Cae la noche en la Colonia Lázaro Cárdenas de Victoria y en el 27 y 28 Anaya, es una fiesta, pues José Cruz se encuentra disfrutando de un partido de las Águilas del América con sus amigos.
Cruz está deslumbrante, viste su traje negro de gala, y es que por la tarde, tuvo una presentación en El Casino Victorense.
Y antes de eso, trabajó una larga jornada, desde las cinco de la mañana, en su negocio, la famosa Taquería El Qué Pasó.
A pesar del cansancio, en ningún momento perdió la sonrisa y buen humor que lo caracterizan. Cruz Valadez Barreda, tras el oso que hizo el América, equipo al que no le va, pero que le gusta ver por lo que genera, sale a la parte frontal de su hogar, ahí donde está su negocio, y justo frente a la placa que recién le entregó el Ayuntamiento, por sus 40 años de carrera artística y su foto con Güicho Domínguez, se sienta y disfruta de un rico sope, claro, con su Coca de vidrio.
Cruz se la sabe. Mientras saboreaba el antojito mexicano, agradeció el poder hacerlo, pues recordó que durante su infancia, vivió momentos muy complicados, “Hubo veces que pasaba todo el día sin comer, por que no había. Tampoco tenía una cama para dormir, nos acostábamos en costales de maíz”, sus ojos se llenaron de lágrimas y se quebró la voz.
El nacido en el Ejido Rosalba, del municipio de Hidalgo, capital del mundo y sucursal del cielo, se abre e indica que “Tuve una infancia muy difícil, había que lidiar con muchas cosas, mi papá tomaba mucho, no sostenía la casa, yo la tenía que sostener”, asegura el hijo de Doña Ofelia Barreda y Don Cruz Valadez Calderón.
El licenciado en Derecho por la UAT, profundiza detallando que “Éramos doce hermanos y alguien tenía que trabajar en la casa, así que yo trabajé desde los cinco años y medio…”. “…Me levantaba temprano, antes de las seis de la mañana y me iba a pie al Tomaseño, llevaba en mi cabeza un nixtamal para hacer tortillas. Un día a una señora que vi barriendo con una escoba hechiza, le dije que le ayudaba, respondió que sí y me quedé a trabajar”.
Ese día se quedaría en su mente y sobre todo en su paladar, fue épico, pues “La señora Tere Trejo me invitó a almorzar y preparó un chorizo con huevo y frijoles refritos, yo nunca en mi vida había comido eso, fue la primera vez y yo como el perro, donde te tratan bien ahí estás”.
Doña Tere ideó un plan para ayudarlo a salir adelante y lo invitó a que preparara y vendiera taquitos de cebolla con queso, en las Julias (camiones), valía a 20 centavos el taco y a peso la orden de cinco.
Aceptó y así comenzó a ganar un peso por día, fue su primer sueldo.
DE NIÑO YA “PINTABA” PARA LA CANTADA
El Divo de Victoria, recuerda su infancia como un momento de mucha pobreza y soledad, pero en el que era muy feliz y donde tenía muchos sueños y anhelos, uno de ellos, el de ser cantante.
“Un día una hermana de mi mamá que se llama Fidias vino a Hidalgo y traía cosas a vender, me ponía a trabajar, vio que era bueno para la venta y me invitó a irme a vivir con ella a la Colonia Portales del DF. Ya estando ahí, otro tío descubrió que yo cantaba y me dijo que me llevaría a un concurso a Televicentro, lo que es hoy Televisa, gané el cuarto lugar”, dice emocionado.
Pero lo que parecía ser el inicio de un gran futuro, se derrumbó, pues, en la casa de su tía Fidias, “No me trataron como familia, me tenían como sirviente, después de dos meses y 14 días, no aguanté más y decidí volver a Tamaulipas”.
ASÍ NACIERON LOS TACOS DE EL QUÉ PASÓ
Los padres y hermanos de Cocoy, como le dice su familia, se mudaron a la emblemática colonia Mainero de Victoria, buscando un mejor futuro,“Fue muy triste llevar y verlos desencajados y sin dinero para comer, mi hermano más pequeño tenía el cuello como E.T, así que recogí una caja de tomate de la calle, hice un cajón de bolero y me fui a bolear a la plaza del ocho, luego a la del 15.
