Existen muchas personas que, independientemente de cuánto les guste hablar, presentan serias dificultades a la hora de darse a entender. Cómo hablar bien y claro no van de la mano con la locuacidad, tampoco con las ganas que uno tenga de expresarse. Si bien muchas personas pueden tener para expresarse de manera espontánea y natural, existen interesantes tips para poder mejorar la comunicación con el resto de las personas.
Cómo hablar bien y claro: la importancia del ejercicio
Para aquellas personas a las que les resulta difícil poder comunicarse, existen distintos ejercicios o ayudas que mejorarán notablemente esa problemática. Elaborar mapas conceptuales para organizar ideas y objetivos puede resultar muy conveniente.
Si tomamos como ejemplo una conferencia, una charla o simplemente una clase en la que debemos informar algo, para que no exista ningún tipo de ruido comunicacional es indispensable que el mensaje sea claro y conciso. Por eso, si llegamos al momento de la exposición con el discurso bien aprendido y con la claridad de concepto, estaremos reduciendo mucho el margen de error.
Pero las dificultades para comunicarse no tienen que ver solamente con cuestiones del habla. Hay muchos otros aspectos a tener en cuenta como los psicológicos y educacionales.
En estos tiempos, la comunicación abarca todos los ámbitos de nuestra vida personal y profesional. Un mensaje que no llega correctamente a su receptor es una oportunidad perdida. Y no solo se trata de mensajes corporativos. Cualquier tipo de comunicación oral entre personas precisa la mayor precisión y claridad posibles.
4 tips que nos ayudarán a cómo hablar bien y claro
Habla más lentamente
Es el primer paso en toda comunicación. Cuando nos preguntamos cómo hablar bien y claro, debemos entender que lo primero es hacerlo de manera pausada. Es que además esto nos ayudará a poder afrontar el resto de los consejos de mejor manera.
Cuando nos referimos a hablar lento, no significa que tengamos que colocar pausas aquí y allá en el discurso, sino en enlentecer en general la manera de hablar, es decir, que debería afectar a todas las palabras que pronuncias, hasta cierto punto.
Lo que hay que tener en cuenta es que uno debe practicar lo que después va a decir para que el ritmo sea pausado, pero que tenga la capacidad de atraer a quienes lo escuchan y no resulte un discurso impostado. La clave es la constancia. Intentarlo una sola vez o dejar que pase mucho tiempo entre las sesiones no servirá de mucho.
Evitar las referencias extrañas
Un error que se repite a la hora de querer comunicarnos es no entender al grupo al que le estamos hablando. Muchas veces, los problemas de comunicación llegan porque para expresarnos utilizamos referencias desconocidas para la otra persona o para el auditorio al que queremos llegar.
Es habitual encontrarnos con personas que están dando una charla y citan un libro o una película que ni siquiera tienen por qué ser entendidos como tales. De esta manera se crean situaciones muy confusas en las que la otra persona no sabe exactamente qué se le ha dicho, ni cómo responder, dado que carece de pistas para interpretar nuestras intenciones.
Por eso es muy importante hacer un relevamiento previo del lugar al que vamos a llevar nuestro mensaje, cuál es el público al que nos vamos a enfrentar y estimar más o menos de qué ámbitos culturales tiene más o menos conocimientos y, a partir de ahí, utilizar referencias. No es necesario erradicar este tipo de citas ya que las mismas enriquecen nuestras conversaciones, solo hay que saber cuáles son las correctas.
Revisa si proyectas bien la voz
Para saber cómo hablar bien y claro es fundamental hacernos oír. En algunos casos el problema de la comunicación tiene que ver directamente con el volúmen de nuestra voz. Esto puede ser por varias razones, pero la más común es la timidez.
Quienes son muy tímidos y se preocupan por lo que el resto de gente pueda pensar sobre ellas, tratan de “enmascarar” su habla para que los posibles errores pasen desapercibidos. Claro que cuando ocurre esto llegamos al problema de que todo pasa inadvertido porque el mensaje se perdió desde su comienzo.
Una solución para este tipo de problemas es combinar ejercicios de proyección de voz frente a un espejo, trabajar la parte más psicológica de la timidez, ya sea a solas o con la ayuda de psicólogos.
Practica la pronunciación
Es un consejo simple, pero complicado de ponerlo en práctica. Si quieres hablar claramente, tendrás que interiorizar el patrón de movimientos musculares que te lleva a articular bien las palabras, sin errores. Más aún si tienes que comunicarte con un equipo cuyos integrantes hablen distintos idiomas.
La única manera de conseguirlo es practicando una y mil veces lo que vamos a decir y poniendo atención a los errores y, en vez de avergonzarse de ellos, tomarlos como un reto y volver a repetir lo dicho, esa vez correctamente.
Cómo hablar bien y claro debe ser un desafío al que todos nos debemos enfrentar. La comunicación es vital en todos los órdenes de la vida. Ya sea en el hogar, en una transacción comercial, en el trabajo y más aún si lo que se busca es promover un conocimiento.