CIUDAD VICTORIA, TAM.- Sebastián Rodríguez Castro, mejor conocido como ‘Cone’, es un joven futbolista de 23 años cuya historia rompe con los moldes tradicionales del jugador reconocido en el balompié amateur.
Él no estuvo en fuerzas básicas del algún equipo, tercera división, segunda división, Expansión o Primera División, y no es porque no tenga calidad, pues aún así se codea e incluso supera a los que sí vivieron esa experiencia, por increíble que parezca.
A diferencia de muchos jugadores que se desarrollan en equipos formales desde pequeños, Sebastián se crió futbolísticamente en el barrio, sin el respaldo de entrenadores ni academias y cuando decimos en el barrio, es realmente en él, pues fueron las canchas y las calles de la Américo Villarreal que lo vieron crecer.
Para Sebastián el fútbol ha sido una constante en su vida, y una escapatoria para los malos momentos que a veces da la vida, el balón ha sido su psicólogo, su amigo, su más grande pasión y asegura que hasta que las piernas le den, él seguirá jugando y pateando una pelota, buscando anotar goles y ganar títulos que van con dedicatoria especial hasta el cielo para su hermano y su padrino, “La muerte de mi hermano creo que ha sido muy dura, no expreso mis sentimientos en público, pero es algo que me sigue marcando, a pesar de que tiene ya muchos años, pero el fútbol me motiva y le dedico todo”, aseguró.
Pero antes de todo, hizo una pausa para contar su niñez, una infancia que vivió en la ya mencionada colonia Américo Villarreal, una de las colonias populares de la capital, siendo el hijo de en medio de la familia, El Cone, como le apodan por su habilidad y zancada, creció con una pelota, “yo jugaba en una de las canchas que están por mi casa, a veces también en el campo ya famoso de aquí que es este sintético, desde chico siempre fui rápido, habilidoso, creo que de ahí surgió mi apodo, alguien me dijo así por eso, así se me quedó”, comenzó la entrevista con Oé! con algo timidez, pues a pesar de que en la cancha es un ‘demonio’, fuera de ella es alguien dentro de lo cabe serio y que no le gustan los reflectores.
Como todos, tuvo una infancia complicada, en la que sus papás se esforzaban por darles todo a ellos, pero a veces había, y otras no, por lo que esto fue una de las principales causas para que él no pudiera estar en un equipo formativo.
“Sí entrené un poco, si se puede decir así, lo intentaba, pero iba sólo unos días y ya después nunca más, estuve como en dos equipos, pero cobraban y mis papás no podían pagar, yo no jugué Copa UAT, ni nada porque cobraban, entonces mejor no iba y sólo jugaba acá con mis amigos”, señaló.
Sebastián Rodríguez Castro cambió los conos, los aros, las porterías, los torneos estatales y la guía de un entrenador por el asfalto, por las porterías de piedras y por los gritos de emoción o enojo de las famosas ‘retas’.
“Yo tenía 8 años cuando empecé a jugar, todo comenzó cuando vi que había niños que jugaban e iba a retear con mis hermanos, yo estaba muy chico, pero ahí estaba con ellos”, explicó.
De ahí hasta los 13 años, nunca supo lo que era jugar un torneo formal, estar en Copa UAT, y sólo estuvo algunos días durante todos esos años en algunos entrenamientos, “yo nunca estuve por lo económico, como te digo, cobraban y pues yo no tenía para pagar, de joven nunca jugué fútbol 11, yo empecé a jugar con Atlas una academia que ya no existe, la tenia mi padrino y pues ahí no me cobraban pero fue muy poco”, detalló.
Cuando ‘La Cone’ jugaba, se notaba su calidad, “muchos amigos me decían que era bueno, fue cuando yo empecé a creérmela que pues el fútbol era lo mío. Realmente no sé porqué, pero creo que la pasión que traigo en la sangre por este deporte, son cualidades que me dio Dios”, declaró.
LO ECONÓMICO LE TRUNCÓ EL SUEÑO DE SER JUGADOR PROFESIONAL
Aunque muchos equipos lo invitaban a jugar, el tema económico siempre fue factor para que Rodríguez Castro no pudiera jugar en los torneos más importantes a nivel local, regional y nacional.
“Uno se sentía mal, porque no puedes jugar en otros lados, pero bueno, por ejemplo Troyanos me invitaba a jugar, cuando salían fueran de repente me decían que me echaban la mano, que no pagaba nada, era bonito, pero realmente a mi no me importaba viajar o conocer otros lugares, yo lo que quería era jugar y competir”, expuso.
¿Te hubiera gustado estar en primera?, se le preguntó a La Cone… con una pequeña pausa y una sonrisa fue tajante, “sí, claro que sí, ¿a quien no?”, ¿Te imaginas si hubieras entrenado desde chico?, se le cuestionó y fue sincero, “no creo que estuviera aquí ya, tal vez si hubiera tenido la oportunidad de trabajar más, de mostrarme en torneos y todo eso, hubiera estado en algún equipo de fuerzas básicas y a lo mejor ya estuviera como profesional, porque me conozco yo soy alguien dedicado que si lo propone, lo consigue, pero bueno, la oportunidad no sé me dio”, puntualizó.
A pesar de eso, Sebastián no cambiaria nada de lo qué pasó, pues asegura que por algo pasan las cosas y que “yo estoy muy agusto, soy feliz con lo que tengo y lo que he vivido, sí no te mentiré que queda la espina de preguntarle ¿qué hubiera pasado?, pero bueno ya no pasó y disfruto mucho el fútbol y el lugar en el que estoy”.
SU PRIMER TORNEO GRACIAS A SU MAMÁ
La pasión de ‘La Cone’ y sus hermanos por el fútbol era tanta que su mamá doña Beatriz, tuvo que hacer un equipo de fútbol con tal de convivir con ellos y que entre ellos jugaran; fue en la Américo Villarreal donde Sebastián hizo su debut en un torneo libre en un equipo llamado Cruz Azul.
“Fue curioso porque el primer torneo que jugué fue con mi mamá, ella hizo el equipo, se llamaba Cruz Azul, ahí estaban mis hermanos, ellos jugaban más porque yo estaba más chico, tenía 12 años, fue en la Américo cuando era de tierra, era de Fut-7 y se ponía bueno, le echaba muchas ganas”, dijo.
Sebastián Rodríguez empezó a perder el miedo, a destacar y hacer lo que sabía hacer gracias a los varios años de jugar en el barrio y unos cuantos entrenamientos en su historial.
Tras jugar con equipos de ahí mismo en la Américo ya como cancha sintética fue descubierto por ‘Kazu’ Tovar, quien con el tiempo se iba a volver uno de sus más grandes impulsores deportivos de ‘La Cone’.
“Con él empecé a jugar en Chelsea, jugamos en Intercolonial, fue mi primer torneo de fútbol 11, me fue bien. Después ya nació Nike, un equipo en el que empecé a destacar, estuvimos en La Borja y ya de ahí empecé a despuntar”, expresó.
LA CONE Y SU PRIME
Han sido muchos años en los que Sebastián ha destacado en el fútbol amateur, aunque sin muchos reflectores, ha ganado un gran número de torneos.
En este 2024, él mismo asegura que está en su prime, pues con Las Marías empezó a dar de qué hablar en los torneos más importantes de todo Ciudad Victoria.
“Pues llegó Jaime (Las Marías), que se ha vuelto alguien muy importante para mí y para todos los que somos de la familia de Las Marías, alguien que nos ha apoyado y ha confiado en nosotros”.
“Gracias a Dios se nos ha dado todo, puedo decir que estoy en ‘prime’, aunque sé que puedo dar más, hemos ganado la Champions, La Cima, Santander, creo que prácticamente todo”, añadió.
EL FÚTBOL ME HA CAMBIADO LA VIDA
Gracias al fútbol ha conocido grandes amigos, le ha abierto puertas, por lo que asegura que sí le ha cambiado la vida.
“Si me ha cambiado la vida, por el apoyo que te dan, el fútbol me ha abierto muchas puertas, además de no andar en malos pasos desde pequeño. Me siento alegre que mucha gente me apoya, a veces no conozco a muchos y me gritan, se siente padre”.
Actualmente por el fútbol y por las amistades tiene un buen trabajo, además consigue un poco de dinero por jugar, y se ha vuelto coordinador de un torneo, en el cual busca ayudar a los jóvenes a destacar y tener oportunidades como él no las tuvo.
“Ahora también me toca ser coordinador del torneo Antorchista, es una buena experiencia y créeme que sí, buscaré apoyar a los jóvenes a que cumplan su sueño, yo no tuve las oportunidades pero trataré de que niñas y niños sí puedan”.
AMANTE DE LOS VIDEOJUEGOS; SUEÑA EN LA KINGS LEAGUE
Por la edad tal vez el fútbol profesional ya no se le dé, pero aún tiene alternativas para destacar en torneos importantes; su vida gira alrededor del fútbol, pero también por los videojuegos, “a mi me encanta el fútbol, es mi más grande pasión, pero también los videojuegos”, declaró, quien además dijo que sus bailes en los festejos son sacados de ahí.
Es por ello que tiene una alternativa muy grande y por la que sueña, “como dices existe esa alternativa de las Kings League, sé que son muchos ex jugadores profesionales, pero pues si se da la oportunidad, no estaría nada mal”.
LA CONE PARA UN RATO MÁS…
Mientras las piernas le den, Sebastián Rodríguez Castro estará en las canchas de fútbol, “no yo no sé cuánto dure, porque sí es mi más grande pasión esto, me encanta jugar, estar con mis amigos, yo jugaré hasta que las piernas me den, es algo que seguiré haciendo por muchos años más”, expresó.
Finalmente mandó un mensaje a su familia, “yo los agradezco todo el apoyo, sobre todo a mi mamá, que siempre anda apoyándome en las transmisiones, a mi novia, pero también a mi segunda familia que son mis amigos, a los equipos que me invitan a jugar, Las Marías, Grillo, Nike, realmente a todos, espero poder seguir disfrutando de la pelota con ustedes”, finalizó.
La historia de Sebastián ‘La Cone’ Rodríguez Castro es un ejemplo inspirador de cómo el talento y la pasión pueden prosperar incluso sin los recursos y oportunidades.
Aunque no tuvo acceso a fuerzas básicas ni a una formación profesional, su habilidad, dedicación y amor por el fútbol lo han llevado a ser reconocido y respetado en el ámbito amateur de Ciudad Victoria.
Sebastián ha encontrado en el deporte no sólo una pasión, sino también una forma de vida y un propósito, inspirando a jóvenes y demostrando que el fútbol es para todos, sin importar el camino recorrido.
Él seguirá jugando y disfrutando cada partido, dedicando cada gol a su hermano y a su padrino, quienes siempre están en su memoria y en su corazón.
Como coordinador de torneos, trabaja para que nuevas generaciones tengan las oportunidades que él no tuvo, y su sueño de alcanzar escenarios como la Kings League mantiene viva su ambición.
Sin duda alguna, ‘La Cone’ continuará siendo un referente en su comunidad, un ejemplo de perseverancia y un símbolo de amor por el fútbol.
POR DANIEL VÁZQUEZ
EXPRESO-LA RAZÓN