CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Con juguetes, veladoras y globos al aire, bebés y niños que perdieron la vida fueron recordados por sus familias en el parque Bicentenario de Ciudad Madero.
Este encuentro anual se llevó a cabo durante el fin de semana en el conocido parque Bicentenario, ubicado sobre avenida Tamaulipas.
Alrededor de las 14:00 horas, integrantes del grupo Corazones Unidos comenzaron a llegar al área de palapas, en donde colocaron sus pertenencias y algunas bebidas y alimentos.
La tarde era soleada pero el viento refrescaba, hombres, mujeres y niños, estaban preparando cartas, globos y los juguetes.
Elizabeth Landeros, integrante de la agrupación Corazones Unidos estuvo presente junto a otras mujeres que recordaron a los angelitos que están en el cielo.
Explicó que año con año se reúnen para dedicar unas palabras a bebés y niños que se adelantaron en el camino, recordándolos con mucho amor y un poco de tristeza.
“En sí este encuentro es cada año y se debe realizar en el mes de octubre pero por algunos inconvenientes se hizo hasta ahora”.
En esta reunión dedican unas palabras a quienes ya no están, cada historia es diferente, pero e sentimiento de dolor y tristeza lo comparten.
Y es que, sólo quienes han vivo esa pérdida pueden entender el sentimiento y hablar del tema, aseguró.
“Cuando nos reunimos aquí cada mamá platica que no es fácil, no es fácil decir mi hijo murió por esto, no es fácil hablar de de nuestros hijos, para poder hablar se necesita escuchar a alguien que esté pasando por la misma situación”.
Valentía, coraje y amor, son algunos de los sentimientos de estas personas para tomar la palabra y decir cuándo falleció su hijo o hija, a causa de qué y cómo los recuerdan.
“No se compara este dolor con nada, con ninguna muerte”.
Las voces se quebraban, había lágrimas; cada que alguien pasaba al centro colocaba una fotografía del difunto y encendía una veladora, recordando esa luz que dejó.
“La carta de renacer es un párrafo muy dolido, o sea, porque dice unas cosas que lees y piensas que tú lo escribiste porque dice tanto lo dice ‘no me trates como enfermo porque no lo estoy’ y realmente no lo estoy, simplemente tengo un dolor y no lo vas a entender”.
En esta actividad también estuvieron presentes los “niños arcoiris”, denominados así porque después de cada tormenta viene la calma, es decir, son aquellos infantes que nacieron después de haber sufrido una perdida.
Con plumón en mano, escribieron lo que les nace en un globo de helio, algunos sólo plasmaron tres renglones, otros llenaron el globo; cada uno sabía qué decir.
“Se escribe tanto amor, sé que me estas escuchando, viendo, es una forma de desahogo, es un globito y escribo cuanto lo amo y lo suelto, suelto ese dolor”.
Finalmente soltaron el globo para que este fuera al cielo, en donde ya descansan los angelitos.
El encuentro fue ameno, hubo comida, bebidas y algunos postres; no todo era tristeza, al soltar el globo también sueltan toda esa carga emocional que llevan.
Por. Javier Cortés
EXPRESO LA RAZÓN