TAMAULIPAS, MÉXICO.- El riesgo de un rebrote por COVID-19 siempre va a estar latente, por ser una enfermedad viral ‘nueva’, cíclica y recurrente, que por ser de reciente origen aún tiene capacidad de mutar y traer nuevas variantes.
Sin embargo la prevención es fundamental para frenarla, a la COVID-19, la influenza, el neumococo y hasta las gripas comunes, el sincitial respiratorio agudo y ahora la posibilidad del metapneumovirus humano (HMPV).
Santos Daniel Carmona Aguirre, especialista en salud pública, dijo en entrevista con EXPRESO que tampoco hay que caer en la desinformación, “y no caer en el pánico”.
Sobre el metapneumovirus, no es causa de una alerta sanitaria mundial como se ha dicho redes sociales y en algunos medios de comunicación, porque no hay ningún organismo internacional de salud que haya hecho ese pronunciamiento.
Dijo que el HMPV, “es parte del ecosistema de virus respiratorios que hay en el ambiente, como lo es hoy la COVID, la Innfluenza, forma parte de toda una ecología de virus y en temporada de invierno se dan los brotes de virus respiratorios”.
Sin embargo actualmente no están generando alarma o alertas sanitarias por potencial pandémico, “pero a brotes de enfermedades respiratorias, siempre estamos expuestos”:
En particular puede surgir un brote de COVID porque “es un virus muy hábil, ha mutado y ya va en las variantes J y K, que ahora sus síntomas son el dolor de garganta y la conjuntivitis. “Los comportamientos son cíclicos y puede haber alzas de contagios, si puede haber aumento, porque vienen los días más fríos y ventilamos menos los espacios hay más gente junta y eso aumenta la posibilidad de las enfermedades respiratorias.
LAS PANDEMIAS EN TAMAULIPAS
La pandemia más reciente que afectó a Tamaulipas fue en el año 2020; el coronavirus trajo una estela de muertes, depresión, miedo y muchos problemas de salud mental o emocionales más, porque la COVID-19 en sus diferentes variantes, daños a más de 189 mil tamaulipecos y ha provocado la muerte de 8 mil 212 personas.
Las estimaciones para Tamaulipas de escenarios por la pandemia que afectó al mundo entero fueron rebasadas en el primer año, provocando la demanda de prácticamente el 100 por ciento de los centros hospitalarios para la atención de los pacientes.
Mientras que las defunciones estimadas en el primero año eran unas mil 100, la cifra llegó a los 3 mil 652, con las variantes que fueron surgiendo, el virus se hizo más contagioso logrando su pico máximo de contagios en 2022 con 73 mil 902 casos, pero la letalidad fue a la baja, con un registro de mil 120 muertes.
Los años 2023 y 2024 ya con la vacunación y esquemas completos los casos fueron más a la baja, con 8 mil 493 casos y 84 respectivamente, las muertes también han ido a la baja considerablemente con 84 y 17 decesos.
LA INFLUENZA
En el año 2009-2010, surge la influenza H1N1, inicialmente llamada fiebre porcina, que es diferente a la influenza estacional, provocó en México una pandemia en curso, decretaría la OMS; tuvo su origen en Perote Veracruz y en Tamaulipas trajo 2 mil 276 casos confirmados con pruebas de laboratorio, aunque fueron muchos más casos sin el estudio realizado.
Dicha enfermedad que también afecta las vías respiratorias provocó que las autoridades sanitarias en Tamaulipas hicieran un reacondicionamiento de nosocomios para atender a las personas contagiadas.
Tampoco llegó a los niveles de pánico que provocó la pandemia por COVID-19, en donde los pacientes se acumulan, así como las interminables filas de familiares intentando conseguir tanques de oxígeno o camas de terapia intensiva en hospitales públicos o privados era ‘normal’.
La pandemia por influenza AH1N1 solo duró un año y 3 meses, del 11 de junio de 2009 al 18 de septiembre de 2010, la enfermedad era contagiosa, pero no tan letal en Tamaulipas ese año fueron confirmadas 9 muertes.
Luego de las graves afectaciones en 2009, y hasta 2017 los casos no superaban los tres dígitos, en 2010 fueron 95, en 2011 no hubo casos confirmados, en 2012 fueron 79 y en 2013 la cifra fue de 77 contagios.
Para 2014 eran con rimados 70, en el año 201 solo 20, en 1016 la cifra subió a 85 y en 2017 fueron 78 casos, sin problemas graves por defunciones de pacientes, las cifras por muertes repuntan en 2018.
VIRUS BAJO CONTROL
Mientras que el dengue no da tregua en Tamaulipas y sigue reportando casos, las enfermedades del frio o las virales están bajo control en el Estado, así lo señala el boletín epidemiológico estatal a cargo del epidemiólogo, Sergio Eduardo Uriegas.
En el arranque de este 2025, no hay casos nuevos de COVID-19, ni de influenza, los datos del coronavirus, al cierre del año pasado señalan que hubo 84 casos con 17 defunciones confirmadas, cifra muy baja comparada con la de 2023, en donde los casos fueron 8 mil 493 con 86 defunciones.
En el caso de la influenza el año pasado hubo 68 casos confirmados con dos defunciones, destacando que la variante que más ha afectado es la AH3, mientras que las víctimas mortales fueron una niña de cinco años y una mujer de 67 años, ambas sin antecedentes de vacunación contra influenza y COVID-19.
Pese a las buenas cuentas o números que emite la SST, la dependencia adviertes que hay que cuidarse, no exponerse y estar pendientes sobre cualquier alerta que pueda emitirse ante la presencia de virus en la temporada estacional, más aun en este mes de enero, en donde se estima que las bajas temperaturas serán extremas y que estas son propicias para el desarrollo y esparcimiento aéreo de cualquier virus.
POR. NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA
EXPRESO-LA RAZÓN