CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Era un viernes muy agradable, no solo por el hecho de que es el dia de descanso del Caminante, sino porque ese viernes recibía la visita de su jefecita, que viajó a la capital para acudir a una cita médica.
Ya al estar haciendo antesala en la clínica, el Caminante le avisó a su mamá, que iría a Grand Toreo a retirar dinero de un cajero.
Por medio de la aplicación móvil de su banco creo una referencia para retirar sin usar la tarjeta de débito. Llegó a la tienda y tardó unos cuantos segundos para localizar el cajero de Banorte, que se encuentra alejado a varios metros de los otros dos aparatos. Nunca imaginó lo que esos breves instantes de demora significarían.
El Caminante realizó la rutina de retiro de dinero sin tarjeta de manera normal y cuando el mecanismo dispensador empezó a hacer el característico ruido “truc truc truc”, medio segundo antes de explusar los ‘billullos’, ocurrió una catástrofe tecnológica ¡una tragedia romana! ¡un drama telenovelesco! ¡un inesperado castigo del destino! ¡peor que una diarrea con tos!: se fue la luz.
“¿Porque siempre me pasan a mi estas cosas?” rumió encolerizado el Caminante, jalándose las cada vez mas escasas y platinadas greñas.
Pues si: la pantalla del cajero automático había quedado negra y el efectivo por consiguiente no fue expulsado. Valiendo madre. Solamente cinco segundos después la energía eléctrica regresó para alivio de la multitud, no así para el Caminante, quien veía como el cajero simplemente no reaccionaba.
Se acercó a una empleada de la tienda del área de informes para preguntarle, si sabía, cuanto tiempo tardaba el aparato en reiniciar, relatándole brevemente lo que había pasado.
“Híjole, a veces tarda poco, y a veces mucho, pero le recomiendo que no se vaya porque si reinicia a lo mejor avienta el dinero y se lo lleva otra persona” le respondió la señorita. Mta.
Finalmente el cajero reinició, pero solo para colocar esa odiada y temida leyenda de “fuera de servicio” …y del dinero nada. El Caminante checó en su app bancaria y efectivamente la operación se había concretado con ‘éxito’: ya se habían cobrado los mil quinientos pesos de su cuenta.
Marcó al numero de atención al cliente y de forma fiel relató al ejecutivo la tragedia que le ocurría. El joven al teléfono le reconfortó diciendo que no se preocupara, que “esas cosas pasan, el cajero tiene un mecanismo ‘de reversa’ que no entregará el dinero a nadie mas, y que con un simple arqueo de caja, la grabación de la videocámara del aparato, y el registro de la interrupción eléctrica por el apagón comprobarían la falla y por consiguiente, el ‘área de investigación’ autorizaría que le regresen el dinero” así que no era necesario que permaneciera mas tiempo frente a la máquina.
Procedieron a levantar el reporte para la aclaración del fallido retiro. Ahí ocurrió otro improvisto: debido a una ‘intermitencia’ no era posible ‘subir’ el reporte al sistema del banco …y como ya era viernes, a lo mejor no se lograría hasta el lunes. El ejecutivo le proporcionó un número de folio y le pidió que llamara al inicio de la siguiente semana. Yasta.
El lunes por la mañana llamó y le respondieron que el reporte finalmente ya se había subido, y que esperara tres días hábiles (en lo que se procesaba) para recibir una respuesta.
El jueves, el Caminante se comunicó nuevamente presentando el folio que le habían proporcionado.
– Pues si, ya tengo aquí la resolución y salió en contra – le comunicó el ejecutivo.
– Espere, ¿como que en contra? si el reporte se proceso apenas dos días atrás ¿ya se pasó al área de investigación? ¿Ya se hizo el arqueo del cajero? ¿Ya se checó la cámara del aparato, el registro del corte de energía? – preguntó insistentemente el Caminante.
– No se preocupe, lo que sigue es hacer un reporte de inconformidad, que es lo que dicta el protocolo, para que se siga investigando.
El proceso continuó, el reportero tuvo que enviar un email con una foto de su INE y esperar cinco días hábiles mas, volver a llamar, y llamar y llamar. Finalmente, casi tres semanas después le llegó un email informándole que: “Por medio del presente le informamos que en atención a la solicitud generada el día tal y tal con número de folio tal y tal, ha sido abonada de forma total” es decir, la lana ya había sido restituida.
Moraleja: si a usted le pasa lo mismo amigo lector, conserve la calma, llame, y llame y llame hasta que los maree y nunca, pero nunca se de por vencido, por que por lo visto, el sistema esta diseñado para desanimarlo y deje de pelear por su dinero. No lo haga compa. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR. JORGE ZAMORA
EXPRESO-LA RAZÓN