A pesar del optimismo oficial, el ciudadano común presiente que la relación con el gobierno de Trump será difícil. No solo porque odia a los latinos, sino porque supone que México pertenece al imperio construido gracias a la explotación y el robo descarado de enormes extensiones territoriales. Decir que nuestro país debiera ser un estado más de la unión gringa es una falta de respeto concebida por la mente distorsionada del magnate.
Se ve que el tipo desconoce la historia y dignidad de generaciones que a riesgo de la vida defendieron las invasiones en el pasado. Ocasión hubo en que el ejército nacional hubo de luchar contra tres enemigos a la vez: Francia, España e Inglaterra que bajo pretextos infantiles quisieron aprovechar la inestable situación política y social que entonces prevalecía.
La relación será difícil, digo. La ventaja es que contamos con una Presidenta (con A), patriota y dispuesta a asumir los riesgos derivados de la locura de Trump. En este sentido doña Claudia advierte que la soberanía será defendida como valor supremo y ella es hembra que sabe cumplir. El futuro mandatario puede gritar, vociferar y amenazar, pero jamás podrá vencer a un pueblo acostumbrado a resistir y derrotar las adversidades.
El sujeto en cuestión ataca en el aspecto económico sin entender que lo que existe es colaboración entre ambas naciones y no dependencia y sometimiento de la nuestra, tampoco entiende que el poder es pasajero y en cuatro años no destruirá lo edificado en tanto tiempo. Cierto es que la ofensa persiste por el arrebato de más de dos millones de kilómetros cuadrados, sin embargo, el asunto pertenece a la memoria histórica, impedidos como estamos de recuperar lo que antes de Santa Anna fue nuestro.
Que Trump no se haga pendejo: el enemigo a vencer es China. La Jefa Claudia ya le dijo que solo unidos podrán detener la influencia que trasmina los ámbitos de la cotidianidad en gran parte del mundo. ¿Sabía usted que fabrican hasta las imágenes de la virgen de Guadalupe?. Y es lo menos, literalmente estamos invadidos por toda clase de artículos basura. Y ni modo que sea invento.
Mientras tanto, ya sabéis que un tal Ron Douglas Johnson, ex agente de la CIA y militar especializado en combatir terrorismo y bandas criminales, será embajador en lugar de Ken Salazar. Es una provocación más cuando está claro que pretende trato policiaco y no diplomático. Ojo porque Trump podría atentar contra los intereses empresariales de sus paisanos en México quienes obviamente prefieren una relación sana y no tóxica, y menos con el régimen morenista, producto de la decisión mayoritaria de avanzar en la transformación. La intención es intervenir en la 4T, pero los gringos se van a shingar. Y pa’l baile vamos.
Por lo pronto no habrá más remedio que soportar a Trump quien con sus complejos imperialistas y estúpidas actitudes pretende impresionar al gobierno encabezado por doña Claudia que no está por demás decir, cuenta con el respaldo de un pueblo de revolucionada conciencia que escribe su propia historia. ¡órale!.
SUCEDE QUE
Desde luego los tamaulipecos deseamos que los responsables del desastre del anterior sexenio respondan por sus culpas. Es una exigencia social. Para ello conviene que las autoridades actúen en consecuencia sin provocar falsas expectativas. Cuidado con declaraciones que ponen en sobre aviso al adversario que siempre asecha. (Ahí le hablan al fiscal anticorrupción Eduardo Govea Orozco).
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA