 días consecutivos con temperaturas en promedio superiores a los 38 grados y con registros de hasta 45 grados en zonas de la frontera.
“Lo que estamos viviendo es la aceleración de lo que se conoce como ‘cambio climático’; en este momento tenemos estas condiciones atípicas, anormales en el país y son las primeras consecuencias de no atender las acciones de remediación desde los años 90s”, dijo René García.
El calor se intensifica en las zonas costeras, porque se ven afectadas por la “Corriente del Golfo” que trae aguas cálidas desde el sur del continente, pero que con estas variaciones, actualmente desplaza aguas con uno o dos grados arriba del promedio normal de 27 grados , con temperaturas de 28 y hasta 30 grados en la superficie marina. Un indicador en Tamaulipas, agregó, es la generación de bancos de niebla a lo largo del litoral, que se producen por la diferencia de temperatura del mar (caliente) con la zona continental (se enfría la tierra en las noches) y la ausencia de vientos.
SIN HURACANES NO SE ENFRÍA
El oceanólogo e investigador, Marcelo René Garcia, sostiene que el fenómeno de “El Niño” tiene una incidencia marcada en la ausencia de la generación de tormentas y huracanes tropicales en el Atlántico.
“No tenemos huracanes este 2023 , porque el mar está uno o dos grados de temperatura arriba del promedio y esto impide el “choque” de aire caliente (superior) con aguas frías ( inferior) y que terminan por converger en el desarrollo de un ciclón”. Y agregó: “es necesario que la superficie del agua esté por encima de los 27ºC y que haya una capa espesa de agua caliente en el océano”.
Los huracanes, dijo que son reguladores naturales del clima a nivel mundial y actúan para estabilizar la temperatura desde el Ecuador hasta los polos de la tierra.
El Monitor de sequía en Tamaulipas advierte para el mes de julio compartía que un 79 por ciento del territorio se encontraba afectado por el estiaje. Mientras que para mayo, junio, se mostró una recuperación con 60 apenas un 40 por ciento con sequía.
En abril, el indicador registraba solamente la zona sur y la región fronteriza en anormalmente seco, mientras que el resto del territorio se encontraba entre sequía severa y sequía extrema. Enero, febrero y marzo, mostró una tendencia similar con solamente algunas áreas pequeñas entre Reynosa y Matamoros que no mostraron afectaciones por estiaje.
RESIENTE EVAPORACIÓN DEL AGUA
A razón de un centímetro diario se estima el descenso del nivel del sistema lagunario de Chairel en la zona sur de Tamaulipas, durante el mes de agosto del 2023. Jose Luis de León Hurtado, director de Casa de la Naturaleza en Tampico, informó que la estación hidrométrica del Canal de Tancol arrojó un medición de 31 centímetros, apenas a 9 centímetros, de los 22 centímetros que presentó en 2021 y que significó el ingreso de agua salada al vaso de captación.
El funcionario, dijo que es momento de impulsar una campaña para cuidar y utilizar correctamente el agua dulce.
“No nos llueve; aparentemente no , nos va llover durante el mes de agosto y si estamos calculando el descenso de un centímetro por día, vamos a llegar a la escala crítica cuando tuvimos la intrusión salina se dio cuando bajó a 22 centímetros , entonces estamos a 10 centímetros de que ocurra esto”
Y agregó: “¿Qué compete hacer ahí? La Comisión Nacional del Agua es la dependencia que tiene la obligación de ajustar y hacer campañas de ahorro de agua, tanto a la industria como a todos los que extraen agua del sistema lagunario”.
La misma situación afecta a la presa Vicente Guerrero, donde por la evaporación se pierde el doble de agua que la que se envía para el consumo humano de la capital del estado.
El titular de la Comisión Nacional del Agua Cuenca Golfo Norte en Tamaulipas, Jaime Gudiño Zárate, detalló que se extraen diariamente 900 litros por segundo del vaso lacustre más grande de Tamaulipas para llevar agua a las redes domésticas de más de 230 mil capitalinos.
Por lo que se necesitan de 77 millones 760 mil litros de agua diariamente para consumo humano, mismos que en metros cúbicos son 77 mil 760. Mientras que por la evaporación se esfuman 1800 litros por segundo, lo que haciende a 155 millones 520 mil litros cada 24 horas.
“Desafortunadamente la evaporación es mayor a la que estamos extrayendo” Al año, de la Vicente Guerrero se destinan 50 millones de metros cúbicos para dotar de agua a la capital tamaulipeca, y en este segundo cuatrimestre del 2023, matemáticamente deben de ir consumidos aproximadamente 33.4 Mm3, sin contar lo evaporado, por lo que restan para uso doméstico 16.7 Mm3 para los últimos cuatro meses del año.
Actualmente la presa Vicente Guerrero está al 11.4 por ciento de su capacidad, lo que representa el suficiente recurso para abastecer el municipio, quedando lo suficiente para almacenar y esperar a que termine el año hidráulico para registrar cuánto puede ascender con las lluvias de septiembre y hasta el último día de octubre. Asimismo, los pozos de extracción están a muy bajo niveles al igual que el manantial de la Peñita quien dota sólo 150 litros por segundo de 400 que se necesita.
POR JOSÉ LUIS RDZ. CASTRO