Yo digo y sostengo que Morena debiera realizar pruebas de confianza, sobre todo a los militantes de alta alcurnia, muchos (as) de los(as) cuales se arropan en la organización no solo para sobrevivir políticamente, sino para seguir haciendo lo que saben, es decir: robar, engañar y traicionar. Y ni modo que sea invento cuando la población sabe, bien lo sabe, de quienes se trata. ¿Acaso ignora la historia personal de cada cual?.
Al margen de dignas y contadas excepciones, ¿de dónde resultaron humanistas, justicieros y demócratas cuando a la mayoría de quienes integran los congresos locales (incluido Tamaulipas, desde luego), solo importa defender sus intereses que nada tienen que ver con el bienestar colectivo?. Para decirlo pronto, son mercenarios(as) educados a la vieja escuela de la corrupción. Aquí anote usted lo que la experiencia le recomiende. No olvidéis que la llamada “representación popular” actúa por lo general, como verdugo de los más caros anhelos de la sociedad.
Por supuesto el legislativo federal tampoco es referente de convicción transformadora considerando la manipulación de los favoritos del partido oficial. En lo cortito, un pequeño ejercicio dará luz de los y las que en verdad están de parte del pueblo que no serán muchas ni muchos. Ahora mismo ahí tiene cuando menos a dos, Olga Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal, que siendo integrantes del senado retan al futuro disputando el cargo más importante de la entidad. Eso más que imprudencia es una grosería, aunque no podría esperarse más cuando no existe lealtad ni formación política consecuente con el gran proyecto que encabezan Claudia Sheinbaum y Américo Villarreal Anaya.
En este sentido es lamentable que Morena se haya convertido en cómplice de ambiciosos(as) que encontraron el lugar exacto donde ejercitar lo más turbio de su condición humana. Con dicha bandera ellos y ellas encuentran vía libre para asaltar sin excusa ni pretexto los beneficios que prodiga el poder. Aceptemos que un sector de buenos funcionarios(as) tienen certeza de lo que significa la transformación republicana, pero por las evidencias es de creer que los más apuestan a la rebatinga, sea a la oportunidad de lograr riquezas prontas y expeditas a costa de la nobleza ciudadana que en heroica lid brindó el voto con la esperanza de un futuro mejor.
Usted dirá que mucho se está haciendo desde Palacio Nacional y algunas gubernaturas y tiene razón, pero no podemos negar que en los estratos menores la inmoralidad persiste al igual que la soberbia e impunidad. El trato a los contribuyentes, por ejemplo, es el mismo que imperó durante los regímenes del PRIAN. En este caso para el ciudadano nada ha cambiado.
Por otra parte, la “revolución de las conciencias” quizá funciona en el electorado, pero no en la burocracia, incluso en la de “cuello blanco”, cuyo negocio sigue siendo la obtención y explotación de cargos públicos. En concreto, mientras los y las que deciden permanezcan atorados en el pasado, este país no saldrá de la hodencia. Esto a pesar de los esfuerzos de la generación heredada por AMLO.
SUCEDE QUE
Cuando Morena despierte, encontrará al adversario en botas de campaña, sea dispuesto a arrebatar lo que sigue considerando de su propiedad.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA