Hace unos pocos días un grupo de amigos estuvimos platicando acera de los graves problemas que veíamos en el país, empezando por la seguridad. Uno de ellos mencionó el problema del agua, en ese momento a mí no me pareció tan problemático, “…es un problema técnico que tiene solución …” -le dije- .
“La seguridad es la que veo muy compleja, tiene raíces muy profundas con la corrupción y la falta de estado de derecho” -le dije- y dejamos el tema a un lado. Sin embargo, durante los siguientes días estuve reflexionando al respecto.
De acuerdo con la fundación AQUAE en el planeta existen unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua.
Ni la cantidad ni la distribución del agua en la Tierra no han cambiado significativamente en los últimos dos mil millones de años. Sin embargo, el 97% del agua salada que se encuentra en los océanos, y el 2% permanece congelada principalmente en Groenlandia y la Antártica y un veintidós por ciento de esta porción del agua es subterránea.
El 1% restante es de donde nos surtimos para nuestro consumo diario. Revisando el informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo emitido el año pasado por la UNESCO y ONU-Agua (htps://www.unesco.org/ reports/wwdr/2023/es/download) que en la actualidad afecta a entre dos mil y tres mil millones de personas, pero que en las próximas décadas será más grave y golpeará a más países. Estados Unidos consume más de 1300 millones de litros de agua diarios.
Los norteamericanos consumen cinco veces más agua que los europeos. El 90% del agua usada en países en vía de desarrollo vuelve a los ríos sin ningún tipo de tratamiento.
Cada día, el Sol evapora más de un billón de toneladas de agua, que permanece en la atmósfera hasta que vuelve a la superficie en forma de precipitaciones.
El gran problema es la gestión del agua que se sigue manejando como hace 450 años de acuerdo con el maestro Roberto Constantino de la UAM, cada día hay mas agua contaminada en el planeta y la extracción de aguas subterráneas, lo que además ya provocó un movimiento del eje terráqueo de acuerdo con registros tomados entre 1993 y 2010.
Tan está claro, que el senador Ricardo Monreal ya avisó que para 2024 habrá necesidad de llevar a cabo racionamiento en 75 zonas metropolitanas del país.
Para el 15 de enero, de acuerdo con el Monitor de la Sequía de la CONAGUA (htps://smn.conagua. gob.mx/es/climatologia/monitor-de- sequia/ monitor-de-sequia-en-mexico) ya hubo sequía en 2277 municipios.
En la Ciudad de México se implementó el “tandeo” como forma de distribución afectando a 284 colonias.
En el caso de la zona Tampico-MaderoAltamira tenemos múltiples problemas que han ido surgiendo a los que no se les ha dado solución.
Este mes la Laguna del Chairel está plagada de lirio acuático, solo se cuenta con dos plantas de tratamiento de aguas residuales, la falta de mantenimiento y modificación de la infraestructura ha causado contaminación del agua dulce como el caso del Camalote que se contaminó con agua salada, se requiere sanear áreas como el antiguo tiradero de basura El Zapote, como uno de los factores de contaminación.
Por otra parte, la temperatura en la zona propicia cantidades de evaporación muy importantes, en julio del año pasado, el nivel del sistema lagunario bajo 13 centimetros en un solo mes. Existen soluciones y con la tecnología actual se pueden obtener resultados que le den sustentabilidad a la zona, pero ni a los gobiernos, ni a los ciudadanos nos parece importar hasta que se nos presenta una crisis.
Le agradezco a mi amigo Efrén Pazzi, ingeniero bien enterado y preocupado del tema que me haya hecho reflexionar. Que razón tuvo el secretario general de la ONU, António Guterres cuando dice en el informe de la ONU que: “la humanidad se ha embarcado ciegamente en un camino peligroso” y “todos sufriremos las consecuencias”.