La amenaza de Donald Trump para expulsar de Estados Unidos a los inmigrantes ha prendido los focos de alerta en México ante una política de deportaciones masivas.
En Tamaulipas, autoridades federales y estatales ya realizaron una revisión de las instalaciones con que se cuenta, para albergar a los connacionales y personas de otros países que serían expulsados por tener una condición migratoria irregular.
Si bien el anuario de migración y remesas México 2024, realizado por la Fundación BBVA México se realizó antes de que se llevara a cabo las elecciones en Estados Unidos, algunos datos dan luz de lo que ha sucedido y pudiera pasar con la migración de mexicanos en los próximos años.
Con información del Consejo Nacional de Población, censos de población y vivienda, encuestas sociodemográficas y registros administrativos de hechos vitales, se han realizado proyecciones de la población que buscaría salir de México a otros países por diferentes motivos, educación, trabajo, investigación.
“De acuerdo con las proyecciones de migración internacional la migración neta, es decir, la diferencia entre el volumen de población que llega a México y el volumen de población que sale de él, resulta en una pérdida poblacional continua de 2020 a 2030. La tasa de migración neta proyectada para 2030 indica que para ese año habrá una pérdida de 126 personas por cada 100 mil habitantes a nivel nacional”.
Las proyecciones de migración indican que, la pérdida de población se presentará en casi todas las entidades del país, excepto para Chihuahua (244) y Tamaulipas (848), donde se tiene una ganancia. En contraparte, la mayor pérdida poblacional se presentará en Guanajuato (-19,070), Jalisco (-15,593) y el Estado de México en la región centro (con -15 000 personas). Entre los años 2020-2024 y el periodo entre 2025- 2029, se proyecta que las mujeres inmigrantes mantendrán una participación de 33.9 y 35.3 por ciento, respectivamente; es decir, la población inmigrante es y continuará predominantemente masculina.
“En ambos periodos, 8 de cada 10 inmigrantes se ubican en edades laborales, y en los extremos de la vida, de 0 a 4 años y de 65 años o más, el porcentaje es cercano al 5 por ciento en cada grupo de población”.
Entre 2025 a 2029 se espera que las entidades con mayor población inmigrante serán Ciudad de México con 114 mil personas, de la región migratoria centro, 70 mil en Jalisco, de la región tradicional y Chihuahua con 85 mil, de la región norte. Por zona, es la norte la que concentrará a 35.2 por ciento de la población inmigrante, la proyección para Tamaulipas indica que 57 mil 595 personas saldrán de la entidad a otro país.
REMESAS EN TAMAULIPAS CON SEGUNDO AÑO A LA BAJA
Al compartir frontera con Estados Unidos, este país es el principal destino del flujo migratorio y por tanto, la principal fuente de remesas para México que el año pasado se colocó en el segundo país en el mundo con mayor recepción de remesas.
De 2019 a 2023, México pasó de tener el 5.4 a 7.8 por ciento del total de las remesas mundiales, así el año previo, fue el que registró el mayor número de remesas en la última década con cerca de 63 mil 313 millones de dólares.
Y aunque la pandemia del Covid los flujos de dinero reportaron una baja, al pasar ese periodo, las remesas registraron un aumento relevante en la mayoría de los paises de América Latina y el Caribe, especialmente en México que pasó en los últimos tres años al segundo país que más remesas ha recibido, sólo por debajo de la India.
Tan solo en 2022, en los hogares que reciben remesas, estas representaron en promedo el 30.2 por ciento del ingreso corriente total, el resto lo represntaron ingresos por trabajo y otros ingresos.
En los primeros nueve meses de este 2024, de acuerdo con los datos del Banco de México (Banxico), cuatro entidades del norte del país registraron los descensos más marcados en la recepción de remesas, incluyendo a Tamaulipas.
Al corte del mes de septiembre, Baja California Sur reportó una pérdida de 20.1 por ciento en la recepción de remesas, Sinaloa perdió el 16.2 por ciento, Coahuila el 10.9 por ciento y Tamaulipas dejó de recibir el 10 por ciento del flujo de remesas.
En el país, los ingresos por remesas de enero a septiembre de este mismo año, sumaron 48 mil 386.1 millones de dólares, 2.8 por ciento más que el mismo periodo del 2023 cuando se recibieron 47 mil 091 millones.
