CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El cuidado de la salud mental de los infantes, niños y adolescentes es fundamental para que, al crecer y alcanzar la adultez, desarrollen una fortaleza emocional que les permita un mayor desarrollo en todos los ámbitos: escolar, profesional y en sus relaciones familiares y personales.
Eliana Margarita Guevara Peña informó que durante los ciclos escolares, los docentes han desarrollado una mayor capacidad para detectar las necesidades emocionales de sus alumnos e incluso buscan canalizarlos para que reciban la atención adecuada.
La jefa del Departamento de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud destacó que los principales problemas emocionales en los niños están relacionados con “la forma en que se les enseña a canalizar sus emociones”.
A veces, estos problemas se relacionan con el origen en familias disfuncionales, donde los padres no tienen un buen control de sus emociones. “Recordemos que la salud mental se construye en la infancia; es el pilar fundamental, y hemos observado que en algunos casos proviene de la familia”, añadió.
Aclaró que no se trata de falta de afecto, amor o cariño, sino de estilos de crianza inadecuados o no asertivos, donde no se brinda suficiente comunicación, acercamiento emocional y una buena relación con los hijos.
Actualmente, una nueva generación está rompiendo paradigmas y descubriendo la importancia del afecto, la cercanía con los hijos y la comunicación. “Porque los niños, desde pequeños, son seres pensantes y entienden”, aseguró.
Guevara Peña insistió en que los padres y las instituciones educativas deben contar con las herramientas adecuadas para una crianza positiva tanto en el hogar como en el entorno escolar.
Por Nora Alicia Hernández Herrera
EXPRESO-LA RAZON