MÉXICO.- El plomo puede resultar un veneno invisible cuando hay una exposición constante, y es que este metal puede llegar a causar problemas en casi todos los órganos y sistemas del cuerpo sin que la persona note su presencia en el cuerpo. De ahí que con el paso de los años se haya ido reduciendo su uso en diversos puntos del mundo.
En México, según los reportes oficiales, la fuente más común de exposición a este elemento tóxico se encuentra en inofensivas vajillas, ollas, tazas, tarros e incluso vasos decorados y hechos a mano: se trata de la alfarería de barro vidriada.
El problema con estas piezas no es el barro en sí mismo, sino el esmalte que se utiliza para darles su particular brillo, pues en algunas técnicas, la mezcla contiene plomo. Dado que esta sustancia no queda fija a la pieza, al usarlas se van liberando partículas que terminan contaminando las bebidas y alimentos.
Ante las implicaciones que esto puede tener en la salud, desde 2018, la Secretaría de Salud (Ssa), a través de Cofepris, implemento una serie de medidas para erradicar el uso de plomo en el esmaltado de la loza vidriada, entre ellas la Estrategia para el Manejo Integral del Plomo en las Regiones Alfareras de la República Mexicana.
Asimismo, dos años después de estas acciones, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió una serie de consejos con el propósito de ayudar a las personas a detectar a tiempo una posible fuente de envenenamiento.
Vinagre blanco
Existe una técnica muy sencilla que recomienda la Profeco y que se puede realizar desde casa. Consiste básicamente en llenar al menos 25 por ciento de la capacidad de la pieza con vinagre blanco, o en su defecto, sumergir una parte de la misma en el líquido.
Pasadas 24 horas con el vinagre, se debe lavar la pieza (ya sea olla, tarrito o plato). Luego de secarla hay que ver si no sufrió un deterioro en la superficie: si hay pérdida de brillo y la textura parece rasposa lo mejor es no volver a usarla para alimentos y bebidas, pues la reacción es una indicación de que contiene plomo.
Rodizonato de sodio
Esta prueba se realiza en laboratorios, de hecho, ayuda a la detección de plomo en balas y casquillos.
Consiste en mezclar una pequeña gota de solución de rodizonato con vinagre blanco. Esta sustancia se utiliza para mojar un hisopo con el cual se frotará la superficie de la pieza. Si este cambia a color quiere decir que tiene plomo.
Vinagre y yoduro de potasio
Puede que esta prueba tome un poco más de tiempo y dinero dado que es más complicado conseguir una de las sustancias requeridas.
Primero hay que mezclar 100 ml de vinagre blanco con la misma cantidad de agua, posteriormente se agrega a la pieza y se pone a hervir 10 minutos.
Una vez fría la mezcla se pasa a un recipiente transparente y se agrega una pequeña cantidad de yoduro de potasio. Si la mezcla cambia a color amarillo quiere decir que hay presencia de plomo.
Expertos como Rafael Carbajal, ingeniero bioquímico e investigador en el Tecnológico Nacional de México, señalan que, pese a la creencia popular, las técnicas para ‘curar’ las ollas u otros recipientes de barro no sirven para eliminar el plomo de ellas, por lo que si dan positivo a alguno de los test es recomendable no volverlas a usar para poner alimentos y bebidas.
Y es que este metal es un elemento, así que no se degrada, por lo que es mejor evitar cualquier tipo de exposición, como explica la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ATSDR, por sus siglas en inglés).
Alimentos para disminuir la absorción de plomo
El barniz de las piezas de barro no es la única fuente de plomo: pintura vieja, polvo, suciedad, cerámica, maquillaje, juguetes, algunos remedios caseros e incluso el agua pueden contener este metal, lo que lo convierte en un peligro silencioso.
Es por ello que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses recomiendan algunas medidas para evitar el contacto con este elemento, como:
– No permitir que los niños muerdan o pongan la boca en superficies que puedan haber sido pintadas con pintura a base de plomo.
– En caso de vivir en un área contaminada con plomo, lavar manos y la cara de los niños con frecuencia para quitar el polvo y la tierra con plomo
– Limpiar regularmente la casa para sacar el polvo y la tierra contaminado que haya entrado
– Algunas tuberías de agua pueden contener plomo, por lo que se debe evitar beber agua proveniente de esa fuente
A estas medidas ayudan acciones de prevención, por ejemplo, según la información de la Universidad Estatal de Michigan, una buena alimentación puede ayudar a limitar la absorción de plomo en el cuerpo, por lo que se recomienda el consumo de estos nutrientes:
– Hierro: Carnes rojas, pescado, pollo, vegetales de hojas verdes como la espinaca, col rizada, y berza, cereales, panes, pastas integrales, frutas secas, frijoles, arvejas y lentejas .
– Vitamina C: Frutas cítricas y sus jugos, como naranjas y toronjas, tomates y jugo de tomate, vegetales como chiles, broccoli, papa, coles de Bruselas y más, frutas como melones, fresas, peras, sandía y más.
– Calcio: Leche y lácteos, como queso y yogur, vegetales de hojas verdes como espinacas, col rizada, y berza, jugo de naranja enriquecido con calcio, queso de soya, salmón enlatado y sardinas -con huesos.
¿Plomo en la sangre?
Actualmente existen análisis que permiten saber cuánto plomo hay en la sangre de una persona, con especial énfasis en los niños y niñas, ya que el metal impacta aún más en su organismo.
De hecho, puede afectar el proceso de crecimiento, el comportamiento y la capacidad de aprendizaje, todo dependerá del nivel de plomo que se encuentre en el organismo.
– 0-4 μg/dl: Indica muy poco plomo en la sangre del niño.
– 5-14 μg/dl: señala que el nivel de plomo en la sangre del niño es alto por lo que se requiere tomar medidas.
– 15-44 μg/dl: El nivel de plomo en la sangre del niño es bastante alto por lo que médico deben tomar medidas urgentes.
CON INFORMACIÓN DE MILENIO