Lo que inició como un día soleado y tranquilo en el lago Powell, entre los estados de Arizona y Utah, se convirtió en una heroica misión de rescate cuando el pasado 13 de septiembre un gran barco con 29 personas a bordo se incendió, desatando una densa columna de humo negro en el aire. Courtney y Jake Cahoon, quienes disfrutaban de su día en un bote, se convirtieron en los protagonistas de esta historia de valentía.
“A medida que nos acercábamos, el incendio se hacía más grande y yo les gritaba: ‘tienen que saltar, tienen que abandonar el barco lo más rápido posible'”, dijo Jake a medios locales.
El incidente tuvo lugar cerca del Parque Nacional Glen Canyon, donde las personas a bordo comenzaron a saltar al agua en cuanto se inició el fuego. El Servicio del Parque Nacional Glen Canyon informó que otros botes en las cercanías contribuyeron rápidamente en el rescate de los ocupantes.
🧐Une famille de l'Utah est reconnaissante d'être en vie après l'incendie de son bateau-maison sur le lac Powell.#USA #Utah #fire #incendie #houseboat #PowellLake #rescue @YvesPDB @BugaultV pic.twitter.com/ug757uc8LI
— Didier (@LetItShine69) September 18, 2023
“Tuvieron que nadar de 20 a 30 pies (de 6 a 9 metros) en el agua agitada, por lo que estaban exhaustos cuando llegaron a nuestro bote de esquí”, dijo Jake al describir la situación.
La rápida acción de una lancha patrullera que se encontraba cerca del lugar del incidente también contribuyó al rescate, según informó GCNPS. El barco siniestrado fue consumido por las llamas hasta que finalmente se hundió.
Courtney Cahoon recordó los momentos de tensión: “Las personas tenían a bebés con ellos, así que en ese momento el padre de Jake se dio cuenta de que teníamos que acercarnos lo más posible para llevar a estas personas a nuestro bote de manera segura. Pero el agua estaba muy agitada, así que era complicado”.
Afortunadamente, las autoridades reportaron que no hubo heridos en el incidente. Las autoridades están llevando a cabo una investigación para determinar la causa del incendio.
“Después de que todo terminó y todos regresamos a nuestro bote, se nos llenaron los ojos de lágrimas y agradecimos que todos estuvieran bien”, expresó emocionada Courtney Cahoon. “Así que sí, fue una locura, pero estoy muy contenta con el resultado, de que nadie resultó herido”.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR