Hace más de 14 años que un gobernador de Tamaulipas no ponía un pie en la Universidad Tecnológica de Altamira y ayer lo hizo Américo Villarreal Anaya y se fue muy contento.
Llegó a la entrega de becas a estudiantes. El mandatario se sorprendió del mega recibimiento que los alumnos y su rector, Juan Dionisio Cruz, le organizaron.
Se le notó que se sintió tan a gusto, casi, casi, como si estuviera en su casa al grado de qué se puso una gorra de la escuela, mostrándose orgulloso de ser UT.
Estuvieron de invitados especiales: el alcalde de Altamira, Armando Martínez; la Secretaria de Educación en el estado, Lucía Aimé Castillo Pastor, quienes reconocieron el esfuerzo de Dionisio y le echaron muchas porras durante sus intervenciones.
También acudió la presidenta del Congreso de Tamaulipas, Úrsula Salazar.
Durante el sexenio pasado, nadie hablaba ni promovía a esta escuela, y desde hace más de 10 meses ha sufrido una transformación, desde la llegada de Juan Dionisio Cruz, quien se ha empeñado en rescatarla de lo abandonada que se la heredaron.
Hoy la UT tiene otra cara: sus estacionamientos han sido rehabilitados, se ha cortado la maleza en varias áreas que la dejaron convertida en una selva.
Los edificios están siendo pintados, aunque parezca increíble, es una escuela que forja egresados de excelencia y la anterior administración panucha se fue dejando varios sanitarios clausurados.
Fueron un desastre, pero hoy es otra historia.
Hoy tienen casi 3 mil alumnos, maestros tomando maestrías y próximamente darán posgrado.
El momento donde más emocionado se le vio al Gobernador fue cuando en la pantalla aparecieron: Andrea, Cesia, Armando, José y Óscar; cinco altamirenses, desde París, hablando francés,
agradeciendo a la UT, al Gobernador y al Rector por esta gran oportunidad.
Dionisio ha demostrado que viene a trabajar y a jugársela con la Universidad Tecnológica.
Y durante este recorrido que realizó Américo Villarreal, se dio cuenta que el rector Dionisio Cruz, ha hecho un trabajo extraordinario.
Y bastó con ver el rostro del Gobernador (alegre, contento) aplaudiendo cada uno de los muchos logros que de manera breve dio el funcionario estatal, para saber que el Rector cuenta con todo su respaldo.
Y para que no quede duda, del “espaldarazo” que Dionisio Cruz se ganó por su trabajo y resultados generados en tan poco tiempo, el mandatario le autorizó la terminación de un edificio que dejaron a medias la pasada administración y además, otro edificio nuevo para atender la demanda que se viene a esta institución,
y un auditorio para que puedan realizar sus eventos, sin ningún problema.
Hoy la UT está transformándose y será más rápido con apoyo del mandatario Tamaulipeco como su principal aliado.
Recuerde: ¡No se vale chillar!
POR MARIO ALBERTO PRIETO