Una reunión agendada desde el fin de semana dio pie a la solución inminente del paro unilateral de maestros de Tamaulipas, que desde hace casi una quincena dejó sin clases a casi un millón de estudiantes en el estado. Este día, miles de profesores y alumnos regresan a las aulas.
El diálogo que no quería Arnulfo Rodríguez, dirigente de la Sección XXX del SNTE, se dio el lunes por la tarde, las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján y de Educación, Leticia Ramírez Anaya se reunieron con el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya y con el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas. Arnulfo fue uno de los convocados.
Lo que inicialmente era una demanda de pago a maestros de inglés y otros ajustes administrativos que tenían años sin ser resueltos por anteriores gobiernos, la nueva dirigencia sindical del SNTE en el estado lo convirtió en cuestión de dos días en un pliego petitorio que pedía como condición ineludible la renuncia de la secretaria de Educación estatal, Lucía Aimé Castillo Pastor. No lo consiguió.
Como medida de presión -ya se sabe, como con el viejo PRI-, Arnulfo pidió a los maestros tomar las oficinas de la SET, varias sedes regionales y como paso final, dejar de dar clases en las escuelas públicas de nivel básico sin importar que más de 900 mil alumnos se quedaran sin recibir la enseñanza.
Al margen de los detalles del encuentro, al llevar el tema al ámbito federal el gobernador Américo Villarreal fue una decisión acertada para evitar polarización en Tamaulipas y porque ante la cerrazón del líder magisterial local, lo ideal era hacerle ver que aunque aquí hay disposición al diálogo, hay cosas que trascienden lo estatal y que era mejor que se lo dejaran claro en la Ciudad de México.
Tamaulipas no es un estado en el que tradicionalmente haya conflictos laborales y menos con los maestros. Eso se ve en entidades en donde el magisterio hace demasiada política e imparte muy poca enseñanza. Los estados del sureste son un buen ejemplo de ello.
Por eso había que recordarle al secretario general de la Sección XXX que Tamaulipas no es Oaxaca ni Guerrero. Que la entidad está en la mira de la Federación por muchas cosas y que lo que menos importa ahora es un paro unilateral y sin plena justificación, como el que tienen.
Aunque las demandas son legítimas, no son algo nuevo. Aunque plantearon sus inquietudes y exigieron la renuncia de la funcionaria, lo verdaderamente importante es que se destrabe el problema, que se termine el paro unilateral y que el casi millón de estudiantes tamaulipecos regresen a clases lo antes posible. Los detalles ya se arreglarán en corto, en las mesas de negociación que este miércoles se instalarán.
Ahora, los cercanos a Arnulfo dirán que ganaron la partida política y mediática, pero en realidad si así lo consideran es una victoria pírrica: Ni cesaron a la titular de la SET, ni se les concedieron todas sus exigencias todavía. Y mientras tanto, decenas de miles de padres de familia siguen molestos por este paro unilateral en el estado.
Después de la reunión del lunes, Arnulfo debe entender que no puede manejar el SNTE como un feudo personal movido por intereses políticos. Esos tiempos ya no regresarán. Si políticamente buscaba ganar algo y desgastar al gobierno estatal, la jugada no le salió.
EL PRI QUIERE LA SENADURÍA
Mientras en el PAN estatal no terminan de ponerse de acuerdo entre la vertiente que maneja Francisco, el exgobernador a través de su testaferro Luis René “Cachorro” Cantú y la que pretende devolver al partido a sus orígenes, en el PRI ya se están moviendo para buscar que se les asigne la nominación a una de las dos senadurías que se disputarán el próximo año.
Muy a tiempo, apenas terminaron los procesos internos de Morena y del Frente Amplio por México para definir a sus virtuales candidatas a la Presidencia, en el PRI de Tamaulipas comenzaron a darse movimientos que buscan aprovechar la tendencia predominante en el escenario político.
El PRI de Tamaulipas o al menos una parte, la que se ha mantenido activa y defendiendo los espacios que consideran les corresponden en la alianza Va por México, está empujando la iniciativa de que sea el tricolor quien proponga a uno de los dos candidatos a la senaduría
De entrada, la secretaria general del Comité Estatal, Mayra Ojeda y el secretario de Operación Política, Luis Enrique Arreola, emprendieron una campaña interna en los municipios para reactivar los comités locales, con el fin de que estén listos para participar en lo que viene.
Tanto Ojeda como Arreola iniciaron una gira por las principales zonas del estado, planteando abiertamente la posibilidad de que la secretaria general del partido en Tamaulipas busque la nominación del Frente Amplio por México a una senaduría en 2024. De acuerdo con esto, Mayra reúne los requisitos y condiciones para aspirar a la candidatura y en eso andan trabajando ahora.
POR TOMÁS BRIONES
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