El lunes se publicó en el Periódico Oficial del Estado la nueva Ley de Atención a Víctimas en Tamaulipas que sustituye a la aprobada originalmente en el 2017.
Se trata de un nuevo entramado de normas que buscan garantizar toda la atención que requieran las víctimas de los delitos de alto impacto en el estado.
Incuestionable por donde se le vea, pero obvio, ahora lo importante es que se lleve del papel a la realidad.
De entrada, a diferencia de la que existía, la nueva ley redefine los compromisos gubernamentales, haciendo obligatoria la participación de los municipios en la atención a las víctimas.
Esta incorporación de los ayuntamientos responde a una crítica histórica: el modelo anterior dejaba la mayor parte de la carga al gobierno estatal, sin contemplar infraestructura, presupuesto ni reglamentación municipal en esta materia.
No es poca cosa: los municipios de Tamaulipas ahora tienen el mandato de asumir un rol activo en la atención integral a las víctimas.
Esta ampliación de responsabilidades busca garantizar una protección efectiva y cercana, especialmente en comunidades rurales o con menor acceso a servicios estatales.
La ley introduce un concepto clave: el derecho a una “reparación integral, adecuada, diferenciada, transformadora y efectiva”.
Este enfoque trasciende la indemnización económica, contemplando también medidas que aseguren la rehabilitación física, emocional y psicológica de las víctimas.
El artículo 7 es muy claro, y establece que las víctimas tendrán derecho a ser reparadas por el daño o menoscabo sufrido, tanto por violaciones a derechos humanos como por los daños derivados de éstas.
También a contar con protección del estado y los municipios para salvaguardar su bienestar físico y psicológico, así como la seguridad de su entorno.
Y a recibir medidas de protección eficaces en caso de que su vida, integridad personal o libertad se encuentren en riesgo por su condición de víctima.
De esta manera, la ley busca garantizar que las personas afectadas puedan reconstruir sus vidas con dignidad y apoyo pleno.
El centro de Tampico
Ayer se cayó un elevador en un edificio frente a la Plaza de la Libertad. Antes han sido marquesinas y hasta losas completas las que se han desplomado con resultados fatales.
Cada día se hace más evidente que el bello centro histórico de Tampico requiere una evaluación integral y mano dura por parte del gobierno municipal.
No será sencillo, se requiere mucha coordinación con el sector privado y muchos recursos de todo tipo para llevarlo a cabo, pero el corazón de la zona conurbada del sur de Tamaulipas necesita de manera urgente un plan de intervención que al mismo tiempo rescate su histórico esplendor, y descarte más riesgos para la población.
Tarea para la General
La amenaza de los sorgueros que hoy cerrarán por enésima vez la carretera Matamoros-Victoria supone un nuevo llamado de atención para la Secretaría General de Gobierno. Si no logra desactivar la manifestación antes de que suceda, ojalá por lo menos pueda evitar que esta se prolongue por mucho tiempo con el caos habitual que suelen generar.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES