La confirmación de la renuncia de Guillermo Mendoza Cavazos a la rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es un paso más en la estrategia puesta en marcha hace poco más de un año, para ir quitando espacios de poder al cabecismo.
Es un movimiento explicable desde el punto de vista del control que quienes llegan al poder tiene que suceder. Para tener todos los hilos que manejan los sectores y factores de peso político y social, se requiere de la coincidencia en los objetivos.
Claro, la forma dice mucho y tradicionalmente en Tamaulipas, cada que hay un cambio de gobierno suceden relevos en las instituciones más importantes, entre ellas la UAT.
No es que se justifique lansalid de los rectores que están en funciones cada que llega un nuevo gobernador, pero sí es preciso decir que se necesita de un pleno entendimiento para poder avanzar en los objetivos.
Por eso era esperada la salida de Guillermo Mendoza de la UAT, a la cual llegó como rector durante el último tramo del gobierno de Cabeza de Vaca, como ariete para desplazar el entonces titular de la máxima casa de estudios y como avanzada de la cofradía cabecista para el manejo de los millonarios recursos de la institución.
Pero era inevitable que se diera por hecho que los días de Mendoza Cavazos como rector de la UAT estaban contados, porque sencillamente sus intereses e identificación estaban más con el pasado sexenio que con el actual.
Y bueno, lo que hace cosa de un mes era un rumor que corría desde algunas oficinas públicas de la capital y hasta en aulas del campus sur, se confirmó ayer con la renuncia del rector y las versiones de que el sustituto podría ser nombrado en breve.
No obstante, el relevo en la rectoría de la UAT no significa que haya cambios en la dinámica que tiene la institución y tampoco, que se vayan a paralizar las actividades. Será, sí, un movimiento administrativo pero que de aquí a unas cuantas semanas se reflejará en cambios sustanciales.
Algunas de las razones que se han argumentado para darle sustento al movimiento que causó la salida de Guillermo Mendoza tienen que ver con el manejo de los recursos financieros de la universidad y con presuntas anomalías, algo que viene desde el sexenio anterior.
El cambio en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es también la caída de una posición importante que el cabecismo tenía en el entramado de instituciones públicas del estado y envía un mensaje claro a quienes todavía no han podido ser removidos en el último año.
EL POSIBLE DESTINO DE OSEGUERA
Aunque hizo su registro de manera discreta y ha sido prudente en ese sentido, el Alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion no pierde de vista que cuando llegue el momento, tendrá que aplicarse a fondo para afianzar su posición como uno de los activos más importantes de Morena en el estado.
Adrián se registró en el proceso interno como interesado en la candidatura al Senado, algo que tendrá que definirse cuando el partido confirme los nombres de quienes podrán ser encuestados a partir del próximo año.
Oseguera es considerado un elemento que tiene una estructura territorial robusta en la zona sur, no solo en Ciudad Madero, pues posee ascendencia sobre miembros destacados que fueron o son integrantes del Consejo Estatal y del Nacional del partido.
Adrián es visto como uno de los primeros impulsores de Andrés Manuel en Tamaulipas y quien, con su triunfo hace cinco años en la Alcaldía de Ciudad Madero, abrió las puertas a la Cuatroté.
Ha hecho un gobierno que tiene a Madero en una lista donde aparecen las ciudades costeras donde el Presidente López Obrador tiene altas calificaciones, además de que el mismo Alcalde ha ocupado en diversas ocasiones algunos de los primeros sitios entre más de cien evaluados.
Quienes observan la trayectoria de Oseguera en el sexenio de la Cuarta Transformación y reconocen el papel que jugó para que Morena creciera en este lapso tomando como ejemplo lo realizado en Madero, consideran que tiene el perfil y los atributos suficientes para que el partido apruebe su registro y a partir de enero lo veamos en la lista de quienes serán encuestados para definir la candidatura al Senado el próximo año.
LA OPOSICIÓN MADERENSE SE VE ALINEADA
En donde no se ven conflictos hasta ahora, es entre los aspirantes de los partidos que integran el Frente Amplio por México (PAN, PRI, PRD), pues quienes se han apuntado para participar en los procesos internos de cada uno de ellos hace su trabajo, sin que se pongan obstáculos.
Así, del lado del PAN sigue apretando el paso el diputado Carlos Fernández Altamirano, quien se ha colocado adelante del grupo de panistas que quiere buscar la candidatura a la Presidencia Municipal, pero no aflojan el paso el dirigente del partido, Francisco Castañeda y la excoordinadora municipal de César “Truco” Verástegui, Alba Alicia Verástegui.
La alineación de la que hablo trata de la coincidencia para trabajar internamente en su propia proyección, pero sin que eso signifique que se bloqueen en la carrera por la nominación.
Saben bien que solamente es una candidatura a la Alcaldía y dos a diputaciones locales, además de la posibilidad de buscar la federal, de ahí que lo mejor que están haciendo -y lo saben-, es llevar la fiesta en paz.
Por parte del PRI, aunque no es militante, el magistrado Andrés González Galván ha aumentado el número de reuniones en colonias populares, con reuniones en las que habla con los habitantes de algunas ideas para buscar el mejoramiento de la calidad de vida de la gente, de la visión de Ciudad Madero y de las posibilidades de lograr la candidatura a la Alcaldía por el Frente.
En el PAN y PRI son menos los aspirantes que en Morena, pero no por eso están exentos de que surja un conflicto por el reparto de las posiciones. Sin embargo, como decía, hasta ahora no hay indicios de diferencias insalvables.
POR TOMÁS BRIONES
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