El supuesto robo de un niño en el centro de Tampico, movilizó a elementos de la Guardia Estatal, la tarde del jueves.
Varias personas reportaron que el menor lloraba mientras que un hombre hablaba con él, cuando se encontraban en la plaza de armas.
Posteriormente, la situación se aclaró, descartándose que se estuviera cometiendo un delito.
Alrededor de la una de la tarde, personas que caminaban por la plaza de la Libertad se percataron que un menor, acompañado de un adulto, lloraba en ese lugar, situación que se les hizo sospechosa.
Pidieron la intervención de un agente vial quien se acercó al niño y al adulto que estaba junto a él.
La gente creía que el pequeño estaba en peligro por lo que se trasladaron elementos de la Guardia Estatal al punto.
Una patrulla, en la que viajaba la coordinadora de la corporación policiaca, tuvo que utilizar la sirena de la unidad para abrirse paso ya que a esa hora el tráfico vehicular era intenso en el centro de Tampico.
Decenas de curiosos veían lo que sucedía en el lugar.
La coordinadora y varios elementos se acercaron al niño y a una mujer que dijo no ser familiar del pequeño y que trataba de calmar al menor quien seguía llorando.
Abordaron también al hombre que acompañaba a al chico quien se identificó como su papá.
Reveló que todo se trató de un berrinche que hizo el pequeño al perder un juguete que había hecho volar y que terminó en el techo de un inmueble.
Al recibir la respuesta del adulto de que no recuperaría el juguete, empezó a llorar, lo cual hizo creer a los transeúntes que se trataba de un rapto.
Ante ello, los elementos policiacos se retiraron del lugar.
Benigno Solís/La Razón