Andrés Manuel López Obrador es uno de los mejores presidentes que haya tenido México, sea a la altura de Benito Juárez y Francisco I. Madero forjadores de movimientos que sacudieron la conciencia colectiva en épocas trascendentales para la patria. A él correspondió construir la primera y más importante fase de la Cuarta Transformación. Algo imposible de negar es que su ejemplo y obra inspiran a la administración encabezada por doña Claudia.
Humanista como Hidalgo, Morelos, Zapata y Lázaro Cárdenas, la historia lo ubica como auténtico luchador por la justicia social y defensor de la soberanía nacional. AMLO no es como la mayoría de los que transcurrieron por el ejecutivo llevados por la ambición personal, familiar y de grupo. He ahí la enorme diferencia con el neoliberalismo saqueador, corrupto y traidor proveniente del PRIAN.
AMLO es referente de honorabilidad, modestia y amor por sus semejantes. No extraña entonces que su régimen tuviera como prioridad a los pobres, no en discursos, frases huecas o actitudes publicitarias, sino con aplicación a amplios sectores que literalmente fueron estimulados para encontrar valor a la existencia. Así millones recobraron confianza y esperanza al comprobar que la política solo tiene sentido cuando se aplica al beneficio colectivo.
De manera que Andrés Manuel no es cualquier persona. Se trata de un símbolo que trasciende al espacio y al tiempo a quien no llegan ataques originados en la ruin mezquindad de los adversarios. Triste papel de aquellos(as) que pretenden manchar la imagen de alguien calificado cual gobernante de excelencia, incluso en el exterior de la república.
Conocido es que el ex Presidente rechaza cualquier privilegio por mínimo que sea, y sin embargo la autoridad está obligada a ofrecerle merecida protección en razón de los rabiosos deseos de venganza de quienes se consideran perjudicados por la 4T. Ya sabemos que entre “las virtudes” de la reacción está ejercitar la violencia ante la carencia de argumentos para defender su proyecto político-económico. No olvidemos que las desgracias del país han sido producto de la complicidad de la derecha con ejércitos invasores e imperios ladrones.
Los nietos(as) de Porfirio Díaz quisieran que AMLO quedara expuesto a la furia de cualquier loco, enfermo o vicioso dispuesto a alquilarse para cometer una canallada, pero se van a hoder porque los mexicas lo protegen, (como sucedió durante su sexenio), y lo seguirán haciendo por la sencilla razón de ser considerado Padre de la Democracia y la Justicia Social. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
Trump calificó de “maravillosa” la llamada telefónica que sostuvo con La Jefa Claudia. Creyó que sus desplantes impresionarían a esta hembra hecha para grandes batallas. Ni como negar que el sujeto de marras solo es “apantalla-tontejos”…Mientras tanto, no hay duda que la entrevista entre Américo Villarreal Anaya y Omar García Harfuch se traducirá en beneficio de la paz y tranquilidad para las familias tamaulipecas. He ahí la importancia de la colaboración entre los diversos niveles de gobierno, nada comparable con la complicidad y el manipuleo del pasado. ¿Habrá “operación enjambre” como en el estado de México?. A lo mejor, tal vez, quizá, es probable, pue-que sí, quien quita…uno nunca sabe.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA