La temporada más colorida y que mayor dinero demanda está aquí, las fiestas decembrinas. Y con ellas han llegado la emoción de la economía por aumentar nuestro consumo y hacer uno que otro cambio en nuestros patrones de consumo. En este momento donde nuestros bolsillos sufren algunos contratiempos e incluso puede que pongamos nuestras finanzas familiares en jaque. Es por esta razón que una de los principales elementos que se deben conocer sobre las ofertas y promociones, ya que de ese modo es posible aprender a identificarlas y hacer compras inteligentes.
De acuerdo con la edición número sesenta y ocho de la revista del consumidor, una oferta es un descuento directo sobre el precio neto de un producto por un tiempo determinado. Mientras que, una promoción es un incentivo de compra, el cual usualmente conlleva un producto adicional al que de forma inicial queríamos comprar.
Para comprender mejor, veamos un ejemplo. Supongamos que iremos a comprar un juguete cuyo precio es de 600 pesos, así que para saber si es mejor acceder una oferta o una promoción hay que hacer un cálculo sobre el precio unitarios de ese producto. Vemos un juguete que tiene 60 por ciento de descuento, eso implica que se pagará el 40 por ciento del producto, lo que se traduce en un pago de 240 pesos. A su vez esto se traduce en que ahorraremos 360 pesos por ese juguete.
Siguiendo el mismo ejercicio, si la oferta implica un descuento de 50 por ciento significa que se estaría pagando 300 pesos por ese juguete; y, en caso de que la oferta fuese de un 40 por ciento de descuento, significa que pagaríamos 60 por ciento del precio del juguete, que representa 360 pesos y un ahorro de 240 pesos.
Pero, si en caso de una oferta nos topamos con una promoción que implica un 2×1, esto se traduce en que estaríamos pagando el 50 por ciento del juguete que vamos a comprar y un ahorro de 300 pesos. En este caso, convendría recurrir a una promoción de 2×1, en lugar de 40 por ciento de descuento directo.
Otro caso que se vuelve muy popular en esta temporada son la promoción de 2do a mitad de precio, este tipo de promociones implica pagar el 75 por ciento de nuestro juguete; esto implica que se hará un pago de 450 pesos y un ahorro de 150 pesos. En este segundo caso convendría recurrir al 40 por ciento de descuento directo.
Lo importante entre una oferta y una promoción es saber cuál será el monto que se está ahorrando. Pero, lo realmente relevante a tener en cuenta es si dicho producto, en el ejemplo un juguete, se necesita en realidad. Debido que, en muchas ocasiones, aunque pareciera que estamos ante una verdadera oferta, la realidad es que no se necesita y se terminará comprando algo que podría generar un revés financiero y afectar nuestras finanzas corto y mediano plazo.
Así que, en esta temporada evita comprar por impulso y pregúntate si es realmente necesario; haz una lista de compras, de esta manera asignarás un presupuesto que será realista a tus finanzas; compara precios, procura no dejar todo hasta el final y toma el tiempo de comprar el precio en diversos lugares; no compres más de lo que necesitas, esto puede llevarte a comprar cosas que podrían no ser realmente útiles; analiza tu forma de pago y elige el que más te convenga; aunque sea una promoción u oferta, siempre verifica la calidad del producto que estás adquiriendo; y, finalmente, asegúrate que en verdad sea una oferta y no caigas en falsa publicidad o engaños por parte de la tienda.
Recuerda que cuidar tus finanzas familiares son de suma relevancia, sobre todo en esta época del año. Y, si hay algún problema puedes acudir a Profeco, quienes te ayudarán en caso de existir algún problema con un proveedor, no se respeten las cantidades, precio, términos o condiciones en las que dicha compra se lleva acabo.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