Tras la Convención de Aguascalientes, la familia revolucionaria que había derrotado a Victoriano Huerta se dividió en dos bandos con diferentes proyectos de nación: convencionistas y constitucionalistas.
Esta disputa entre Francisco Villa y Venustiano Carranza, desencadenaría a fines de 1914 una terrible y cruenta guerra civil.
La heroica e inesperada resistencia hecha por los carrancistas en la estación El Ébano, S.L.P. había impedido que los villistas tomaran Tampico, situación que preocupó a Pancho Villa, por lo que a mediados de marzo de 1915 se trasladó a Monterrey e ideó junto con Felipe Ángeles la forma de flanquear la estación potosina a través de territorio tamaulipeco.
OFENSIVA SOBRE TAMAULIPAS
El diseño de la ofensiva contra Tamaulipas consistiría en mandar tres columnas: Orestes Pereyra, avanzaría sobre Nuevo Laredo; José E. Rodríguez sobre Matamoros, y Máximo García sobre Ciudad Victoria.
Para su encomienda, Máximo García contaría con el apoyo del general duranguense Severino Ceniceros y del tamaulipeco Alberto Carrera Torres,
pues el control de la capital seria crucial para establecer una ruta alterna sobre Tampico. En su avance sobre Victoria, la columna de mil quinientos villistas, derrotó a los carrancistas en Garza Valdez, Jarita y Las Rusas.
El 16 de abril de 1915 forzarían el Puerto del Aire, que durante meses había mantenido cerrado el general Cesar López de Lara, desbordando a los carrancistas, quienes huyeron a Villa de Casas, para después refugiarse en Padilla; donde los alcanzaría días después el gobernador Luis Caballero, quien había evacuado la capital el 18 de abril.
MÁXIMO GARCÍA ASUME LA GUBERNATURA
Tras esta victoria, el mismo 16 de abril, Francisco Villa designó a Máximo García Contreras como gobernador convencionista de Tamaulipas, ocupando Ciudad Victoria el día 20.
Una de sus primeras disposiciones como mandatario fue la persecución de Caballero, destacando un fuerte contingente el día 23 sobre Padilla, población donde se habían refugiado los constitucionalistas.
La expedición fracasaría, muriendo en el asalto el coronel villista Madrid. Máximo García se impuso por medio de las armas de una pequeña zona de Tamaulipas, cuyos municipios eran de influencia carrerista: Ciudad Victoria, Tula, Jaumave, Palmillas, Miquihuana, Bustamante, Llera, Gómez Farías, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, Xicoténcatl, Ocampo y Quintero; sumándoles a estos el municipio de Reynosa, el cual fue tomado por el joven general José E. Rodríguez.
El gobierno de García no pudiendo afianzarse ni en esos, ni en los demás municipios, pues los carrancistas sostendrían un permanente asedio sobre ellos, principalmente sobre Victoria, aunado a que sus compañeros fracasarían las campañas sobre Nuevo Laredo y Matamoros.
JAMÁS DESPACHÓ EN PALACIO DE GOBIERNO
Una de las curiosidades de Máximo García como gobernador, fue que jamás pisó Palacio de Gobierno, pues instaló sus oficinas a bordo de un vagón de ferrocarril, despachando desde la estación. Es preciso aclarar, que en 1915 el palacio se localizaba en el edificio en el que actualmente se localiza la presidencia municipal de Victoria.
Después de los descalabros de Francisco Villa en Celaya, el 7 de mayo el alto mando ordenó a Alberto Carrera, quien combatía en Nuevo León, presentarse a Ciudad Victoria.
A su llegada el gobernador le entregó la situación de la ciudad, saliendo con destino a Monterrey.
Junto con el gobernador villista saldrían varios civiles victorenses afines; algunos de ellos serían fusilados días después por los carrancistas, tras ser capturados en una estación entre Linares y Montemorelos.
El 11 de mayo las últimas fuerzas villistas que había en Victoria la desalojaban, abandonando a su suerte a Alberto Carrera Torres, quien según el historiador Joaquín Meade, fungiría como gobernador interino hasta el 27 de mayo de 1915.
Para esas fechas, la capital era la única población de importancia que tenía el villismo en Tamaulipas.
FRACASA EL VILLISMO EN TAMAULIPAS
La intentona de tomar Tampico había fracasado, pues jamás pudieron llegar más allá de estación González.
