Aunque aún tiene posibilidades de salvar la cabeza, si se empecina en no someter al Cabildo la ratificación de los integrantes del cuerpo administrativo, el alcalde de Victoria, Eduardo Gattas Báez, podría correr la misma suerte que su antecesor el panista Xicoténcatl González Uresti.
Como se recordará, el polémico Xico pidió licencia al cargo de presidente municipal por tiempo indefinido el 1 de octubre de 2020, tras las fuertes presiones políticas que lo obligaron a dejar la presidencia para evitar el riesgo de terminar en prisión.
Algo similar está sucediendo a Lalo Gattas.
Igual que Xicoténcatl, el morenista es acusado de varios delitos, como haber permitido que funcionarios de la administración que presidió antes de reelegirse, continuaran ejerciendo sus funciones sin la aprobación del ayuntamiento, como estipula el código municipal.
Realizó presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero, y a lo largo del proceso electoral de abril-junio pasado amenazó a ciudadanos con retirarles apoyos si votaban por candidatos de otros partidos políticos, entre otras infracciones a las leyes electorales.
A ciencia cierta no se tiene idea cuál será el desenlace del caso, pero, todo parece apuntar que, como sucedió con su homólogo munícipe de Acción Nacional, de triste memoria, quien dejó la alcaldía para evitar que lo enjuiciaran penalmente, el polémico Eduardo parece que acabará también su tortuosa gestión abandonando el puesto para no convertirse en reo.
Es la práctica común en nuestro país.
LEEN LA CARTILLA A COMAPAS
Sorprendió, por otra parte, que el secretario de recursos hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, leyera la cartilla a los funcionarios de las Comapas.
Al comentar ayer la modificación a la Ley de Aguas de la entidad advirtió que los nombramientos otorgados a los funcionarios del ramo no son cheques en blanco. Su permanencia en el puesto, dijo, será evaluado continuamente y aquellos que no den resultados tendrán que irse.
Advirtió además, que las comisiones de agua potable ya no serán más las cajas chicas de los presidentes municipales, como fue habitual en décadas, durante los periodos electorales.
Para evitarlo, expresó, se ha procedido a la actualización de los consejos administrativos de las paraestatales, proceso que será evaluado por los gerentes.
¿Pero, a qué obedece la inesperada advertencia? A que, de acuerdo reportes de la contraloría local y el área jurídica del gobernador, se han detectado irregularidades en las cuentas públicas de algunas de los organismos operadores del agua.
La reforma contempla asimismo ajustes técnicos para mejorar el funcionamiento de las empresas, aunque, por cierto, también ha dado pie a que algunos alcaldes, caso concreto del de Reynosa, Carlos Peña, recurrieran al amparo porque consideran que, la conformación de los consejos administrativos violaría el artículo 115 constitucional.
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