El 26 de julio empezaron los juegos olímpicos en Francia. Cada vez que inician unos juegos olímpicos me traen recuerdos de los juegos olímpicos que hubo en México en 1968, para un adolescente de 14 años ver el resumen de algunas de las competencias por televisión, donde se mostraba la enorme capacidad de los seres humanos como atletas era como ver el olimpo.
Aún recuerdo el resumen de los juegos donde el tibio Muñoz gano la medalla de oro en los 200 metros de nado de pecho alcanzando y dejando atrás al favorito y campeón del mundo Vladimir Kosinsky, o ver al sargento Pedraza entrar al estadio olímpico atrás de los soviéticos Volodimir Golubnichy ganador de cuatro medallas olímpicas y al campeón del Mundo de Marcha Atlética Nikolái Smaga, haciendo un gran esfuerzo logró rebasar a Smaga quedando a 3 metros del campeón mundial al llegar a la meta.
En esos juegos México ganó 9 medallas, 3 de oro, una de natación ganada por el tibio muñoz y dos en el boxeo ganadas por Ricardo Delgado y Antonio Roldán, 3 de plata y 3 de bronce.
En esas olimpiadas participó Dick Fosbury cambió por completo la técnica para el salto de altura logrando alcanzar una altura de 2.24 m .
Actualmente el récord lo tiene Javier Sotomayor con 2.45 m usando la misma técnica. Una atleta en especial llamó la atención del público, especialmente el mexicano quien la llamaría la reina de los juegos fue Vera Caslavska, gimnasta que representó a la entonces Checoeslovaquia.
Vera inició su participación en eventos internacionales en el campeonato mundial de Moscú en 1958 donde gano medalla de plata por equipo y su primera aparición en una olimpiada fue en Roma en 1960 donde ganó una medalla de plata también por equipo.
En Tokio 1964 ganó oro en las pruebas de barra de equilibrio y salto de potro, además de una medalla de plata por equipo. Durante la primavera de Praga, movimiento liderado por Alexander Dubček que buscaba otorgar más derechos a los ciudadanos de Checoslovaquia en un acto de descentralización parcial de la economía y de democratización, se emitió el “Manifiesto de las 2000 palabras” un documento que exhortaba a sustituir el comunismo por un régimen democrático escrito por Ludvík Vaculík y fue firmado por un centenar de personalidades -artistas, actores, profesores, dirigentes obreros, deportistas- entre ellas Vera Caslavska.
La reacción de Leonid Brézhnev, el máximo representante de la Unión Soviética no tardó en telefonear a Praga y condenar el documento como un “acto contrarrevolucionario”, por lo que Vera tuvo que refugiarse en las montañas al norte de Checoeslovaquia para evitar ser arrestada .
Fue allí donde se entrenó para los juegos olímpicos de México 1968. Para ello, utilizó ramas de los árboles hacían de barras de gimnasia y empleaba los árboles y los campos que tenía su cabaña para estirar y entrenarse.
Finalmente, Vera, consiguió un permiso de su país y pudo representar a Checoslovaquia en México 68. En agosto de ese año, la URRS invadió Polonia mandando medio millón de soldados y tanques para ocupar el país.
Antes de partir para México Vera declaró: «Sacrificaría todas mis medallas hasta ahora por la victoria de este año. Porque no lucho por mí, sino por todos nosotros. Y nuestro pueblo merece la victoria«
El talento de Vera se volvió el centro de atención de los juegos y la multitud se le entregó delirante cuando incluyó en su rutina de piso un popurrí con notas de piano del Jarabe Tapatío y Allá en el Rancho Grande.
Ella ganó la rutina de suelo, aunque los jueces le dieron un empate con la soviética Larissa Petrik. Y después los jueces la despojaron de la medalla de oro por una polémica decisión arbitral a favor de la campeona soviética Natalia Kuchinskaya.
Al estar en el podio para recibir su medalla junto con la soviética, ella agachó la cabeza mirando al suelo como protesta de la invasión a su país.
Ella y su novio, el fondista Josef Odlozil, acordaron que, si ella revalidaba el título y él llegaba a la Final de los mil 500 metros planos, se casarían en la ciudad de México.
Dado que ambos lograron sus objetivos, el 24 de octubre de 1968 se casaron en la Catedral de la Cd, de México, cuya capacidad de albergar feligreses se vio ampliamente superada por la asistencia de mexicanos.
Es la única gimnasta, hombre o mujer, que ha ganado una medalla de oro olímpica en cada prueba individual.
Entre sus mayores logros se encuentran sus 7 medallas de oro olímpicas individual en los Juegos Olímpicos de Tokio 64 y México 68. Y el púbico mexicano la consideró la reina de los juegos olímpicos de 1968.