Este debilitamiento permitió a Luis Caballero ordenar el avance de sus fuerzas sobre Victoria. El 15 de mayo José Carillo, atacó estación MÁXIMO GARCÍA y su estado mayor González, defendida por 800 soldados de Cedillo, causándoles una severa derrota.
El 24 de mayo el general Fortunato Zuazua derrotó a las fuerzas cedillistas que guarnecían Xicoténcatl, prosiguiendo su marcha hacia Ciudad Victoria, donde la situación era cada día más complicada para el gobierno villista de Carrera.
El 27 de mayo Alberto Carrera Torres es derrotado en Santa Engracia por las tropas de López de Lara, por lo que se ve en la necesidad de evacuar Victoria, retirándose a Jaumave.
Con esto terminaba la campaña villista en Tamaulipas, aunque Alberto Carrera Torres resistiría en su región algunos meses más con una pequeña hueste.
MÁXIMO GARCÍA SIGUE A VILLA
Sobre el destino de Máximo García, se sabe que sería reconocido por Villa como gobernador hasta el 9 de junio y que junto a su brigada “Madero” combatió heroicamente en las acciones del bajío.
El 24 de julio de 1915, en Lerdo, Durango, el ex gobernador tamaulipeco se casó con la señorita Carmen Torres Contreras, siendo padrinos y testigos del enlace, el general Francisco Villa y su esposa Luz Corral de Villa.
Como dato curioso, referido por Paco Taibo II y confirmado por un servidor en el acta de matrimonio del general, el centauro del norte firmó de testigo nupcial como “Doroteo Arango”.
Para Taibo, esto se debe a que Villa pensaba que, en un acto legal como ese, debería usar su nombre real.
Por cierto, la fiesta en Lerdo duró tres días, con baile incluido, y Pancho bailó felizmente con doña Luz Corral. Villa se quedó en Durango hasta el 31 de agosto de 1915, en plena decadencia de su movimiento, y tuvo que abandonar la entidad para trasladarse a Chihuahua, y planear una expedición a Sonora, la cual realizó meses después. A su salida de su entidad natal, nombró a su ahijado Máximo García como gobernador de Durango.
Con el apoyo de algunos tepiqueños al mando del general Rafael Buelna, Máximo García permaneció en el poder de Durango, hasta el 28 de octubre, cuando después de unos reñidos combates, es desalojado por las fuerzas del gobernador carrancista Domingo Arrieta, huyendo junto a Emiliano G. Sarabia y el resto de su tropa al pueblo de Canatlán.
Máximo continuó en pie de lucha, defendiendo el villismo hasta que pudo, pero meses después, el 3 de diciembre de 1915, él y toda la guarnición que se encontraba en Escalón, Coahuila, se rindió al general Jacinto B. Treviño.
¿QUÉ FIN TUVO LA OFICINA MÓVIL QUE USO EN VICTORIA?
Tras ser desalojado de la capital de Durango, el gobernador Máximo García dispuso quemar los carros de ferrocarril de la estación, contándose entre esos, el pullman que usaba él, con el cual había viajado meses atrás a Ciudad Victoria, y que le sirvió de oficina móvil.
MÁXIMO GARCÍA REGRESA A TAMAULIPAS
Tras rendirse, se retiró del ejército, pero en 1920 se adhirió al Plan de Agua Prieta que encabezaba Álvaro Obregón y Adolfo de la Huerta. Una vez más como general activo, combatió la rebelión escobarista en 1929, originada por la sucesión presidencial.
Ese mismo año, el destino de Máximo García se volvería a entrelazar con Tamaulipas, pues es nombrado Jefe del Regimiento que guarnecía Ciudad Victoria, dándole el gobierno postrevolucionario de la entidad, el reconocimiento como ex mandatario estatal.
Don Rutilo Camacho Arias, en sus memorias, relata que, por esa época, él tenía tierras de agostadero en el municipio de Ocampo, en las cuales tenía la caballada del general Máximo García.
Según su testimonio, el ex gobernador tenia destinados para la remonta de las 300 bestias, un destacamento de diez hombres, y de vez en cuando iba personalmente al vergel tamaulipeco a supervisar sus caballos, entablando buena amistad con don Rutilo.
Estos caballos se los rentaba a las fuerzas militares de la zona, cobrando un peso diario por cada uno, pagándole a don Rutilo 300 pesos mensuales por el uso de sus pastizales.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