CIUDAD VICTORIA, TAM.- A menos que el Tribunal Electoral de Tamaulipas (TRIELTAM) modifique el reparto realizado por el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), Morena y aliados tendrán 26 diputados locales en la 66 Legislatura, más que suficientes para completar la mayoría calificada.
No es un logro menor: tener las dos terceras partes de los votos en el Pleno es la llave que se les negó durante los últimos casi tres años, para abrir los candados que dejó la anterior administración para protegerse y para evitar que el gobierno de Américo Villarreal Anaya asumiera todos los hilos del poder.
Si Morena consigue una conducción parlamentaria pulcra, sin divisiones internas, y con trabajo político para sumar a más aliados, tendrá la posibilidad de reformar la Constitución de Tamaulipas, de acuerdo a la agenda de la 4T; para ello, ya no tendrá el impedimento de la aduana municipal, pues a partir del 1 de octubre también tendrá en su poder más de la mitad de los Cabildos de Tamaulipas, por lo que contará con su voto para avalar las reformas.
Pero acaso más importante que las iniciativas constitucionales que pueda presentar, es la posibilidad de reacomodar los organismos autónomos del estado, que -en su mayoría- persisten con titulares heredados de la pasada administración.
Desde la Fiscalía Anticorrupción y la misma Fiscalía General de Justicia, hasta el Instituto de Transparencia, e incluso el Poder Judicial, el Ejecutivo -a través de la operación en el Congresopodrá realizar las modificaciones que considere necesarias para que esas posiciones clave estén ocupadas por personajes afines a su proyecto de gobierno.
En frente, tendrá poca resistencia: una maltrecha bancada panista cuya configuración todavía está en duda pues hay serias dudas sobre si Ismael García Cabeza de Vaca tomará posesión, o evitará su regreso a México, en medio de los procesos que mantiene abiertos en su contra la Fiscalía General de la República.
Más allá de los nombres, no serán más de siete los diputados que integrarán el grupo parlamentario blanquiazul, un número que no le alcanzará para frenar ninguna de las iniciativas que presente Morena, ni siquiera si se reconciliara con viejos aliados, pues el PRI solo contará con una diputada.
UNA MEGABANCADA
La distribución que confirmó el Instituto Electoral de Tamaulipas el pasado miércoles no dejó contenta a la 4T, pues los morenistas consideran que los consejeros le “regalaron” una posición al PAN, la sexta plurinominal que le permitiría al ex Secretario General de Gobierno, Gerardo Peña Flores, regresar al Congreso. Por ello presentarán una impugnación ante el Tribunal Electoral.
Pero incluso si su denuncia es desechada, Morena y aliados (PVEM y PT) tendrían una mayoría calificada cómoda con 26 diputados -21 de mayoría y cinco plurinominales- contra siete diputados del PAN, dos de Movimiento Ciudadano y solo uno del PRI.
Es decir habrá cuatro grupos parlamentarios (Morena, PVEM, PT y PAN) una fracción parlamentaria (Movimiento Ciudadano) y una representación partidista (PRI). Un representante de cada una de éstas, tendrá voz y voto al interior de la Junta de Coordinación Política y la Junta de Gobierno.
La conformación de la megabancada de la 4T es muy particular pues aunque PT y PVEM contarán en total con ocho diputados, la mayoría de estos en realidad tienen su origen político en Morena, pero sus candidaturas fueron sigladas por los partidos aliados, como parte de la estrategia para conseguir la mayor cantidad posible de posiciones en la Legislatura.
De las diputadas que llegan al Congreso sigladas por el Verde solo Ana Laura Huerta Valdovinos, viene de representar a ese partido en San Lázaro; las demás están más identificadas con el Movimiento de Regeneración Nacional. Se trata de Silvia Chávez Garay, por el distrito 13, con cabecera en San Fernando, y promotora de Morena desde hace muchos años en esa región.
Por el distrito 15 de Victoria, llega Katalyna Méndez Cepeda, tras su paso por el Instituto de la Juventud, y mucho trabajo político al interior de su partido y de la llamada Avanzada Tamaulipeca. La diputada del Distrito 14, también siglada por el Verde, se integra Blanca Anzaldúa Nájera, del gremio magisterial. Algo similar pasa con los diputados que representarán al Partido del Trabajo: Eliphalet Gómez Lozano, actual diputado de Morena, por el distrito 09 con cabecera en Valle Hermoso, de donde es originario. También repite el diputado -morenista actualmente- Isidro Vargas Fernández por el Distrito 12 de Matamoros; se integrará Victor García Fuentes, por el distrito 10 también de Matamoros, quien viene de trabajar en el gobierno morenista de esa ciudad, y Elvia Eguía Castillo, al 11 del mismo municipio, también con pasado partidista en Morena.
