En el primer día del gobierno la Presidenta Claudia Sheinbaum ante el Congreso de la Unión y ante millones de mexicanos reunidos en El Zócalo de la Ciudad de México y frente las pantallas de televisión, computadoras, tabletas electrónicas y teléfonos celulares, ha trazado las líneas generales de las acciones que emprenderá para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México.
Hizo primero un recuento de los logros muy importantes obtenidos en el gobierno de la Cuarta Transformación encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Convocó a todos a la reflexión sobre el origen de los resultados y logros obtenidos en los pasados seis años avalados por agencias internacionales y nacionales encargadas de producir los indicadores de la economía y el desarrollo.
Destacó los 9.5 millones de mexicanas y mexicanos, que de acuerdo con el Banco Mundial salieron de la pobreza en tan solo 6 años; la reducción de las desigualdades sin subir impuestos; a México como uno de los países de la OCDE menos endeudados y con una moneda fuerte; uno de los países con menos desempleo; el hecho de que hay más bienestar y al mismo tiempo ganaron más los empresarios y los bancos; que hay récord de inversión extranjera directa y al mismo tiempo aumentaron los salarios; que aumentó el salario mínimo y no subió la inflación.
Señaló que el origen de los resultados positivos obtenidos fue el cambio del modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios, a un modelo que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad: el Humanismo Mexicano que ha significado una transformación profunda con la que a todas y todos les ha ido mejor.
Dijo que para bien de México, continuará con el Humanismo Mexicano y resumió algunos de sus mas importantes principios: Para que haya prosperidad, debe ser compartida, o dicho de otra forma: por el bien de todos, primero los pobres; no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre, el gobernante debe vivir sin lujos o privilegios y el gobierno no debe ser una carga para el pueblo; los y las gobernantes deben ser honrados, honestos, la corrupción debe combatirse por ética y por principios; la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; prohibido prohibir, la libertad es esencia de la democracia; el desarrollo y el bienestar del pueblo solo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales; el derecho de las mujeres a la igualdad sustantiva; México es un país soberano, independiente, libre y democrático; la política se hace con amor, no con odio; la felicidad y la esperanza se fundan en el amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza y a la patria; condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación; la fraternidad significa, vernos a los ojos como iguales.
Sin duda la parte del discurso de la Presidenta que corresponde a la definición de las acciones que realizará para la construcción del segundo piso es muy importante, y lo más destacado tiene que ver con la continuidad y ampliación de los programas sociales, con el mejoramiento de los servicios de educación y salud gratuita para todos, el programa de vivienda, el aumento de los salarios y el mejoramiento de las condiciones y derechos de los trabajadores, la construcción de la paz a través de una estrategia nacional dirigida a fortalecer a la guardia nacional, los servicios de inteligencia, la coordinación con estados y municipios y sobre todo la atención de las causas.
México tiene aproximadamente 5 millones de funcionarios y servidores públicos distribuidos en el Gobierno de la República, los gobiernos de los estados y los gobiernos de los municipios, muchos de esos operadores son servidores públicos de carrera que tienen 10, 20 o 30 años en el servicio público y que saben cómo hacer su trabajo, cómo aterrizar un programa o una acción para hacerlo llegar a sus beneficiarios en el tiempo y en la forma previstos.
Pero la parte que requiere fortalecerse es la que tiene que ver con el sentido de lo que se hace, se requiere que la filosofía política que enuncia con profunda convicción la Presidenta de la República se convierta en el sentido social y político que tienen los programas y las acciones del gobierno y que debe ser la razón del quehacer de los servidores públicos. Hace falta una labor de difusión entre ellos para romper las inercias propias de la repetición de las acciones para entenderlas, más allá de su realización mecánica, y llegar a la convicción de que se está actuando para transformar la vida de las personas y de las comunidades, que se está creando una nueva cultura y se está contribuyendo a la transformación de México, ese será el mejor antídoto contra las inercias, la simulación, y la corrupción.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