CIUDAD VICTORIA, TAM.- El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, fue entregado por autoridades de Estados Unidos a México, donde enfrenta varias denuncias y ayer mismo fue ingresado al penal del Altiplano.
Vistiendo pantalón, sudadera gris y lentes de aumento, la entrega del político matamorese se llevó a cabo por la frontera entre San Diego y Tijuana, a elementos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Poco después de mediodía se realizó el protocolo para entregar al ex mandatario tamaulipeco que cumplió de manera anticipada en Estados Unidos, una condena de nueve años de prisión por el delito de conspiración para cometer lavado de dinero.
Tomás Yarrington era investigado en Estados Unidos por facilitar el tráfico de drogas hacia ese país, aceptando sobornos del crimen organizado.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de 15 millones de pesos y en abril del 2017 en la plaza Beccaria de Florencia, Italia, fue detenido y trasladado en 2018 a Estados Unidos.
En marzo del 2021, el político tamaulipeco aceptó un acuerdo de culpabilidad con el que se declaró culpable del delito de lavado de dinero, luego de haber recibido sobornos mientras se desempeñó como gobernador de Tamaulipas entre 1999 y 2004.
Aunque Yarrington solo aceptó haber recibido 3.5 millones que blanqueó con la compra de propiedades en ese país, logró evadir los cargos relacionados con conspiración para traficar drogas y entregó un departamento que poseía en Puerto Isabel.
Luego de ser entregado en la frontera, fue trasladado a la ciudad de México vía aérea y después, a bordo de una camioneta blanca, escoltada por tres vehículos y 15 elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR, el ex Gobernador de Tamaulipas fue internado en el centro penitenciario de alta seguridad en punto de las 17:58 horas.
El ex Mandatario será puesto a disposición de Raquel Duarte Cedillo, Juez Segundo de Distrito en Materia Penal de Toluca.
Se espera que este jueves comparezca a su primera audiencia de declaración preparatoria en una rejilla de prácticas en el interior del penal.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón
