TAMPICO, TAM.- Con la demolición del inmueble donde operó en su momento el cine Tampico, se puso fin a un lugar que alguna vez reunió a miles de personas que deseaban pasar un buen rato para disfrutar de sus actores y actrices favoritos de la pantalla grande y obviamente de buenas películas.
Tampico llegó a contar con una importante cantidad de salas de cine, la mayoría ubicadas en la zona centro.
Sus nombres aún son recordados por los mayores de 40 años pero no significan nada para las actuales generaciones.
Plaza, Variedades, Olimpia, Alameda, Diana, Hilda (sí, como el ciclón del 55), Palmas, Gemelos 70, fueron algunos de los cines en los que se proyectaron películas de todo género, desde el drama, el terror y el suspenso hasta la acción, la fantasía y el romance.
Salas llenas en donde familias completas encontraban un punto ideal para reunirse y convivir, sin la distracción de los teléfonos inteligentes y las redes sociales.
De todo eso hoy quedan vestigios y en algunos casos no existe el inmueble para recordar el lugar de entretenimiento como los cines Tampico y Alameda.
Para el promotor cultural, Manuel Chirinos, los inmuebles que aún quedan en pie son una invitación a la nostalgia.
Reveló que en esos sitios vivió momentos de felicidad al dejarse atrapar por la magia del séptimo arte.
“Realmente esos cines son una invitación al pasado, un viaje a la nostalgia, hay una frase muy común, éramos felices y no lo sabíamos, me evocan la nostalgia, momentos de felicidad porque uno iba a esos cines a disfrutar, disfrutar de las películas que había en ese momento, recuerdo mucho que en el cine Hilda pasaban el matiné y recuerdo que era un cine muy bonito, diferente a todos los demás, un poquito más elegante, desgraciadamente después lo hicieron cine para adultos”, mencionó.
Recuerda con especial nostalgia la película Santo vs las mujeres vampiro, en la que el héroe aparece para enfrentarse a los malos, lo que provocó que el público se parara de su asiento a gritar totalmente emocionado.
A sus 10 años se dio cuenta que esa era la magia del cine.
Hoy los recintos que albergaron esas salas se han transformado o ya no queda huella de ellos.
El cine Alameda fue demolido y convertido en un edificio habitacional de tipo vertical.
Fue popular por su pantalla Vistarama, en los años setenta del siglo pasado.
Donde estuvo alguna vez el Hilda, hoy opera una iglesia cristiana.
El Diana funciona hoy como una tienda comercial mientras que el Variedades es ahora una tienda de telas.
El cine Olimpia aún tiene parte de su característica fachada pero terminó convirtiéndose en un inmueble aparentemente abandonado.
El inmueble donde se ubicaba el cine Plaza forma parte de conocido hotel ubicado a unos metros del palacio municipal.
Fuera del perímetro de la zona centro, se encuentra el Cine Atenea.
Se localiza en la colonia Guadalupe y hace algunos años se registró un incendio que terminó por arrasarlo.
En la actualidad solamente quedan vestigios de esos inmuebles que hoy solo son un recuerdo de una época dorada del cine.
Benigno Solís
Expreso La Razón