El viernes 15 de marzo se abre el plazo para que las coaliciones y los partidos políticos que se enfrentarán en las urnas, registren a sus candidatos para las alcaldías y las diputaciones locales.
En el primer caso, la lista está casi completa, salvo por dos municipios: Reynosa y Victoria, donde Morena sigue en pleno proceso de negociaciones para no llegar a la competencia en medio de una guerra civil entre las diferentes tribus de la 4T.
En las demás ciudades de Tamaulipas, ya están armados los enfrentamientos, y en el papel -a falta de que empiecen las campañas y se conozca de qué están hechos los candidatos- los pronósticos apuntan a que la geografía política no tendrá mayores cambios a partir de octubre del 2024.
Nuevo Laredo, a juzgar por lo que dictan las encuestas, seguirá siendo un bastión morenista bajo el control político de Carmen Lilia Canturosas, que no tendría mayores problemas para vencer a Yahleel Abdala, lo mismo que Carlos Enrique Canturosas para derrotar al candidato panista, Manuel Canales, en la contienda por el distrito 01.
En Reynosa, muchas señales apuntan a que no se permitirá la reelección de Carlos Peña Ortiz porque las cifras que han arrojado las encuestas revelan muy bajos niveles de aceptación entre la población.
La confianza de los altos mandos de Morena es que apuntalar a un nuevo candidato les alcance para vencer a la alianza opositora que pareció entregar la ciudad desde que postuló a Luis René Cantú.
Sobra recordar la trascendencia política de Reynosa por contar con el padrón electoral más grande del estado, por lo que la 4T -afirman desde sus cuartos de guerra- se está tomando muy en serio la selección de su candidato.
Finalmente ayer se confirmó que será Alberto Granados, el candidato por la alcaldía de Matamoros, donde se enfrentará con la ex alcaldesa Lety Salazar.
Ahí, sí -en sentido contrario a lo ocurrido en Reynosa y Nuevo Laredo- la oposición puede presumir de haber encontrado a una candidata muy competitiva que no se la pondrá fácil al diputado local con licencia.
En Victoria, cualquier pronóstico por el momento pudiera resultar ocioso, porque son muchas las hipótesis que van y vienen sobre la candidatura de Morena, con perfiles tan distintos, lo que de hecho reviste de mucha relevancia la decisión final de la Comisión Nacional de Elecciones de ese partido.
Finalmente, el fin de semana se destrabaron los acuerdos pendientes para conocer los nombres que aparecerán en las boletas de la zona conurbada.
En Madero, será el panista Carlos Fernández quien enfrentará a Erasmo González Robledo por Morena.
El pacto político -forzado y a regañadientes- entre el diputado federal con licencia, y el alcalde Oseguera, ayudaría a que la 4T mantenga su dominio en ese municipio sin mayores complicaciones.
En Altamira, Armando Martínez tampoco tendrá problemas para reelegirse frente a Miguel Gómez Orta, a quien mandaron a perder.
La pelea por Tampico se puso interesante. La designación de Mónica Villarreal Anaya que competirá contra Rosa González Azcárraga, le añadió a este municipio un nivel de competencia que no tenía con la eventual candidatura de Úrsula Salazar Mojica.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES