TAMAULIPAS.- Hablar de la historia de la fotografía en Tamaulipas, es remontarnos a las épocas de los gobiernos del general Santa Anna. Sobre este novedoso modo de plasmar para la posteridad una imagen, el periódico El Sol de Tamaulipas, editado en el puerto de Santa Anna de Tampico, anunciaba en una de sus páginas de su edición del 26 de mayo de 1842, que don Francisco Cervantes tenía el honor de manifestarle al público, que estaba a la disposición de las personas que decisión, según él, “duraba el brevísimo espacio de 45
a 60 segundos, y por el módico precio de ocho pesos, entregando la lámina colocada en su respectivo cuadro”. Este personaje estaba disponible a cualquier hora del día en la Lonja Mercantil. Con el paso de los años, un sinnúmero de personajes se dedicó a ese lucrativo oficio, acrecentándose en tiempos de la intervención francesa y el porfiriato. Es precisamente, a fines de esta etapa, cuando llega a Matamoros el fotógrafo del que hoy hablamos.
AMELIA MEDRANO, la Matamorense que robó el corazón del fotógrafo gringo
¿QUIÉN FUE ROBERT RUNYON?
Nació en Catlettsburg, Kentucky, el 28 de julio de 1881, siendo sus padres Flayde Runyon y Elizabet R de Runyon. De joven tuvo un trabajo como empleado de jardinería para el Norfolk & Western Railroad.
A principios de 1900, escribió y publicó un panfleto instructivo titulado “La guía del espejo”. El panfleto se vendió por $ 1.00 y explicaba cómo platear espejos, astillas, grabados, papel de aluminio y relieve de vidrio. Se casó con Norah Young, el 16 de septiembre de 1901, en Ironto, Ohio. Tuvo un hijo, William, quien nació el 6 de agosto de 1904 en Ashland, Kentucky, donde Robert había comenzado un empleo como vendedor de seguros. El 3 de diciembre de 1908, su esposa muere. En un esfuerzo para sobreponerse de la perdida, encargó a su hijo con los padres de su difunta esposa y emigró a Nueva Orleans, y después a Houston, Texas en busca de empleo. En el sur de Texas encontró un trabajo para la Gulf Coast News and Hotel Company. Su trabajo consistía en viajar en el tren de la empresa ferroviaria “St. Louis-Brownsville-México Railey” en una ruta particular, vendiendo periódicos y bocadillos a los viajeros.
Pasaron solo un par de meses hasta que Runyon fue ascendido a gerente de una cafetería y tienda de curiosidades en Brownsville, que todavía forma parte de Gulf Coast News and Hotel Company. Ahí alquiló una habitación cerca al depósito de trenes de Brownsville y trajo a su hijo a vivir con él en 1910.
SU LLEGADA A TAMAULIPAS
Tiempo después, en 1912, Robert Runyon conoció a la encantadora Amelia Leonor Madrano en Matamoros, hija de don José T. Medrano y de doña Felicitas Longoria, casándose con ella el 3 de julio de 1913, en el juzgado civil de la ciudad fronteriza. Robert y Amelia tuvieron cinco hijos: Lillian, Amalia, Virginia, Robert y Delbert. Runyon estableció en Matamoros una pequeña tienda de fotografía comercial, tomando fotos de turistas y soldados con sus familias. Por las noches, Amelia ayudaría a su esposo con el desarrollo de las fotografías tomadas durante el día.
LO ALCANZÓ LA BOLA DE 1913
La vida se volvió muy emocionante para Runyon a partir de 1913, cuando los revolucionarios carrancistas tomaron Matamoros. Ahí pudo retratar al general Lucio Blanco atacando al ejército federal. Runyon procedió a fotografiar edificios en ruinas, cadáveres, fusilamientos y otros eventos sangrientos. El concepto del corresponsal de guerra era nuevo en ese momento. Los periódicos en Houston,
San Antonio y Nueva York le pagaron a Runyon para tomar fotos para su cobertura de guerra. Su colección fotográfica de este período, se encuentra dentro del Centro Dolph Briscoe en la Universidad de Texas en Austin.
ANDUVO EN CIUDAD VICTORIA
El 14 de noviembre de 1913, el general Pablo González y sus tropas se encontraban en la villa de Güemes, y desde ahí trazó las disposiciones para el ataque a Ciudad Victoria. Allí exhortó a sus hombres a tener el valor suficiente para coronar con éxito su objetivo. Eran los tiempos en que la capital de Tamaulipas estaba en poder del gobernador huertista Rabago.
Con los revolucionarios venía ni más ni menos, que el joven Robert Runyon, quien, dejando la comodidad de Matamoros, y contratado como corresponsal de guerra por varias agencias gringas, presencio la batalla por Victoria en noviembre de 1913. Con su cámara, Runyon tomó las fotografías que más conocemos sobre los combates de la capital tamaulipeca, retratando tanto a los revolucionarios como a los federales rendidos a fuera de la actual presidencia municipal, fotos del cuartel, del cementerio, de la estación y demás.
En los meses siguientes, cubrió otros frentes en la república, teniendo la fortuna de tomar algunas fotos al famoso Pancho Villa, quien posó para su lente a lado de sus generales Rodolfo L. Fierro y Toribio Ortega. Runyon convirtió muchas de las fotografías en
postales, que se vendieron como pan caliente en todo Estados Unidos y México. Durante este tiempo, también captó en imagen la vida cotidiana de los mexicanos, las corridas de toros y demás actividades sociales.
LA BOTÁNICA, SU OTRA PASIÓN
A partir de finales de 1920, Runyon se convirtió en un botánico aficionado de éxito, descubriendo nuevas especies y acumulando un herbario privado masivo. Escribió varios libros al respecto. Runyon fue miembro fundador de la Cactus and Succulent Society of America y se desempeñó como vicepresidente regional en 1942 y en 1945. También participó en la Academia de Ciencias de Texas, la Sociedad Botánica de América, el Torrey Botanical Society, la Sociedad Estadounidense de Taxónomos Vegetales, y en la la International Association for Plant Taxonomy.
SU VIDA DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN
En 1927, Runyon se asoció con su cuñado, José Medrano, para abrir una tienda de curiosidades en Matamoros. Tres años después, también abrieron una tienda de curiosidades en Brownsville. Los años de la Gran Depresión en la década de 1930, dejaron a Brownsville en bancarrota. Debido a las excelentes habilidades comerciales de Runyon, fue nombrado City Manager de Brownsville en 1937. Durante los siguientes 40 meses, el “torbellino tormentoso” de la política de Brownsville, como se conocía a Runyon, trajo a la población de vuelta a la riqueza. Fue elegido alcalde en 1941 y estaría involucrado en política el resto de su vida, muriendo en dicha ciudad el 9 de marzo de 1968.
SU LEGADO A LA HISTORIA GRÁFICA DE TAMAULIPAS
Las fotografías de Robert Runyon durante la revolución, representan un relato generalmente imparcial de los acontecimientos en el noreste de México desde 1913 hasta 1916. Trescientas cincuenta imágenes únicas en la Colección Runyon documentan un capítulo de la revolución que él presenció en Matamoros, Monterrey, Ciudad Victoria y el área fronteriza de Texas y sus alrededores. En Matamoros, Runyon fotografió a los ejércitos constitucionalistas, así como a las principales figuras militares de la campaña. El 4 de junio de 1913,
el día después de que el general Lucio Blanco y sus fuerzas rebeldes capturaron la guarnición federal en Matamoros, Runyon se movió por toda la ciudad fotografiando a los soldados victoriosos, las bajas federales y las ejecuciones políticas. Runyon también anduvo por Reynosa. Una de sus imágenes más famosas, fue el fusilamiento del coronel federal Antonio Echazaretta, de veintitrés años, quien, como voluntario, encabezó el contingente de civiles que defendieron la ciudad. Muchos estadounidenses asistieron a la ejecución, incluido el cónsul de EE. UU., Jesse H. Johnson.
SU FAMILIA DONÓ SU COLECCIÓN A LA UNIVERSIDAD DE TEXAS
El 28 de enero de 1988, el Porvenir de Monterrey, publicó en sus páginas que el día 27, la familia del difunto fotógrafo, donó a la Universidad de Texas en Austin, la valiosa colección sobre la revolución mexicana y el desarrollo del valle del Rio Grande.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ
EXPRESO/ LA RAZÓN