CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Aunque en estos momentos no existe en Tamaulipas una sobrepoblación de migrantes, especialmente en las ciudades fronterizas, la amenaza de las deportaciones masivas desde Estados Unidos mantiene en alerta a las autoridades que continúan con la supervisión de aquellos lugares que servirán de albergue.
De acuerdo con el Director del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, Juan José Rodríguez Alvarado, actualmente hay menos de 2 mil migrantes en tránsito, de los que alrededor de 900 se encuentran en Reynosa.
Sin embargo, a partir del 20 de enero que asuma Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, las políticas migratorias serán diferentes, provocando incluso la cancelación de la aplicación CBP One que permite a los migrantes solicitar una cita con un juez para pedir asilo humanitario en ese país, hasta un cierre de las fronteras.
De acuerdo con los datos estadísticos de la Unidad de Política Migratoria hasta el mes de agosto, ya que se advierte que no se actualizarán hasta que finalice una reestructura que llevan a cabo, se tenía registro de 4 mil 542 extranjeros en situación irregular en Tamaulipas.
De ellos, 2 mil 201 que no acreditaron su estancia legal en el país, se les inició un procedimiento administrativo ante el Instituto Nacional de Migración (INM) y canalizados a los albergues para su alojamiento temporal.
Mientras que 2 mil 334 fueron presentados ante el INM y se les brinda alojamiento temporal para la regularización de su estancia o la asistencia asistida para el retorno a su país de origen.
El Director del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes advirtió que pese a la reducción del número de extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos para solicitar asilo, se mantienen atentos a los escenarios que puedan presentarse en las próximas semanas.
Esto incluye la supervisión de los albergues con que se cuenta en la entidad, así como aquellos espacios que podrían adecuarse para dar alojamiento temporal a los migrantes que sean expulsados de Estados Unidos, independientemente de las casas de migrantes que existen y son administradas por organizaciones civiles.
El Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración (INM) llevó a cabo a través de mesas de trabajo, un diagnóstico, análisis y propuestas de las diferentes zonas del país donde hay migrantes.
El estudio “Propuesta de política pública en materia migratoria: Resultados de las mesas de reflexión y del monitoreo de Estaciones Migratorias del Consejo
Ciudadano del Instituto Nacional de Migración”, revela los peligros a los que se enfrentan los migrantes en cada zona del país.
El diagnóstico para la zona norte, donde se encuentra Tamaulipas, señala que existen tres categorías de personas en situación de movilidad: las personas migrantes, las personas mexicanas retornadas y los desplazados forzados internos.
Se trata de una de las fronteras más cruzadas del mundo y una zona de tránsito tanto de personas como de bienes, por lo que “esta región se ve además directamente afectada por las políticas migratorias de Estados Unidos pues muchas veces estas tienen como consecuencia el aumento en los cruces por puntos no autorizados, lo que a su vez representa un mayor riesgo para las personas y exige una mejor capacidad de respuesta de las autoridades mexicanas”.
Dentro de las problemáticas halladas por el Consejo, las más recurrentes son: la violencia y la corrupción, desaparición forzada, secuestro, encuentros violentos con cuerpos de seguridad, la falta de empleos y de integración económica, la falta de protocolos de atención a población retornada y la presencia de niños, niñas y adolescentes no acompañados, tanto mexicanos como extranjeros.
En el estudio participaron organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, personas de la academia, Casas del Migrante, albergues, y defensoras y defensores de los derechos humanos de personas en contexto de movilidad y con necesidades de protección internacional.
Las preocupaciones de las organizaciones y personas expertas de la frontera norte son, entre otras, cierto abandono del espacio público, señalando la necesidad, de mejorar los servicios públicos como el alumbrado, que puede tener un impacto diferenciado en las personas migrantes, ya que los espacios se tornan inseguros y han propiciado situaciones de inseguridad.
“En este sentido, el Consejo corroboró la preocupación por la presencia del crimen organizado y el aumento en delitos como el tráfico de personas”, pero también, la falta de protocolos para la atención y asistencia a personas retornadas. así como falta de la coordinación entre las instituciones gubernamentales para el retorno seguro de personas migrantes.
Se sugirió mejorar los programas de cooperación entre México y los Estados Unidos para la atención de personas migrantes, que incluya un protocolo para el retorno de personas mexicanas.
“Si bien se reconoce las acciones gubernamentales para atender a las personas migrantes, muchas de ellas son descoordinadas. Además, no toda la información es disponible o accesible para las personas migrantes”.
Por ello, es necesario mantener actualizada la información sobre los centros e instituciones de atención a las personas migrantes en la frontera norte.
En las mesas de reflexión que se llevaron a cabo para la revisión de las problemáticas detectadas se acordó la necesidad de priorizar la coordinación interinstitucional para asegurar un retorno seguro de personas devueltas a la frontera mexicana.
Asegurar que en los esfuerzos de seguridad relacionados con el crimen organizado, se priorice siempre el rescate y la no-revictimización de las víctimas; fortalecer las rutas de atención y regularización migratoria, de la población que ha sido víctima de delitos en territorio mexicano.
Y establecer centros de atención a personas migrantes a lo largo de las rutas migratorias donde la atención no dependa de su situación migratoria.
Las propuestas de políticas públicas en materia migratoria incluyen mejorar los programas de cooperación entre México y los Estados Unidos, incluyendo un protocolo o programa para el retorno de personas mexicanas y la creación de un modelo intercultural en zonas fronterizas para una integración binacional.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón