Vienen días intensos para Morena en Tamaulipas. La visita de Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán a Tampico, es el preámbulo de lo que ocurrirá el sábado cuando los consejeros políticos de ese partido elijan a su nueva dirigencia estatal.
Sobra decir, que la presencia de la presidenta y el secretario del Comité Nacional, servirá para arrojar luz sobre el futuro del partido en la entidad, y acaso, para apaciguar los ánimos que se han caldeado en las últimas semanas.
No podía ser de otra forma. A pesar de su notable éxito electoral -hoy Morena gobierna el estado, los principales municipios y mantiene la mayoría calificada en el Congreso- su estructura partidista sigue sin consolidarse.
Desde su creación, el partido ha padecido dirigencias estatales débiles casi siempre, y hasta nocivas en el peor de los casos.
A eso se suma, el evidente interés de las tribus morenistas por acomodar las fichas del tablero a su favor de cara al 2028.
La ansiedad de unos y otros para posicionarse en la muy adelantada lucha por la sucesión condimenta esta renovación partidista, en una pugna política que por momentos adquiere tintes regionales: el grupo de la frontera contra el del sur.
Si no hay sorpresas -no pueden descartarse: así ocurrió en el 2022 el ungimiento de Yuriria López como dirigente estatal- a la recta final por la presidencia del comité estatal llegan dos mujeres, ambas integrantes actualmente de ese órgano.
Valentina Cota, de Reynosa, es la Secretaria de Mujeres; y Lucero Deosdady, de Tampico, es la Secretaria de Capacitación y actual diputada plurinominal.
La tampiqueña también sonó con insistencia en el 2022 para ocupar la dirigencia estatal, pero de última hora se cayó su designación.
En cualquiera de los dos casos, pareciera que Morena seguirá apostando a un comité de perfil bajo.
La pregunta sería si la nueva presidenta del partido en Tamaulipas tendrá entre sus propósitos la creación de una estructura formal en todo el estado, con representación oficial en los municipios.
A juzgar por lo que han expresado tanto Luisa María Alcalde como Andrés Manuel López Beltrán, ese sería uno de sus principales objetivos para asentar “el segundo piso de la Cuarta Transformación”, y seguramente será uno de los temas a tratar en la reunión privada que sostendrán con la cúpula morenista en Tampico, previo a la asamblea masiva.
Lo dicho: las próximas 72 horas serán importantes para conocer el futuro de este partido en Tamaulipas.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
