A propósito de los mandatarios que vendrían a la asunción de CLAUDIA SHEINBAUM, hace un par de semanas confirmó al primero, LUIZ INÁCIO, LULA, DA SILVA de Brasil.
Comenté entonces en este espacio que la presencia del brasileño y la distancia mantenida por México hacia el caso venezolano, harían difícil la asistencia de los dos líderes más cuestionados del subcontinente latinoamericano: NICOLÁS MADURO MOROS de Venezuela y DANIEL ORTEGA SAAVEDRA de Nicaragua (Interiores, “La apretada agenda guinda”, martes 10/09/2024, ttps://tinyurl.com/222e4byz).
En principio, por el pleitazo que se traen estos últimos contra el mandatario carioca, a quien recriminan su falta de apoyo a los resultados oficiales del proceso presidencial en Venezuela.
Importa recordar que LULA, junto al colombiano GUSTAVO PETRO y el mexicano LÓPEZ OBRADOR han condicionado el reconocimiento al nuevo gobierno de MADURO a que cumpla el compromiso de mostrar las actas de la elección. Lo cual, por cierto, no ha ocurrido.
Aunque la reacción del mandatario venezolano hacia LULA, PETRO y AMLO se ha manejado con distintos grados de cautela, entre el agradecimiento por no desconocer los resultados y el apremio de que lo reconozcan como ganador.
En el caso de ORTEGA, sus ataques a LULA han sido groseros, estridentes, desmedidos. Similares en intensidad a los que emplaza MADURO contra el chileno GABRIEL BORIC.
Este último, también de izquierda, ha sido más categórico en su juicio a los resultados de la elección bolivariana. Los califica de fraude, otorgando credibilidad a las actas parciales mostradas por el candidato opositor EDMUNDO GONZÁLEZ URRUTIA y su principal operadora CORINA MACHADO.
También dije en la columna referida líneas arriba que la asistencia del ingeniero MIGUEL DÍAZ-CANEL, presidente de Cuba, estaba abierta porque, siendo muy cercano a MADURO y ORTEGA, se ha mostrado también prudente y conciliador con los gobiernos de México y Brasil.
LA REGIÓN, NADA MÁS
El caso es que la lista de asistentes dada a conocer por la doctora SHEINBAUM parece confirmar las expectativas anotadas en la víspera. Salvo ajustes de última hora, quienes vienen son los hombres fuertes de Cuba, Colombia y Brasil, pero no los de Venezuela y Nicaragua.
Tampoco estará presente el norteamericano JOE BIDEN, se piensa que por la edad. Y, mire usted, ni siquiera puede mandar como representante a su vicepresidenta KAMALA HARRIS, porque la dama anda muy ocupada promoviendo el voto para su causa
Aún así, se antoja significativo que BIDEN envíe a su esposa JILL, primera dama cuya condición de mujer cuadra bien con el acto formal donde tomará posesión la primera presidenta en la historia de México.
La oficina de CLAUDIA reporta en su comunicado que asistirían cuatro vicepresidentes; cuatro titulares de órganos legislativos; 17 representantes a nivel ministerial; 10 viceministros y 10 titulares de organismos internacionales.
Revisando la lista, ningún Jefe de Estado de las grandes potencias europeas. Ni Reino Unido, ni Francia, Alemania, Italia, España, Holanda, ni (menos) Dinamarca.
La lista de visitantes parece cubrir el área regional y se antoja muy parecida a la geografía de la COPA AMÉRICA (o la CONCACAF). Eso que llaman “chiquitiaje”. Además de los arriba mencionados, añada usted a Belice, Bolivia, Dominicana, Guatemala, Haití, Honduras y Paraguay. Más los africanos de Ghana, Libia y República Saharahuí.
HUECOS NOTORIOS
En términos generales sería incorrecto culpar del desaire a la nueva presidenta. Más bien se trata de agravios sembrados por el mandatario saliente. Broncas que dejan huella y no se olvidan fácilmente
Como aquellos raspones al parlamento europeo perpetrados desde las mañaneras, las diferencias con los socios y vecinos del TLCAN o aquellas cartitas donde se exigía al Vaticano y a la corona española disculparse con México por los agravios cometidos a la población nativa durante la conquista, hace 500 años.
Ausencias notorias, ni Canadá, ni Rusia, ni China. Es decir, ni VLADIMIR PUTIN, ni XI JINPING, ni JUSTIN TRUDEAU. El primero porque anda muy atareado en su laberinto de Ucrania.
El segundo, sin explicación oficial, acaso porque su sabiduría oriental le aconseja guardar prudente espera a que se acomoden las calabazas y el nuevo régimen se instale. Y el tercero por las desavenencias graves que han surgido en materia comercial y afectan a empresas canadienses.
Amén de los dimes y diretes por broncas específicas. En el caso de Ecuador, por la detención de un exvicepresidente, JORGE GLASS, al que México concedió asilo en su embajada de Quito, a pesar de estar juzgado y condenado por cargos graves de corrupción.
Se recordará que el gobierno de DANIEL NOBOA violentó las normas diplomáticas, su policía irrumpió en la representación mexicana y sacó a GLASS con lujo de violencia.
Y en el tema de Argentina, por culpa del ultraconservador JAVIER MILEI y su infame costumbre de juzgar a los demás mandatarios de la región, emitir condenas fáciles y meterse en donde no lo llaman.
En la primavera pasada, MILEI llamó ““patético, lamentable y repugnante” a LÓPEZ OBRADOR, a lo que el tabasqueño respondió: “Todavía no comprendo cómo los argentinos votaron por alguien que desprecia al pueblo”.
Por cierto, además de ponerse de bruces ante DONALD TRUMP, el principal amigo de MILEI en México es VICENTE FOX, amén del tamaulipeco EDUARDO VERÁSTEGUI. De extrema derecha todos.
POR CARLOS LÓPEZ ARRIAGA
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