CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Este 2023, la falta de lluvias trajo consigo críticas afectaciones al campo tamaulipeco, a sus siembras y productos que aún y cuando algunos no ocupan de agua en cantidad, resultaron con pérdidas graves que se traducen a millones de pesos.
Tal es el caso del cacahuate, que de 200 hectáreas que se producen en 4 municipios de la huasteca tamaulipeca, solo se produjeron de 30 a 40 en este año.
Ante esta situación, se solicitará a la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) en Tamaulipas que para el año 2024, se le dote de un riego para garantizar una buena producción que genere empleos, derrama económica y sustento a las familias de quienes dependen de este cultivo.
“La sequía ha afectado mucho la producción de cacahuate pues de 200 hectáreas haga de cuenta que saldrían 30 o 40 cuando mucho”.
“Quiero resaltar las bondades del cacahuate, que es poca la inversión y mucha la ganancia así que entrarían muchas divisas de Nuevo Leon que es el que nos compra el cacahuate muy bien pagado, pues la tonelada ronda entre los 40 a 50 mil pesos.
Pero bueno esperamos que el año que entra se apoye mucho al cacahuate y veamos las condiciones para que tengan riego y que se conserve más su producción”, expuso Esteban Ruiz Lozoya, dirigente de la organización política y campesina Emiliano Zapata.
La producción de dicha legumbre, empieza empieza entre los meses de mayo y junio, pero se quiere reprogramar a los meses de febrero y marzo para tener mejores beneficios como lo es agua para riego.
Y aunque exista muy poca agua en el Estado, si se autoriza algún volumen para este cultivo se habría de supervisar de una forma estricta.
“El cacahuate lo sembramos entre Mayo y junio pero platicar con el señor secretario para que se dé entre febrero y marzo y ser ya bien claro con que se puede apoyar y con que no para no perder esa fuente de empleos, son de 10 a 11 trabajadores por hectárea pues está afectando la economía de nuestro estado”.
“Entonces si es necesario, aunque tengamos muy poca agua, tener en riego pero supervisarlo”.
Por Antonio H. Mandujano