En todos estos casos, tanto los diputados del PT como los del PVEM, tendrán la posibilidad tan pronto como se instale la 66 Legislatura, de pasarse formalmente al grupo parlamentario de Morena, algo que ya ocurrió en el pasado en el caso del diputado José Braña.
MORENISTAS: DEBUTANTES Y REELECTOS
La bancada morenista está conformada por diputados con experiencia que lograron su reelección el pasado 2 de junio, con personajes que se integrarán por primera vez al Poder Legislativo.
Quien repiten, llegan en una condición muy distinta a la de hace tres años, pues ahora lo hacen tras ganar una elección en la que el gobernador Américo Villarreal Anaya encabezó los esfuerzos políticos de su partido. En esa condición están Gabriela Regalado, de Nuevo Laredo; además de los cuatro diputados de Reynosa que buscaron la candidatura para la alcaldía tras las pugnas internas con Maki Ortiz y su hijo, Carlos Peña Ortiz: Magaly Deandar, Humberto Prieto, Marco Gallegos y Armando Zertuche.
También va por un nuevo periodo en el Congreso la actual presidenta de la Junta de Gobierno, Ursula Salazar Mojica. Entre los de nuevo ingreso, hay un porcentaje importante que se identifica con la agrupación Avanzada Tamaulipeca.
En esa lista están el doctor Alberto Moctezuma Castillo, ex titular de Coepris en Mante, y Francisco Hernández Niño por Xicoténcatl; También diputados como Sergio Arturo Castillo de Nuevo Laredo, Eva Reyes González de Reynosa, y del sur, Marcelo Abundiz en Altamira, y Claudio de Leija en Ciudad Madero.
LA OPOSICIÓN: DÉBIL Y DIVIDIDA
Si los tribunales no realizan cambios a la distribución de plurinominales, la oposición tendrá 10 posiciones en el Congreso de Tamaulipas: siete de Acción Nacional, dos de Movimiento Ciudadano y una del PRI.
Es decir, ni siquiera si todos formaran un bloque legislativo podrían frenar a lo que parece una aplanadora de la 4T. Pero además, hay pocas posibilidades de que pudieran encontrar puntos de encuentro.
Entre panistas y priístas, la relación quedó maltrecha después de la elección del 2 de junio, y militantes y liderazgos de uno y otro bando, han declarado que la alianza entre ambos no funcionó por lo que no continuará.
Mientras que Movimiento Ciudadano seguramente mantendrá su distanciamiento de PRI y PAN, y quizás, continúa el acercamiento que en el caso de Tamaulipas se hizo realidad en el Poder Legislativo. Los representantes de Acción Nacional en el Congreso serían José Schekaiban Ongay, actual Secretario de Servicios Públicos de Tampico, incondicional del alcalde Jesús Nader y por lo tanto, ajeno al grupo de los Cabeza de Vaca.
La primera posición plurinominal será Rosario González Flores, ex Secretaria General del Comité Directivo Estatal, y alineada con el grupo fronterizo del ex gobernador, igual que Marina Ramírez Andrade, de San Fernando, quien repetirá su paso como diputada tras haber sido inscrita por la representación proporcional.
Como posición del otro grupo panista -el del Truko Verástegui- llega su hermano, Vicente Verástegui Ostos, quien deja San Lázaro, después de múltiples escándalos.
Del grupo cabecista se integran Mireya Saldivar Cano, ex directora de Relaciones Públicas del Gobierno del Estado en la pasada administración y esposa del magistrado Javier Castro Ormaechea; y Gerardo Peña Flores, hombre de todas las confianzas del ex gobernador, y quien apunta a convertirse en el coordinador de esa bancada, siempre y cuando claro, el tribunal deseche la impugnación de Morena que pelea la sexta diputación otorgada al PAN.
La gran duda a poco más de un mes de la toma de protesta, es si Ismael García Cabeza de Vaca hará valer su elección como candidato plurinominal o dejará su lugar a su suplente, Jesús Alberto Salazar Anzaldúa. El hermano del ex gobernador tiene en su contra los procesos que lleva a cabo la Fiscalía General de la República por supuestos casos de corrupción y lavado de dinero.
El problema es que su suplente también enfrenta problemas con la justicia, pues recientemente fue vinculado a proceso por una denuncia presentada por la actual administración estatal, tras su desempeño como Secretario de Administración en el sexenio pasado. Las otras dos bancadas tendrán una posición meramente testimonial.
POR PERLA RESÉNDEZ