Movimiento Regeneración Nacional (morena), como marca, luce favorito en el proceso electoral concurrente, aquí en Tamaulipas. Pero en el caso de la contienda por los dos escaños de mayoría relativa sus candidatos adolecen del arrastre suficiente para adjudicárselos. Los del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), por el contrario, han crecido; y quienes participan por la alianza ‘Fuerza y corazón por México’ siguen dando fuerte pelea.
Muy atrás se observa a los abanderados del Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Este mosaico lleva a conjeturar tres escenarios:
1) Una operación intensa, por parte de la estructura guinda, incluyendo al sector oficial, para orientar el voto del ‘clientelismo lópezobradorista’ (que es beneficiado con los programas sociales), a través del ejército ‘siervos de la nación’, en favor de Olga Patricia Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal.
No soy adivino para pronosticar si eso les alcance para el triunfo. Pero sí advierto que su campaña ha dejado mucho qué desear y podría llevarlos al fracaso, aunque, quedando en segundo lugar del escrutinio, ella entraría como senadora de primera minoría.
2) La preferencia electoral (ya en las urnas), para beneficiar a Eugenio Javier Hernández Flores, más que a su pareja ocasional (Maki Esther Ortiz Domínguez), según lo deduzco por el comportamiento ciudadano mostrado durante la campaña que todavía no concluye, pero ha marcado evidencia.
De mantenerse esta tendencia, por disposición de la ley electoral sería esa dupla quien se adjudique los dos escaños de mayoría relativa. Pero en caso contrario, situándose en segundo sitio al contabilizarse los votos sería ‘Geño’ senador de primera minoría.
3) Para alcanzar los dos escaños de mayoría relativa, los abanderados Imelda Margarita Sanmiguel Sánchez (PAN) y Arturo Núñez Ruiz (PRI), por necesidad electoral, obligados están a conseguir más de 700 mil votos, que son los requeridos en una lid de tal envergadura.
Es difícil la empresa, así lo creo. Sin embargo, Arturo no afloja el paso, ni pierde el piso, consciente de que aun ocupando (ambos) el segundo sitio del escrutinio sería su pareja ocasional quien vaya al Senado como primera minoría. Pese a todo, Núñez Ruiz le seguiría abonando al PRI.
Respecto a los abanderados del PT –Cendy Yarelly Robles Méndez y José Francisco Chavira Martínez–, pocas posibilidades se les ven de llegar a la Cámara alta por cualquier vía.
Y, menos, a los de MC: Andrea García García y David Carlos Feliciano Cordero Herrera, pese a que ella fue senadora en la LXIII Legislatura por el Partido Acción Nacional (PAN), en sustitución de Maki Ortiz cuando ésta se separó del cargo para ser candidata a la alcaldía de Reynosa (2016). Igual, por el membrete albiceleste.
Tres ‘fajadores’
En los 81 días de campaña, de los 90 que legalmente deben atender los 10 candidatos senatoriales, ha sido notorio el proselitismo (territorial) realizado por Olga, Eugenio y Arturo.
No así, el de sus compañeros ocasionales.
Esto confirma el oficio político que los tres adquirieron, como militantes del tricolor –Núñez Ruiz lo sigue siendo y ‘Geño’ no se ha definido–, donde abrevaron. Igual que Andrés Manuel López Obrador, quien fuera militante y dirigente estatal priista (en Tabasco) entre 1970 y 1988.
Merced a ese aprendizaje, Sosa Ruiz, Hernández Flores y Núñez Ruiz adquirieron las tablas que hoy los distinguen de los otros siete candidatos.
Actualmente representan proyectos distintos.
Dos (Olga y ‘Geño’), están con la Cuarta Transformación. Y Arturo con el cambio de modelo gubernamental del país.
Lastres que cargan
Hayan sido o sean copartícipes de acciones atroces para la democracia del país, los tres han sido señalados de:
+) Olga, mantener vínculos con el grupo ‘huachicolero’ comandado por el extinto Sergio Carmona Angulo y antes, con los porros de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), en Tampico;
+) Eugenio, por su relación con Tomás Yarrington Ruvalcaba y porque durante su régimen gubernamental creció la delincuencia en Tamaulipas, a niveles nunca vistos; y
+) Arturo, por haber tolerado un asalto al PRI cometido por vivales que han contribuido a su desintegración, como es su dirigente nacional –Rafael Alejandro Moreno Cárdenas– y una sarta de traidores más.
La alternancia
Hasta el 2012, el PRI ostentó los escaños senatoriales correspondientes a Tamaulipas. Los de mayoría relativa.
La alternancia inició con el arribo de Francisco Javier García Cabeza y Maki Ortiz, por lo cual Manuel Cavazos Lerma entró a la cámara alta vía la primera minoría.
En 2018, el doctor Américo Villarreal Anaya recuperó la plaza llevando como compañera de fórmula a María Guadalupe Covarrubias Cervantes. Y como primera minoría arribó al Senado Ismael García Cabeza de Vaca.
Al separare de cargo el galeno para competir por la gubernatura ocupó su lugar su colega Faustino López Vargas, quien falleció en 2022.
Entonces se convocó a elecciones, obteniendo el triunfo el tal ‘JR’.
En esta ocasión, ¿habrá continuidad de morena o nueva alternancia?
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_gg@hotmail.com
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