Los números no mienten y confirman una tendencia que se ve desde hace tiempo.
En un estado cuya narrativa mediática ha estado marcada, durante años, por la inseguridad y la percepción de abandono, Tampico emerge como un faro de esperanza y dinamismo turístico.
Con más de 42 mil visitantes en este periodo vacacional, el puerto no solo encabeza la lista de destinos favoritos en Tamaulipas, sino que también lanza un mensaje inequívoco: el turismo puede ser una herramienta de transformación social y económica cuando se alinean gestión, promoción y seguridad.
La Secretaría de Turismo, encabezada por Benjamín Hernández Rodríguez, ha dado a conocer lo que muchos ya intuían: el esfuerzo coordinado entre el Ayuntamiento que preside Mónica Villarreal Anaya y el gobierno de Américo, mediante estrategias claras están rindiendo frutos.
En lo que va de diciembre, más de 200 mil visitantes han recorrido los destinos tamaulipecos en estas vacaciones de fin de año no son producto del azar.
Tampico, seguido de cerca por Tula con 40 mil visitantes y Playa Miramar con 35 mil, se consolida como el motor principal del turismo en esta temporada del año.
Sin embargo, más allá de las cifras, este logro debe interpretarse en un contexto más amplio.
Tamaulipas, bajo el liderazgo de Américo Villarreal Anaya, ha enfrentado un doble desafío: revertir la percepción negativa que pesaba sobre la entidad y construir, paso a paso, una narrativa de confianza y progreso.
En este tenor, la seguridad, que tantas veces ha sido punto débil de la entidad, se perfila ahora como un factor diferenciador.
Los resultados de la Secretaría de Turismo estatal subrayan un esfuerzo tangible en este sentido: las Estaciones Seguras con personal de la Guardia Estatal y los Ángeles Verdes, han brindado tranquilidad a los viajeros.
La evidencia está en el alto flujo vehicular registrado en las carreteras tamaulipecas, un fenómeno que hace apenas unos años habría sido impensable.
La promesa de construir nuevas Estaciones Seguras refuerza este compromiso del gobierno de Américo, lo que contribuye a mejorar la percepción de seguridad para los visitantes.
El esfuerzo estatal no se trata únicamente de infraestructura, sino de garantizar que la experiencia del turista sea positiva desde el momento en que cruza los límites del estado.
En un entorno competitivo, donde cada entidad busca atraer visitantes, Tamaulipas apuesta por la confianza como su carta más valiosa.
Para lograr esto, es importante destacar que el resurgimiento del turismo en la entidad también debe reconocerse como un triunfo de la promoción estratégica.
En un mundo donde las opciones son múltiples y las decisiones de viaje se toman en segundos, proyectar una imagen atractiva y confiable es esencial.
Tampico, con su oferta cultural, histórica y gastronómica, ha sabido posicionarse en el imaginario colectivo como un destino que vale la pena visitar.
Justo hace unas semanas, Mónica y su homólogo Erasmo González Robledo acudieron con empresarios a la Ciudad de México para encabezar una reunión con más de 150 integrantes de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes, para promover los atractivos turísticos del sur de Tamaulipas.
Pero también es importante el impulso que otros destinos del estado están recibiendo, como Tula, con su estatus de Pueblo Mágico, y Playa Miramar, una de las joyas turísticas de Tamaulipas, lo que complementa una oferta turística diversa y robusta.
Pero aquí es necesario destacar que los 42 mil visitantes de Tampico y los más de 200 mil que recorren el estado, son un motivo de celebración, pero también de reflexión.
Este logro debe verse como el inicio de un camino, no como su culminación en sí.
La promoción y la seguridad son necesarias, pero no suficientes, pues el reto ahora es construir una experiencia integral que mantenga la fidelidad de los visitantes.
Esto incluye mejorar la infraestructura urbana, capacitar a los prestadores de servicios, fortalecer la identidad cultural de los destinos y, sobre todo, mantener el enfoque en la seguridad.
Eso va a consolidar a Tamaulipas como potencia turística a nivel nacional, como ya lo muestran los números que se conocen.
Otro aspecto que vale la pena mencionar es que la derrama económica generada por los visitantes no solo beneficia a los grandes empresarios del sector, sino también a los pequeños comerciantes, restauranteros y prestadores de servicios, que ven en el turismo una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
A medida que avanza este periodo vacacional, queda claro que el rostro de Tamaulipas está cambiando: Tampico lidera la transformación, pero no lo hace solo, pues Tula, Playa Miramar y otros destinos emergentes como Llera y Matamoros, están demostrando que el estado tiene mucho que ofrecer.
Por. Tomás Briones
abarloventotam@gmail.com