Es verdad que no es nuevo que las instalaciones del Seguro Social se estén cayendo a pedazos en la zona sur de Tamaulipas, pero desde Andrés Manuel hasta la señora presidenta de México, las cosas van de mal en peor.
El tema del sistema de salud en nuestro país se encuentra de la fregada, las farmacias están vacías, tienen que dar mil vueltas para poder surtir un diclofenaco, y eso está muy mal.
Cruzar la puerta de las clínicas del IMSS 77, ubicada en el Bulevar Adolfo López Mateos, la 38 de Infonavit, la 10 de Altamira, es deprimente, de entrada porque ( no todo el personal, pero en su mayoría son infrahumanos ) no tienen corazón para atender a la gente.
Además hace falta desde una jeringa hasta camillas, y no hay explicación porque a todos los trabajadores nos hacen un descuento que va de aportación para esta dependencia, que realmente está en bancarrota.
Su sótano ha quedado totalmente inundado en temporada de lluvias, prácticamente han tenido que sacar a los pacientes en lanchas para ponerlos a salvo.
Casi todo este año estuvieron fuera de servicio 4 de los 5 quirófanos que tiene el Hospital Ignacio García Téllez y eso ha generado que haya una fila más larga que la de las tortillas para que la gente se pueda operar.
Lo más triste de toda esta historia es que pacientes de cáncer, que están en una lucha por sus vidas, tengan que amenazar con tomar las instalaciones y hasta con un bloqueo del Bulevard, por el desabasto de medicamento oncológico.
Y, en este caso, nadie puede decir que se trata de un movimiento político, es una demanda justa y hasta de impotencia por parte de estas personas que sólo buscan que el IMSS les cumpla para seguir luchando.
Lo peor es que se han invertido más de 72 millones de pesos en una presunta remodelación del Hospital de la urbe petrolera, pero no vemos que le han hecho «ni una manita de gato», siguen atendiendo con las mismas sábanas viejas y con hoyos de toda la vida.
En esta semana que concluye se dio un conato de incendio en el área de quimios y no es la primera vez que se presenta, esto va a ser una tragedia, sino actúan a tiempo.
Es muy lamentable ver que un familiar tenga que llegar con todo y cargando una camilla al Hospital de Madero, ya que sabemos que no hay camas y por eso las tienen que rentar.
¿Dónde están las autoridades?, ¿Y los Diputados Federales?, ¿Y el Senado? , ya se deben de tomar cartas en este asunto.
En Tampico, Madero y Altamira el Seguro social todo mundo dice : «Si vas al seguro, te dejan morir» y no andan muy alejados de la realidad.
Lleva, José Luis Aranza, seis meses en el cargo como delegado en Tamaulipas y no ha hecho nada, y de que sirve Zoe Robledo, si ambos se nota que no tienen corazón y por eso les vale que se les muera la gente en la zona conurbada por culpa de la mala atención y las carencias que se sufren en el IMSS.
Tal vez, si ellos y sus familias estuvieran obligados a tener que atenderse como derechohabientes en esta institución, las cosas serían diferentes.
EL «HUARACHES» UNA COPIA DE SUÁREZ MATA
El ex Diputado local, Jesús Suárez Mata, que se ubica entre los peores políticos de la zona, ha sido un mentor para Ricardo Estrada, alias el «Huaraches», quien busca adueñarse del PRI Madero.
Con Suárez Mata estuvo trabajando en varias administraciones y le debe parte de su pobre carrera política.
Ahora queda claro por que el «Huaraches» no pinta para ser un buen presidente del partido, ya sabemos de dónde sacó su instinto de perdedor.
EL Partido Revolucionario Institucional de Madero vive su peor momento, y es lamentable que la única aspiración de Ricardo Estrada es ser regidor en la próxima administración, que de ir solos no creo que logren ni mil votos.
NO SE LLENA LA BIMBOLLA
Como en los viejos tiempos del PRI, Ernesto Gutiérrez, la Bimbolla, invitó hasta el cotorro a su fiesta de cumple años.
Ya este tipo de circos no son garantía de nada en la política, como lo era antes, pero finalmente quiere llamar la atención.
Del PRI «chapulineó» al PAN, pero lo tienen rezagado, nadie lo toma en cuenta para nada.
Lleva como 254 años viviendo del presupuesto y , por lo visto, no se llena, y quiere más…
Recuerde: ¡¡¡No se vale chillar!!!