Al mismo tiempo comencé a vender el periódico El Heraldo, así empezó mi nueva vida, solo tenía doce años”. Un día llegaría la motivación para emprender. Primero rentó, en tres pesos diarios, un carrito que era usado para vender jugos y estaba abandonado en el 18 Nuevo León, en seguida el señor Guadalupe Cavazos del Mercado Argüelles, lo dejó que se llevara algo de verdura que ya iba a tirar.
“Le quité toda la parte mala al tomate, cocí la papa y compré cinco pesos de carne. La enchilé y condimenté y así empezó la historia de los tacos de “El Qué pasó”. Y el apodo fue por que su cliente Roberto “El Bobby” López Ocaña, originario de la Ciudad de México, siempre le decía “Qué pasóóóu” con zonsonete chilango, ahí adoptó la expresión y se convirtió en su apodo.
El negocio de Cruz se ubica a un costado de La 4, creció a pasos agigantados por el cotorreo que se arma cada que vas a desayunar o comer con él, y sobre todo por su sabor, incluso sorprendió con sus tacos de papa en tortilla de harina, que fueron todo un éxito en Victoria. “Yo no busqué la fama nunca, pero se hizo un escándalo, se hacían filas y filas de gente que quería comprar los tacos”, y a la fecha, el éxito sigue.
“HAY GENTE QUE VA AL CORRE SOLO POR LOS TACOS”
Los tacos del What happened?, también son famosos por ser lo que se come en muchos eventos deportivos que se realizan en la ciudad, sobre todo en los partidos de Correcaminos en sus diferentes divisiones y disciplinas.
“Le agradezco a dos personas, a Enrique de la Garza Ferrer y Don José Manzur, en 1972 estaba Correcaminos en tercera y me invitaron a llevar mis tacos, cuál fue la sorpresa que se vendieron todos los tacos, a la fecha me honro en decir que hay gente que solo va al Corre por los tacos”.
EL DIVO, DE VICTORIA PARA EL MUNDO
En el año 2007 vino otro giro en la vida de Cocoy, fue tan fuerte que incluso, se volvió famoso a nivel nacional. “Yo estaba haciendo una gira con la señora Adriana Gonzalez, llevábamos ya 17 municipios, con éxito rotundo. Y Un sábado vino una mujer rubia con micrófono de TV Azteca, me dijo que había sido seleccionado para ¿Quien tiene Estrella? y me dijo que ya había ganado 100 mil pesos. Nunca los vi”.
LE CANTÓ UN TIRO AL MAESTRO QUINTANILLA
Algo de lo más recordado de la participación de Cruz Valdez, en ¿Quién tiene Estrella?, son los fuertes ataques que siempre recibió por parte de un juez. “El maestro Quintanilla me madreaba siempre, un día después del programa, lo vi en un pasillo, y que lo agarró, le dije ‘Te estoy hablando pendejo, venga, no sea culo, yo en Victoria soy historia, vuelve a faltarme al respeto y le rompo el hocico”.
NO FIRMÓ POR QUE SE TENÍA QUE DESNUDAR
Valadez Barreda aseguró que “En Azteca me fue muy bien, me trataban mejor que a Carlos Rivera y a su esposa, fui el único que tuvo contrato, ellos querían que fuera un show man, pero habían unas cláusulas que decían que el artista Cruz Valadez se obligaba a hacer desnudos en películas o novelas, en caso que el guión lo requiera, yo no tengo buen cuerpo y eso me quitó la intención de quedarme en TV Azteca, no iba a enseñar mis miserias”.
VICTORIA ES TODO PARA MI
Una vez que terminó su migada, tomó su caja de cigarros mentolados Benson & Hedges, encendió uno y dijo: “Tengo casi 69 años, ya me cansé de subir al escenario, pero quiero que algo quede claro, cuando alguien hable mal de Victoria, se va a llevar unos chingazos. Victoria es mi casa, es todo para mi”.
POR DANIEL RÍOS