Ana María y Allan estudiaron juntos en el Colegio Alemán Alexander Von Humboldt, iniciaron una amistad y luego sostuvieron un noviazgo de un año y medio; sin embargo, su historia de amor terminó.
Según Ximena Céspedes, madre de la, ahora, víctima mortal, Allan nunca dio indicios de ser un joven conflictivo; pero sí confesó que “empezó a acosarla mucho, le mandaba muchos regalos para que regresaran”.
Hace una semana, Allan entró en la vivienda de la Ana y tras reiterados intentos de retomar su relación sentimental que había culminado en el pasado, terminó con la vida de Ana María.
El joven feminicida es una persona que norma su conducta por los mandatos patriarcales: los hombres son el centro, mandan y no aceptan un “NO” como respuesta. La muerte de Ana María, una chica de solo 18 años, se encuentra en proceso de investigación.
Los feminicidios o asesinatos de mujeres por razones de género representan una de las manifestaciones más extremas y violentas de la desigualdad de género y la discriminación contra las mujeres.
Partiendo del origen social de la violencia de género, es innegable que la prevención de los feminicidios es una responsabilidad que recae en toda la sociedad. La violencia de género es un problema sistémico arraigado en estructuras sociales, culturales y económicas.
Los feminicidios suelen estar precedidos de violencia de género como abuso doméstico, violencia familiar y acoso sexual, lo que refleja la perpetuación de patrones de poder y control. La magnitud del problema es alarmante, y cada feminicidio representa una vida perdida y una o varias familias devastadas.
La prevención es la piedra angular de la lucha contra la violencia de género. Todas las personas podemos y debemos involucrarnos en la solución de esta problemática.
Pero, ¿cómo desafiamos al patriarcado para prevenir las violencias de género? Algunas acciones que nos permiten asumir un papel activo en la erradicación de la violencia de género son:
• Promover la eliminación de los estereotipos y roles de género tradicionales que contribuyen a la desigualdad y la violencia contra las mujeres.
• Demandar la disminución de la brecha salarial de género y la falta de oportunidades económicas para las mujeres que las mantienen en situaciones de dependencia económica y las hacen más vulnerables a la violencia.
• Denunciar los casaos de impunidad de agresores y feminicidas.
• Llevar a las aulas una educación con perspectiva de género que promueva valores de igualdad y respeto desde una edad temprana.
• Promover la conciencia social sobre la violencia de género.
• Participar en campañas para fortalecer la cultura de la denuncia, los servicios de apoyo psicológico y legal.
• Formar redes de apoyo para las víctimas.
• Exigir que se tomen medidas efectivas contra la violencia de género y se promueva cambios legislativos.
• Desafiar los comportamientos machistas y promover relaciones basadas en el respeto mutuo, especialmente, si eres hombre.
No obstante, la responsabilidad de prevenir los feminicidios recae en toda la sociedad. Solo a través de un esfuerzo colectivo podemos poner fin a esta grave violación de los derechos humanos: ¡Por Ana María, desafiemos al patriarcado!
¿Usted, qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA