CIUDAD DE MÉXICO.- La combinación de pan dulce y refresco es una elección frecuente en desayunos, meriendas o reuniones en México. Sin embargo, este hábito aparentemente inofensivo puede tener un impacto considerable en el organismo.
Al consumir estos alimentos ultraprocesados juntos, se introduce al cuerpo una “bomba” de azúcar, que debe procesarse de inmediato, lo cual genera efectos en la salud que trascienden el placer momentáneo.
¿Qué sucede en el cuerpo al combinar pan dulce y refresco?
Al ingerir pan dulce y refresco al mismo tiempo, el organismo enfrenta una sobrecarga de azúcares simples y carbohidratos de rápida absorción. Estos azúcares, presentes tanto en el refresco como en el pan dulce, se metabolizan rápidamente, provocando un incremento en los niveles de glucosa en la sangre. En respuesta, el páncreas segrega grandes cantidades de insulina para reducir el nivel de azúcar en sangre, señala la Biblioteca Nacional de Estados Unidos.
Esta respuesta suele ser tan rápida como excesiva, lo que lleva a una disminución drástica de la glucosa en poco tiempo, generando una sensación de fatiga y hambre rápidamente. Este ciclo de consumo frecuente de azúcares rápidos fomenta malos hábitos alimenticios y contribuye al riesgo de obesidad en el largo plazo.
Efectos negativos del exceso de azúcar en pan dulce y refresco
El consumo elevado de azúcar, como ocurre al combinar pan dulce y refresco, tiene efectos adversos para la salud. Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el exceso de azúcar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles:
•Diabetes tipo 2
•Enfermedades cardiovasculares
•Problemas hepáticos
Además, el exceso de azúcar incrementa los niveles de triglicéridos y colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, ya que las calorías que no se utilizan se almacenan en forma de grasa.
De este modo, consumir panes y refrescos de forma habitual promueve la acumulación de grasa en el cuerpo y eleva el riesgo de padecer aterosclerosis. Los picos de glucosa e insulina sobrecargan el páncreas, que con el tiempo puede perder eficiencia en su trabajo en el cuerpo.
¿Es peligroso consumir pan dulce y refresco juntos habitualmente?
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) advierte que el consumo usual de productos ultraprocesados, como el pan dulce y el refresco, aumenta la probabilidad de padecer obesidad y enfermedades metabólicas. Estos productos contienen altos niveles de azúcares y grasas que, además de ser adictivos, favorecen el aumento de peso de forma sostenida.
Por otro lado, muchos refrescos contienen cafeína, una sustancia que puede generar dependencia. En combinación con el azúcar, la cafeína produce una sensación de energía momentánea que decae rápidamente, causando fatiga y promoviendo el consumo continuo. Esta montaña rusa de energía puede provocar problemas de concentración, fatiga crónica e incluso ansiedad.
Consumir pan dulce y refresco juntos puede parecer inofensivo, pero esta combinación tiene un impacto negativo en la salud a mediano y largo plazo. Al generar picos de azúcar en la sangre y favorecer el almacenamiento de grasas, este hábito puede llevar al desarrollo de enfermedades.
Con información de EXCÉLSIOR