A Tamaulipas en ese periodo correspondiente al tercer trimestre del año, los ingresos por remesas sumaron 750.8 millones de dólares, mientras que en 2023 se reportaron 834.6 millones de dólares en ese mismo periodo. Los municipios de donde más emigran los tamaulipecos son en el norte, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, muchos de ellos cruzan todos los días a trabajar al vecino país y regresan al concluir la jornada laboral.
En el caso de la zona sur, es Tampico y El Mante de dónde más salen los tamaulipecos para buscar una oportunidad laboral, especialmente en entidades como Texas, Florida, Georgia, Carolina del norte o Illinois.
TENSIÓN ECONÓMICA
El Banco de México informó que los flujos de remesas hacia el país disminuyeron 1.6 por ciento anual durante octubre pasado, con lo que el monto recibido fue de 5 mil 723 millones de dólares, cifra menor respecto a los 5 mil 818 millones recibidos un año atrás.
Con este dato, las remesas hilan dos meses consecutivos con caídas a tasa anual, ya que en septiembre de este año también disminuyeron. Durante 2024, las remesas ya han acumulado cinco meses con caídas: en marzo fue de -3.4 por ciento, en mayo 1.0 por ciento, julio 1.3 por ciento, septiembre 4.6 por ciento y octubre 1.6 por ciento. En octubre, se cuantificaron 14 millones 774 mil 601 operaciones de envíos, dato 0.8 por ciento mayor al de hace un año (14.65 millones de operaciones).
La remesa promedio fue de 387 dólares, 2.5 por ciento inferior frente a la de septiembre de 2023 (397 dólares) y un dólar menor respecto a septiembre de 2024 (388 dólares). Con valores ajustados por estacionalidad, en octubre, las remesas tuvieron una contracción de uno por ciento respecto a septiembre, al pasar de 5 mil 326 millones de dólares en el noveno mes a 5 mil 271 millones en el décimo mes.
En un análisis, BBVA señaló que los datos observados en los últimos 12 meses, desde noviembre de 2023, muestran una clara tendencia de desaceleración en el flujo de remesas a México, lo cual muy probablemente esté relacionado con factores estructurales, como la integración de los nuevos migrantes mexicanos, principalmente no documentados, al mercado laboral de Estados Unidos.
“Es importante mencionar que la información es al cierre del 31 de octubre de 2024, previo a realizarse las elecciones presidenciales en Estados Unidos y darse a conocer la victoria del Presidente electo Donald Trump. Por tanto, no hay en estos datos algún posible efecto ‘Trump”, indicó la institución financiera.
BBVA agregó que una forma de ver la importancia a nivel entidad federativa de las remesas es mediante la proporción que estas representan en el total de los ingresos brutos estatales. Michoacán es el estado con la mayor dependencia a partir de este indicador, ya que las remesas equivalen al 96.7 por ciento del total de los ingresos brutos públicos en 2023.
Es decir, en Michoacán las remesas mueven su economía casi tanto como lo hace todo el presupuesto público estatal. Otros estados donde el monto de las remesas equivalente a una magnitud importante del presupuesto público son Guanajuato (80.6 por ciento) y Zacatecas (76.6 por ciento).
En 2023, en total se tienen 11 entidades en donde las remesas equivalen a más del 50% del presupuesto público estatal, puntualizó el banco. En un documento aparte, Banorte consideró que el desempeño en el corto plazo de los flujos de las remesas estará dictado por los resultados de las elecciones estadounidenses.
“Pensamos que la victoria de Donald Trump y el partido Republicano será un catalizador clave para los flujos en los próximos meses. En específico, creemos que los temores en torno a cuál será la política migratoria que implemente impulsará a los migrantes (particularmente a los ilegales) a enviar posibles ahorros y/o recursos excedentes tan pronto como noviembre, pero incluso no descartando que se extienda a los primeros meses de su presidencia.
“No obstante, el impulso podría ser más acotado que en su triunfo previo en 2016 por distintos factores, incluyendo: una menor tasa de ahorro que en dicho momento; y una mayor proporción del voto latino a su favor, lo cual podría sugerir menores preocupaciones entre este grupo sobre su mandato”, expuso la institución.
“No obstante, el impulso podría ser más acotado que en su triunfo previo en 2016 por distintos factores, incluyendo: una menor tasa de ahorro que en dicho momento; y una mayor proporción del voto latino a su favor, lo cual podría sugerir menores preocupaciones entre este grupo sobre su mandato”, expuso la institución.
POR PERLA RESÉNDEZ