CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Tamaulipas se prepara para hacer frente a una nueva crisis migratoria, si Donald Trump cumple su amenaza de iniciar una deportación masiva en cuanto asuma la presidencia de Estados Unidos.
El gobernador Américo Villarreal Anaya señaló que la entidad se prepara ante lo que actualmente es “un aviso de tormenta”.
“Quizá conforme se vayan acercando los días o los términos, vamos a saber si esto es un huracán y de qué grado, o no es”, expresó.
Reiteró que después de periodos difíciles, actualmente la frontera tamaulipeca es “muy tranquila, con orden en la migración. Después de los programas de CBP, tenemos siete albergues donde recibimos a las personas que están en tránsito, dándoles sus derechos”.
“Nos estamos preparando. No sabemos siquiera que es lo que va pasar. Ahorita nomás le hago el símil de que estamos en un aviso de tormenta”.
Detalló que principalmente por Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo pasan diariamente 500 personas en promedio.
“Aproximadamente tenemos en nuestros albergues de 2 mil 500 a 3 mil que están en espera” de su cita.
Durante su campaña, Donald Trump prometió implementar desde el primer día la «mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos”, centrándose inicialmente en los inmigrantes con antecedentes penales.
Según su equipo, se estima que más de 600,000 personas podrían estar bajo la mira debido a sus registros previos con las autoridades o a su presencia irregular en el país, especialmente aquellos con datos biométricos.
Actualmente en las ciudades de la frontera del estado, hay alrededor de 4 mil migrantes, entre ellos 460 menores de edad, comentó recientemente Juan José Rodríguez Alvarado, quien apuntó que todos ellos están a la espera de acudir a una cita para solicitar asilo humanitario.
En el caso de los menores, apuntó que se trata en su gran mayoría de menores que llegan acompañados de sus padres, hermanos o algún familiar mayor de edad, mientras que los casos de menores no acompañados son los menos.
Sobre las nacionalidades de los migrantes, anotó venezolanos, haitianos, además de algunos países de Centroamérica, “la intención de ellos es ingresar a Estados Unidos de manera documentada a través de un permiso”.
Rodríguez Alvarado señaló que algunas familias de migrantes esperan hasta ocho meses a ser llamados para comparecer ante un juez y exponer las razones para su solicitud de asilo humanitario.
Por Staff
Expreso-La Razón