TAMAULIPAS, MÉXICO.- La implementación del uniforme neutro en instituciones educativas ha generado un amplio debate a nivel nacional, que ya llegó a Tamaulipas.
En la Ciudad de México esta medida fue aprobada provocando intensas críticas de algunos sectores. La decisión permite que los estudiantes elijan entre el uso de falda o pantalón, sin importar su género.
Sin embargo, asociaciones como el Frente Nacional por la Familia han manifestado su rechazo, argumentando que esta medida puede generar confusión en niños de edades tempranas y promover una ideología contraria a las costumbres tradicionales.
En otras entidades, el uniforme neutro ha sido implementado de manera parcial, principalmente en escuelas públicas.
Algunas instituciones privadas han decidido no adherirse a esta medida, mientras que en estados conservadores se han alzado voces en contra de cualquier intento de aplicarla.
Las principales críticas giran en torno a la falta de información y consulta previa con los padres de familia, así como a la percepción de que esta medida podría influir en el desarrollo de los menores.
Por otro lado, los defensores del uniforme neutro aseguran que su principal objetivo es garantizar la comodidad y el libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes. Argumentan que esta medida busca erradicar estereotipos de género y fomentar la igualdad dentro del ámbito escolar, algo que consideran indispensable en un sistema educativo incluyente y progresista.
En Tamaulipas, el uniforme neutro ha comenzado a ser tema de discusión tras la presentación de una iniciativa en el Congreso local. La diputada Lucero Deosdady Martínez López, de Morena, propuso reformas a la Ley de Educación del Estado para permitir a las alumnas el uso de pantalón en lugar de falda, así como para dar opciones a estudiantes que no se identifiquen con los géneros tradicionales. Martínez López señaló que estas medidas buscan respetar la individualidad y garantizar el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
“Es increíble que en pleno siglo XXI las niñas tengan que llevar obligatoriamente falda”, afirmó la diputada.
“Es simplemente una cuestión de comodidad, el debate no es sobre confusión, sino sobre la posibilidad de que cada estudiante se sienta libre de elegir lo que mejor le acomode”.
Según la diputada, la medida ha sido respaldada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ha considerado que se trata de un derecho fundamental de los estudiantes.
Deosdady destacó que, aunque la legislación ya ha sido aprobada a nivel federal, aún se encuentra en proceso de ser adoptada por todos los estados del país, ya que cada entidad tiene la potestad de regular este tipo de normativas a nivel local.
“El espíritu de esta iniciativa no es imponer, sino ofrecer la libertad de que las niñas puedan usar pantalón si así lo desean, a fin de dar un paso hacia la evolución y el respeto a la identidad de cada estudiante”, destacó la diputada.
De aprobarse esta iniciativa, se reformaría el artículo 66 de la Ley de Educación para el Estado de Tamaulipas, para indicar entre los derechos de los estudiantes el de: “Recibir una orientación integral como elemento para el pleno desarrollo de su personalidad, por lo que podrán elegir libremente utilizar el uniforme escolar de su preferencia”.
La diputada agregó, “hoy más que nunca, debemos garantizar que nuestras niñas, niños y adolescentes tengan acceso a un entorno escolar libre de prejuicios y estereotipos, donde puedan desarrollarse plenamente como individuos”.
También enfatizó que no se pretende imponer una medida que cause confusión, sino dar libertad a las estudiantes para elegir lo que les resulte más cómodo y adecuado.
Sin embargo, esta propuesta ha enfrentado una fuerte oposición, especialmente del Frente Nacional por la Familia, cuyo coordinador en la zona sur, José Eduardo Hernández Cabrera, ha advertido que promoverán amparos en caso de que la iniciativa sea aprobada.
Hernández Cabrera argumentó que la implementación del uniforme neutro podría generar confusión en niños y adolescentes, quienes, según él, deberían concentrarse en su aprendizaje y no en cuestiones de identidad de género.
También criticó la falta de consulta previa con las sociedades de padres de familia, una situación que considera fundamental para avanzar en este tipo de reformas que se discuten desde el 2023.
El tema ha encendido un acalorado debate entre padres, docentes y legisladores. Mientras algunos ven en esta medida un paso hacia la inclusión y la equidad, otros la consideran una amenaza a las tradiciones y costumbres. La iniciativa podría ser discutida en las próximas semanas en el Congreso estatal y, de ser aprobada, comenzaría a aplicarse en el siguiente ciclo escolar.
El uniforme neutro, aunque presentado como una medida simple, representa un cambio profundo en la visión educativa y cultural de la sociedad tamaulipeca.
El desenlace de esta discusión podría marcar un precedente importante para el resto del país, especialmente en un contexto donde el respeto a las libertades individuales y la inclusión están cada vez más en el centro del debate público.
POR. KAREN SALAS
EXPRESO-LA RAZÓN