En México, el mercado de papas fritas totalizó 174.64 millones de dólares y se estima que muestre un crecimiento anual de 3.5 por ciento en el lapso de 2024 a 2032. Así, el tamaño de este sector alcanzaría aproximadamente 230 millones de dólares, en el periodo de referencia.
Cabe señalar que las papas fritas, como casi todos los aperitivos salados, son muy adictivos. La mayoría de estos productos se caracterizan por su alto contenido en grasas y sodio, aunque no todos tienen el mismo valor nutricional, según información obtenida por una publicación de la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU), consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).
Asimismo, para que estos alimentos se conviertan en un producto atractivo para el consumidor, se les añaden colorantes, potenciadores de sabor y antioxidantes que prolongan su tiempo de conservación,
El sonido de los alimentos influye en la preferencia del consumidor: señalan expertos
Sin embargo, son los aditivos los que los hacen “irresistibles”, incluso necesarios para dar textura, consistencia y corregir la acidez; en tanto que las grasas son responsables de las propiedades sensoriales de muchos platos y contribuyen ampliamente al “placer” de comer.
Así, estos snacks crujientes y salados tienen también una característica singular. Atraen un sentido adicional que permite “comer con el oído”. Bajo este contexto, un artículo publicado en el portal Glanbia Nutritionals refiere que tras múltiples investigaciones se ha descubierto que algunos consumidores simplemente se deleitan con la forma en que suenan los alimentos y no sólo con lo que siente su paladar.
¿La ingesta hedónica es lo mismo que tener hambre?
De igual forma, la editorial científica Elsevier destaca que entre los factores que regulan la ingesta hedónica, la cual es una sensación de hambre inducida por el deseo de saborear y reproducir ese placer cuando el cuerpo pide nutrirse, aún cuando no es necesario, se encuentran los sentidos que detectan sabores, olores, texturas e incluso, sonidos, los cuales desempeñan un papel decisivo en la elección de unos u otros alimentos por parte del individuo.
Respecto al tema, También, Linda Spangle, autora del libro Life isHard, Food is Easy, considera que las decisiones alimentarias de las personas tienden a correlacionarse con el tipo de emociones que están experimentando.
“Si observas los alimentos que te apetecen, puedes saber lo que estás sintiendo”, expreso la experta en pérdida de peso
¿Qué es el “Hambre Mental”?: una de las causas relacionadas a subir de peso
🧬 Ciencia en 5: hipertensión
¿Por qué se considera que la #hipertensión es un asesino silencioso? ¿Qué sucede en tu cuerpo cuando tu presión arterial es alta? Conoce lo que puedes hacer para protegerte de la hipertensión. pic.twitter.com/HrPMJFd1U9
— OPS/OMS (@opsoms) July 12, 2024
Una forma de comer emocionalmente proviene de lo que la experta llama “hambre mental”: puede ser resultado del estrés, la ira, la frustración, una fecha límite inminente o la incomprensión. Si el alimento que te apetece es masticable o crujiente, “algo que aplastas con los dientes”, estás experimentando hambre mental, explicó Spangle.
Por su parte, datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan que la hipertensión, a causa del consumo en exceso de sodio, es un riesgo de salud importante en el Continente, en donde se estima que entre 20.7 y 56.4 por ciento de la población adulta de 30 a 79 años en los estados miembros de dicho organismo, padece esta enfermedad.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO